Albóndiga

Dicen que se ha convertido en el mismísimo rival de Garfield, por el título del gato más gordo. El felino ha sido sometido a varios procedimientos veterinarios, cuyo fin es lograr bajarlo de peso, por el bienestar de su salud. Debido a su sobrepeso exagerado, ni siquiera puede moverse y el sufrimiento es notorio.

De sólo verlo, la gente se impresiona bastante. Tan así, que en la clínica especializada de felinos donde ha sido llevado varias veces, su cuerpo tan extraño deja impactado al personal. «Cuando vi por primera vez una foto de él, pensé que habían utilizado photoshop en la imagen«, narró Melissa Gable, quien labora en dicho centro en la ciudad de Nueva York. Gable también señaló que Albóndiga es un gato muy dulce y pide cariños a todo aquel que lo visita.

Aproximadamente, 13 kilos de peso debe cargar este minino estadounidense.

El fallecido “Bob Esponja”

Otro gato que inclusive pesaba más que Albóndiga, era Bob, un gato que pertenecía a Matt y Courtney Farrel, quienes lo apreciaban como si fuera un hijo. El sufrimiento del animal era muy fuerte, como consecuencia de su lamentable estado físico. Fue tanta su desesperación, que debieron aplicarle la eutanasia.

Cerca de 15 kilos hicieron muy pesada la vida del que se pudiera considerar, el gato más gordo hasta el momento registrado. Por si fuera poco, la falta de movimiento no sólo lo frustraba a la hora de querer cazar y jugar, sino que lo más grave: ir al baño le era imposible, por lo que debía ser asistido.

A estos seres con proporciones desmedidas, se les ha llamado “mascotas XXL”, las cuales sufren de serios trastornos alimenticios, motivo por el que no sólo despiertan admiración y gracia, teniendo en cuenta sus padecimientos corporales.

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