División e importancia del tiempo
En la actualidad, en Occidente, el tiempo se cuenta en años, los cuales se encuentran compuestos de 365 días – excepción de los años bisiestos- y doce meses, que cuentan cada uno con cuatro semanas, de siete días, para un total de 30 ó 31 días, con el caso de febrero que dura 28 días.
De esta forma, los meses conforman una medida de tiempo indispensable, para saber a qué altura del año se encuentra determinada circunstancia, así como para llevar registro exacto de los acontecimientos acaecidos. Es decir, los meses son componentes esenciales de las fechas, pues ellos nos ayudan a saber no sólo el día, sino la época del año.
Meses en Español
En este sentido, es sumamente importante que una persona conozca a la perfección los meses del año, a fin de que pueda llevar el tiempo y saber la fecha precisa, con el formato que establece la cultura a la que pertenece. Por ejemplo, el hablante de Español como Lengua materna, así como los que la tienen como segunda Lengua, debe ser perfectamente consciente de que los meses de esta lengua, además de ser doce, llevan un orden correlativo, siendo entonces los siguientes:
enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre
Como regla ortográfica, en Español, los nombres de los meses son anotados, siempre y en cualquier momento con letra minúscula, salvo que se encuentre comenzando una línea, o se empiece una idea después de un punto.
Meses en Inglés
Otra lengua, de manejo bastante común, es el inglés, donde sus estudiosos y hablantes nativos también deben tener claramente precisados los meses y el orden de los meses, los cuales estarán dispuestos de la siguiente manera:
January, February, March, April, May, June, July, August, September, October, November, December
A diferencia del Español, en el inglés –como regla ortográfica- los nombres de los meses sí se escriben con mayúscula. Por otro lado, en cuanto a su forma se asemejan bastante a los meses en Español, aun siendo el inglés una lengua anglosajona, lo cual se debe a que el nombre de los meses proviene del Latín, de donde se desprende el Español, entre otras lenguas romances.
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