Esta vez en el Caribe
Hace algún tiempo que no hablábamos de un críptido – esto es, un animal cuya existencia no se ha comprobado, pero del cual se reconocen varios avistamientos –. Esta vez hablaremos del llamado “Lusca”, un monstruo que acecha en el Caribe, específicamente en una región de las Bahamas.
El Caribe es una de las zonas menos “salvajes” del océano, si podemos ponerlo así. Sus aguas azul celeste son el hogar de magníficos arrecifes de coral y sostienen más bien pocas especies peligrosas para el hombre: así mismo, aunque sufre los huracanes del Atlántico, es un relativo refugio contra las regiones más tormentosas del centro del océano, y a diferencia de su vecino tiene unas aguas muy calmadas.
Sin embargo no por eso carece de leyendas. De acuerdo con los pobladores de la Isla de Andros, en las Bahamas, una misteriosa criatura ronda los inmensos agujeros que rodean los tranquilos mares de la isla.
Los agujeros azules de Andros
Para muchos de los que temen al océano estos agujeros son un recuerdo más de por qué odian el océano. En las aguas claras del caribe se encuentran “agujeros” que denotan un color azul oscuro, pues son muchísimo más profundos que el resto del mar circundante. Conocidos como los agujeros azules de Andros, estos lugares serían el hogar de Lusca.
¿Qué es el Lusca?
Los reportes de la criatura se conocen desde al menos el siglo XVIII. De acuerdo con los locales es una especie de pulpo gigante (a la que a veces se añaden características de anguila o tiburón) que depreda hombres. Cuando un buceador desaparece, o llegan a la costa los restos de una embarcación, normalmente el Lusca es de culpar. Quienes han sobrevivido a los ataques del monstruo relatan que el agua a su alrededor comenzó a burbujear, como si hirviera, antes de que fueran súbitamente succionados hacia abajo.
En el 2011 un grupo de pescadores se encontró con los restos de un pulpo particularmente grande. Calculando su tamaño total a partir de la cabeza y un tentáculo (que era todo lo que quedaba) el animal que llegó a las costas de la Gran Isla de las Bahamas debía medir, de acuerdo con los pescadores, unos 7 a 9 metros de longitud. Estamos hablando de un pulpo inmenso, igual o mayor a los especímenes más grandes del pulpo gigante del pacífico, que mide unos 8 metros de longitud.
Lamentablemente no se conocen especímenes así de grandes en las regiones del atlántico – no digamos en el Caribe – y muchos testimonios han sido desestimados por los especialistas que los consideran una mera leyenda local. De acuerdo con los escépticos el efecto “burbujeante” de los ataques podría explicarse por el efecto de la marea en los agujeros que podría crear una especie de “piscinas” de succión con la capacidad de arrastrar a una persona. Las burbujas suelen acompañar este fenómeno, por lo que resulta razonable.
Sin embargo, muchos de los testimonios del Lusca involucran la aparición de una serie de marcas de ventosas en los brazos y piernas de las víctimas. Dichas marcas no pueden ser explicadas por el fenómeno antes mencionado y llevan a pensar que se trata, indudablemente, de un monstruo desconocido.
Mientras que las versiones más exageradas de la leyenda hablan de un verdadero kraken de 60 metros de longitud, la mayor parte se transa por una criatura más pequeña (aunque igual inmensa) de unos 15 a 20 metros. Aunque no conocemos un animal así de grande, nada impide que una especie gigante de pulpo, al menos tan grande como su pariente del pacífico, habite en estas regiones del Caribe.
Fuente de imágenes: 1: mundoesotericoparanormal.com, 2: studentsoftheworld.info, 3: the-bahamas.net