La Gran Extinción Pérmica: el día que la tierra casi murió El vibrante mundo del carbonífero
La edición pasada vimos una extinción de orígenes desconocidos pero que, al parecer, pudo deberse al dramático aumento de la cobertura vegetal en la superficie terrestre. Las causas de la extinción, aunque no del todo claras, no niegan los dramáticos efectos que tuvo en la vida sobre la tierra y la crisis que desató en los ecosistemas marinos.
Los grandes cambios después de esta extinción favorecerían el crecimiento de los bosques más densos que se conocen en la historia de la humanidad. Insectos gigantes habitarían en estos dominios, alcanzando niveles que jamás se repetirían en la historia (debido, precisamente, al altísimo nivel de oxígeno que alcanzó la atmósfera en este periodo). Este periodo de bosques gigantes vino después del Devónico y se denominó Carbonífero (por los grandes yacimientos de carbón que de allí provienen).
Pero los vientos comenzaron a cambiar. Los continentes, en su eterna marcha por el mundo, formaron de nuevo el supercontinente Pangea, en el que grandísimas regiones se volvieron áridas, desérticas. Los animales evolucionaron en formas gigantes (aunque no tanto como los dinosaurios, que vendrían más adelante) y los reptiles, amos del desierto, se volvieron los reyes del mundo. Este periodo, en el que los grandes bosques desaparecieron, se denomina Pérmico.
La peor catástrofe en la historia planetaria
No se sabe con exactitud cuál fue la causa de la catástrofe, pero se sabe que resultó completamente apocalíptica. La extinción del Pérmico – Triásico (o como a veces se le denomina, la gran mortandad) fue de lejos el episodio más grave que ha sufrido la vida sobre la faz de la tierra desde el discutido episodio de ultra congelación. Nada, antes o después, se acerca a la magnitud de esta extinción… el impacto fue tal que durante varios millones de años la tierra se convirtió prácticamente en un desierto despoblado, en donde solo habitaban los hongos. En total, perecieron un 96% de las especies marinas y alrededor de un 70% a 80% de las terrestres para un total del 90% de la vida en la tierra.
Esta extinción también es particular en tanto que se calcula que sucedió en un lapso menos a un millón de años y quizás tan corto como 300 mil. Aunque algunos investigadores proponen “lapsos” de extinción, parece ser que, aunque precedida por un evento de cambio climático, la extinción ocurrió de manera súbita… en términos geológicos.
Las posibles causas de la catástrofe
Veamos ahora las posibles causas del evento. Debido a la magnitud del mismo, se especula que al menos dos de los eventos siguientes ocurrieron en conjunción, pues ninguno, por sí mismo, podría explicar algo tan dramático. Lo que se sabe es que la tierra entró en una fase de hipercalientamiento de la que no saldría en varios millones de años (explicando esto la demora en la recuperación de la vida).
El supervolcán de Siberia
La primera teoría involucra la explosión de un supervolcán en Siberia que habría liberado suficientes gases de invernadero como para aumentar la temperatura de la tierra en alrededor de 5 °C (solo para comparar, actualmente una posible subida de 2 °C es preocupante para la humanidad). De acuerdo con las evidencias geológicas, estas erupciones habrían causado una superficie de basalto de más de 7 millones de kilómetros cuadrados (casi la mitad de la superficie terrestre de Rusia).
Un peligro en el fondo de los océanos
La segunda teoría involucra algo mucho más preocupante en la actualidad: la liberación de las reservas oceánicas de metano. Desencadenadas por el aumento global de temperatura (seguramente debido a la actividad volcánica) los depósitos de metano, en el fondo oceánico cerca de las costas, comenzarían a evaporarse aumentando de nuevo el nivel de la temperatura terrestre. Esta hipótesis concuerda con las observaciones y los análisis geológicos y se calcula que el metano, por sí solo, aumentó en otros 5 °C la temperatura terrestre.
Otra teoría involucra la liberación de sulfuro de hidrógeno, tóxico, por parte de los fondos marinos que, por razones desconocidas, habrían quedado desprovistos de oxígeno. De acuerdo con algunos modelos, en apenas unos miles de años los gases aniquilan a un número considerable de animales de la superficie y afectan seriamente la capa de ozono permitiendo la entrada de los letales rayos UV.
¿Influencia extraterrestre?
Una última teoría involucra causas extraterrestres, ya sea por el impacto de un meteorito o la explosión de una Supernova en la cercanía terrestre, que habría destrozado la capa de ozono. En ambos casos, este impacto habría sobrevenido sobre unas poblaciones ya debilitadas por los eventos anteriores, causando la peor extinción en la historia de nuestro planeta.
La recuperación fue extremadamente lenta. Unos 5 millones de años después de la catástrofe la cantidad de plantas aún era extremadamente baja, lo cual a su vez no permitía la existencia de un buen número de herbívoros. En un punto, 90% de la masa animal terrestre estaba constituida por un solo vertebrado: Lystrosaurus. No sería hasta unos 30 millones de años después cuando por fin la tierra recobraría su natural diversidad.
Pero la extinción abriría la puerta a nuevas formas de vida. Los ecosistemas marinos, muchos de los cuales eran muy simples, se convirtieron en ecosistemas complejos y generaron a los gigantescos cazadores del periodo siguiente. Y los célebres dinosaurios reemplazarían a los anteriores reptiles, mientras que monstruos alados volarían por los aires. Esta sería, en toda regla, la era de los reptiles.
- Misterios de la Biología: extinciones masivas en la Historia, parte 1
- Misterios de la Biología: extinciones masivas en la Historia, parte 2
- Misterios de la Biología: extinciones masivas en la Historia, parte 4
- Misterios de la Biología: extinciones masivas en la Historia, parte 5
- Misterios de la Biología: extinciones masivas en la Historia, parte 6
Sobre la siguiente extinción hablaremos en el próximo artículo.
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