Y es que debido a la gran cantidad de cadáveres que a diario se multiplican, muchos visionarios han diseñado formas alternativas para mitigar este problema. Los bosques sagrados, son uno de estos inventos recursivos.

Estos bosques consisten en un sistema biodegradable, que transforma los restos de los difuntos en nutrientes y abonos especiales para que un árbol florezca y crezca grande y fuerte.

Anna Citelli y Raoul Bretzel, son los autores de esta idea que está llamando la atención en todo el mundo. El proyecto en sí, se ha denominado “La Capsula Mundi”, donde el occiso es enterrado en posición fetal, dentro de una cápsula bioenergética ligada a un árbol o también, se le adhiere a una semilla que se siembra sobre la cápsula.

Sin importar las diversas religiones que profesan las personas de distintas nacionalidades, tan pronto se enteran de este proyecto, de inmediato quisieran ser enterrados en su momento, de esta forma tan particular.

Así, ya no existirían los cementerios llenos de cruces y lápidas, sino un gran bosque natural y orgánico, con un ambiente sacro, al que la gente puede visitar de un modo ecológico y espiritual.

Esta idea también permite disminuir la tala de árboles, para la consecución de madera, materia prima de los ataúdes y urnas y además, ahuyentará a los taladores empedernidos y masivos, por el hecho de tratarse de un cementerio en esencia.

En Colombia, un proyecto similar se está llevando a cabo en un municipio llamado Guasca, en el departamento de Cundinamarca. Allí, se desarrolla el “Bosque Cenizario”, el cual consiste en que las cenizas de miles de personas se convertirán en abonos para plantar miles de árboles. Muchos creen que esta es una manera de volver a la vida, pero en forma de árbol.

Versión de video: Los muertos ahora pueden volver a vivir en forma de árbol