Un aspecto fundamental del ser humano cuando aún se halla en los primeros años de vida, es que goza de una formidable imaginación. Algunos metafísicos dicen que esa imaginación es clarividente gracias a que el alma no se ha corrompido aún, por eso sería que los niños de corta edad manifiestan ver ángeles, seres extraños y hablan con ellos. Varios casos se registran en todas las épocas y culturas. Sin embargo, no sólo es cuestión de ángeles, pues al parecer también perciben entidades malignas, según algunos relatos aterradores de niños que han entablado una amistad paranormal con alguna clase de ente. Veamos:
El fantasma de la mujer de rojo
En un poblado de Oaxaca, Martha se llevó el gran susto de su vida, cuando su hermanito menor comenzó a contarle acerca de una mujer vestida de rojo que se le aparecía en la habitación por las noches. El niño le decía que se llamaba Fanny y llegaba por las noches flotando a darle la bendición. Pero curiosamente, Martha recordó que un familiar que había muerto mucho tiempo atrás, tenía ese mismo nombre y su color favorito era el rojo. Encontró una fotografía guardada en el baúl de los recuerdos y grande fue su sorpresa cuando el niño, de cinco años de edad, la reconoció. Pero por si fuera poco, dijo que también veía a un sujeto llamado Jacob que dormía junto a Martha todas las noches.
El pirata del más allá
En un colegio de Texas, quedaron asombrados ante la experiencia que vivió uno de los niños y su familia. El padre de Daniel, Ramón Juarez, contaba aterrado en las juntas directivas del colegio de su hijo de tan sólo 7 años de edad, las cosas tan siniestras que él llegaba a decir en casa. Cosas como que veía a un fantasma al que le decía “el capitán”, a quien describía con una larga y blanca barba y quien le insinuaba que cuando creciera, su misión tendría que ser asesinar a muchas personas, bajo su dirección. La cosa empeoró cuando Daniel, muy atormentado por su supuesto amigo imaginario, lloraba amargamente porque decía no tener ninguna intención de matar a nadie nunca, pero “el capitán” le insistía en que se iría a acostumbrar. Lo llevaron al psicólogo, pero los exámenes demostraron que el niño contaba con excelente estado mental.
Los ángeles de dudosa procedencia
Max, un niño de 5 años, ya acostumbró a su familia a escucharlo hablar con sus amigos imaginarios. Max asegura que habla con ángeles todo el tiempo. Y efectivamente su conversación con esos supuestos seres invisibles, se produce cada instante. Tanto en el colegio, como en su casa sospecharon que de pronto padecería de algún mal psiquiátrico, pero le realizaron las pruebas pertinentes, y su salud mental es óptima. Lo grave no es que manifieste conversar con entidades de otras dimensiones, sino que cierto día su madre lo escuchó decirle a uno de los presuntos ángeles: “… pero es mi único papá, no puedo matarlo así me lo pidas”.
El fantasma del abuelo
Esto ocurrió en Seattle, Estados Unidos. La pequeña Margareth llevaba días contándole a sus padres acerca de sus encuentros paranormales con un hombre transparente que todas las noches entraba a su habitación y la persignaba. Como a diario la niña contaba lo mismo, su madre decidió investigar bien cómo eran las facciones de dicho fantasma. Cuando Margareth lo describió, sospecharon que se trataba de su abuelo fallecido hacía 15 años. Cuando miraron un álbum de fotos familiares, la pequeña lo reconoció y fue uno de los momentos más impactantes de esa familia.
“El diablo está en camino”
Eso fue lo que dijo una menor de sólo 3 años de vida, cuando entró su madre a la habitación y la encontró hablando sola como de costumbre, con sus dos amigos imaginarios que hacía unos meses atrás comenzaron a aparecérsele y ella los llamaba: Dee Dee y Dodo. Cuando fue sorprendida por su mamá, hizo que colgaba el teléfono de juguete, se quedó mirándola fríamente y con total certeza exclamó: “Shhh el diablo está en camino”.
“No digas mi nombre”
La pequeña Kathy no fue la excepción de los niños que aseguran ver y entablar comunicación directa con personas invisibles para los demás. Lo raro fue que su familia le preguntaba continuamente el nombre de aquel amigo imaginario, a lo que ella se negaba aferradamente. Un día que jugaba encerrada en su habitación, sus hermanos se acercaron a escondidas para espiarla. En esos momentos ella jugaba con aquel amigo imaginario y grande fue su impresión, cuando Kathy lo llamó por su nombre y los dejó petrificados: el nombre de su amigo era: Lucifer.
Las personas que saben acerca de fenómenos paranormales y asuntos metafísicos, consideran una frase que desde épocas remotas, es famosa entre los ocultistas: «Para el sabio, imaginar es ver y crear».
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