El más célebre diablo de polvo de la superficie marciana
Diablo de polvo
En inglés se conoce como “diablos de polvo” (dust devil) a los torbellinos que toman una gran cantidad de tierra y la levantan del suelo formando los típicos remolinos de las regiones donde abunda el polvo… y el viento.
Todo aquel que viva en una zona desértica o semidesértica sabrá a qué me refiero. Lo que seguramente no sepan es que este tipo de tornados – a los que nos referiremos en adelante como diablos de polvo – no son particularmente peligrosos. De poco más de un metro de diámetro y un par de decenas de altura, son un espectáculo interesante para los observadores ajenos y poco más que una molestia para los habitantes de la región, quienes consideran que el fenómeno no tiene nada de divertido. En unas pocas regiones del mundo los diablos de polvo pueden crecer y convertirse en tornados con una fuerza destructiva importante pero que resultan efímeros y rara vez afectan a los seres humanos.
Desde hace algún tiempo sabemos que este tipo de fenómenos también ocurren en la superficie marciana. Sin embargo, poco tienen que ver con las pequeñas jugarretas del viento terrestre: se trata de gigantescos tornados de varias decenas de altura que golpean el suelo marciano con una potencia inconmensurable.
Los gigantescos tornados marcianos
Las primeras evidencias de los gigantescos diablos de polvo de los desiertos marcianos vinieron de las sondas que fotografiaron la superficie del planeta rojo. Allí aparecían nubes gigantes de polvo – apenas visibles como motas desde fuera – que surgían de puntos específicos, así como “senderos” de más de un centenar de metros de grosor que se asemejaban a un extraño camino artificial. Ya en los 1970’s se determinó que se trataba de diablos de polvo gigantes, capaces de alcanzar alturas de más de 30 kilómetros (aunque promediando unos 20) y diámetros de casi medio kilómetro.
Pero aún más importante: estos tornados posiblemente carguen en su interior poderosas tormentas eléctricas.
Aquí vemos los caminos de una zona particularmente activa en Marte
En la Tierra los torbellinos generan cargas eléctricas a partir del rozamiento de las motas de polvo. Si el torbellino dura lo suficiente, las corrientes de aire llevarán a que la parte alta se cargue positivamente y la baja negativamente, generando el escenario perfecto para una descarga. Afortunadamente para nosotros, los diablos de polvo son relativamente pequeños y las descargas que se generan de menos de una centésima parte de la de un rayo.
Pero en Marte los tornados son mucho mayores… y la atmósfera mucho menor: es de esperarse que las cargas sean suficientes para crear verdaderas tormentas eléctricas. En la actualidad, los mayores diablos de polvo son un peligro para los robots que recorren la superficie recolectando información, aunque por ahora éstos han podido esquivarlos.
De realizar una colonia humana en Marte es de esperarse que los diablos de polvo resulten una amenaza importante para los habitantes. Por esta razón, en la actualidad la NASA, la ESA y otras agencias espaciales se encuentran recolectando información sobre los diablos de polvo y analizando en qué lugares ocurren con mayor frecuencia y duración. Aunque es difícil detectarlos en el momento, se tiene la ventaja de que estos fenómenos dejan un largo trazo tras de sí, por lo que puede calcularse con aproximación su trayectoria.
En cualquier caso, son un fenómeno fascinante, como puede verse en este corto video de la NASA.
Fuente de imágenes: 1: marsmobile.jpl.nasa.gov, 2: wikipedia.org