Historia de un descubrimiento
La arqueóloga Christa Schieber fue la primera en descubrir entre la selva guatemalteca un hallazgo que cambiaría mucho de lo que conocemos del mundo maya. En el 2011, halló con su equipo de exploración, la tumba de un soberano maya con 2.500 años de antigüedad.
En el lugar estaban desenterrando una ciudad antigua hundida entre la selva milenaria. En Takalik Abaj, territorio ubicado en las faldas de la cadena volcánica de la costa del Pacífico guatemalteco se descubrió un tesoro inimaginable.
Este territorio maya, hallado en 1965 por Suzanne Miles y llamado Takalik Abaj, en honor a unos monumentos visibles entre los árboles, despertó la atención de los investigadores mayas. Desde esa fecha no se lograba un gran descubrimiento
Desde 1888, los encuentros para desenterrar figuras de las culturas prehispánicas, dieron comienzo a las exploraciones hechas un siglo después. La ciudad fue estudiada con detenimiento en los ochentas del siglo XX, encontrando dos estilos escultóricos: el olmeca y el maya.
Con el encuentro de unas figurillas de cerámica, pintadas y con orejeras de jadeíta, se supuso que cerca estaba una tumba importante, pues estos objetos eran comunes en las ceremonias de entierro mayas; efectivamente Christia encontró a unos centímetros una tumba del 700 a. C.
Las exploraciones se hicieron al interior de una pirámide llamada “estructura 6”. Al interior, bajando por una escalera se descubrió la cámara fúnebre, esta era muy pequeña. Luego de que iluminaron el recinto, descubrieron una tumba donde había objetos prestigiosos a medio enterrar.
El cuerpo se descompuso hace varios siglos por el clima tropical. Sólo los objetos en jade y moscovita laminar, perduraban y daban la pista para descubrir al célebre personaje que alguna vez estuvo ahí.
Fue clave el hallazgo de un buitre en jade, elaborado con mucha precisión y mesura. El objeto sepulcral hizo pensar a los investigadores del gran poder del enterrado. Un objeto así sólo podía pertenecer al rey sacerdote que estuvo en la transición de la cultura olmeca a la maya.
Datación de los restos
Al hacer las hipótesis que mostraban a este rey como un sujeto altamente adorado en su comunidad, con sus preciosas ropas y las joyas relucientes, los investigadores decidieron datar la fecha aproximada de los restos.
El radiocarbono arrojó el resultado «2 sigma» (770 y 510 a.C.), periodo de transición entre la cultura olmeca a la maya, y además, momento perteneciente a la segunda fase del Preclásico medio. La falta de inscripciones señalan la época temprana de este territorio.
Se indica la relación de los olmecas en la configuración de la cultura maya. Takalik Abaj escondía el nacimiento del surgimiento maya temprano.
En el esplendor de la cultura maya
Cuando los pobladores nómadas se asentaron en la meseta ubicada entre dos ríos en las faldas de la gran cordillera, surgió un centro estratégico de intercambio y religioso que permitió el desarrollo de la arquitectura. Takalik Abaj se enfocó en las terrazas aluviales para asegurar la subsistencia.
Además el contacto cultural hizo que desarrollaran sus propias bases culturales. Las reconocidas cabezas gigantes olmecas de jaguares estaban puestas frente a otras más elaboradas, aveces hechas en jade o en piedra representando otros animales sagrados.
El surgimiento del calendario y la simbología del jade, transformaron la cultura a ritmos sorprendentes. Se halló monumentos con escritura calendárica. Las casas tenían ofrendas en los cimientos de su construcción y eran mucho más grandes que las regulares olmecas.
Un cambio astronómico muy peculiar
Se conoce que la cultura primigenia de los olmecas tenía un calendario que tenía como punto de referencia la Osa Mayor. Con ella, varias de las constelaciones llevaban a la adoración del jaguar, pues el jaguar es la figura que se arma en el cielo y la Osa Mayor es la boca del animal simbólico.
El cambio se ve en la adoración de la serpiente por los mayas. El porqué también es cosmológico: al lado de la boca del jaguar, está la constelación de Draco, la serpiente. El cambio ideológico podría considerarse político-religioso, debido a que se cambiaron muchos preceptos.
Estos cambios no se vivieron en todo el mundo mesoamericano, debemos tomar en cuenta que la influencia de los olmecas como cultura madre abarcó varios territorios. Sólo al sur, en Guatemala se estaba librando este surgimiento, en otras partes los olmecas estarían mucho tiempo más.
También la cultura olmeca fue la precursora del comercio de largas distancias en toda la zona mesoamericana. Sabemos que el intercambio de cacao, obsidiana, plumas de quetzal y de guacamayas, piedras como la pirita, el basalto, la andesita y la jadeíta, fue gracias a ellos.
En Takalik Abaj el intercambio ayudó a la fusión de varias culturas del sur con las del norte. El surgimiento de una cultura propia y autóctona pero con las bases olmecas.
La ciudad tuvo una vida corta. Aunque su conocimiento se llevó a otros lugares, cien años después la sagrada ciudad fue abandonada pero visitada por su origen sagrado. Hoy en día, las investigaciones sobre los mayas siguen abonando mucho terreno para la ciencia.
Fuentes:
- Pinedo Erick. Muerte de un rey, nacimiento de un imperio. En National Geographic en español. Agosto del 2013.
- https://es.wikipedia.org/wiki/Takalik_Abaj
Imágenes: 1: tikalpark.com, 2: mayaexpeditions.com, 3: archaeology.org