Durante años hemos escuchado que la forma adecuada de sentarse de una dama es hacerlo con las piernas cruzadas. No obstante, también son los cientos de mitos que han surgido en los últimos años sobre los efectos negativos que tiene esta práctica en nuestra salud.
Ya que en la actualidad, tanto mujeres como hombres han adquirido este hábito, a la hora de sentarse, bien sea en el autobús, el césped, la oficina o la casa, hemos decidido presentar este artículo donde se analizarán cuatro de los mitos más comunes sobre los efectos de cruzar las piernas. A continuación entonces algunos mitos y verdades sobre el hecho de cruzar las piernas:
Causa entumecimiento o parálisis
De acuerdo a un artículo publicado por la BBC de Londres el entumecimiento o adormecimiento que podemos sentir en nuestras extremidades inferiores después de tenerlas durante algún tiempo cruzadas, se debe esencialmente a la presión que se ejerce sobre el nervio peroneo, el cual se encuentra ubicado justo detrás de la rodilla. Sin embargo tan sólo se trata de algo temporal, de lo cual te recuperarás pasado un momento. De hecho, de acuerdo al artículo publicado por este medio británico deberías pasar horas y horas continúas con las piernas cruzadas para desarrollar una patología conocida como parálisis del nervio peroneo, lo cual te causaría la imposibilidad de mover los dedos de tu pie, así como la parte de delante de éste. Así que cruzar las piernas durante un rato y de vez en cuando no te dejará para nada un entumecimiento permanente en tu extremidad.
Aumenta la presión sanguínea
Igualmente otro de los grandes mitos que rondan en detrimento de la práctica de cruzar las piernas es que este hábito puede traer un aumento considerable de la presión sanguínea, colocando en riesgo tu salud cardiovascular. En este sentido, a través de un artículo publicado en su portal de internet, la BBC hace referencia a un estudio realizado en Turquía por una clínica especialista en el estudio de la Hipertensión, a fin de determinar si realmente la practica de cruzar las piernas tenía alguna incidencia en la medición de la tensión.
De esta forma, los científicos procedieron a medir la tensión de un grupo de personas, primero con las piernas cruzadas y luego sin cruzar. En efecto se comprobó que el conteo de presión sanguínea era más alto cuando el individuo tenía las piernas cruzadas, ocurriendo los conteos más altos dentro de la población de pacientes que ya de por sí eran tratados por tener presión alta. Sin embargo, también se pudo comprobar que sólo tres minutos después de haber descruzados las piernas los niveles de presión sanguínea volvían a estar en su nivel adecuado.
De esta forma los científicos pudieron establecer, que pese a la creencia popular, cruzar las piernas en realidad no produce un aumento de la presión sanguínea trascendente en el tiempo, que pueda causarle algún daño permanente a tu salud. Sin embargo –continúa el artículo de la BBC- los médicos advierten a las personas con mayor riesgo a sufrir coágulos que como precaución eviten pasar tiempos prolongados con las piernas cruzadas.
Causa varices
De acuerdo a la descripción científica, las varices se producen cuando los diminutos vasos sanguíneos, encargados de hacer que la sangre fluya en dirección correcta, se debilitan, haciendo que parte de la sangre se detenga y se estanque, produciendo la inflamación y hasta ruptura de la vena. Sin embargo, los médicos creen que las varices responden mayoritariamente a un hecho genético, más que a factores externos, a pesar de que se aconseja no usar tacones altos o ropas muy apretadas por largas jornadas. En cuanto a lo que atañe este artículo, de acuerdo a lo señalado por la BBC en su portal, los médicos no han podido establecer un nexo directo entre el hábito de cruzar las piernas y las varices, por lo que esta también resulta una creencia popular que no ha podido ser comprobada por la ciencia.
Produce daños en las articulaciones
Así mismo se tiene la creencia de que el hábito de cruzar las piernas puede traer algún tipo de afectación sobre las articulaciones. De acuerdo a lo reseñado por la BBC en su portal, un estudio científico enfocado a analizar precisamente el efecto negativo o positivo que traía a las articulaciones del cuerpo el hábito de cruzar las piernas, determinó que generalmente quien cruza las piernas por un tiempo prolongado tiende a echar su cuerpo o tronco hacia adelante, creando una mala postura al estar sentado. Sin embargo, si la misma persona estuviese pendiente de conservar una buena postura durante su estadía con las piernas cruzadas, este hábito no tendría ningún otro tipo de repercusión en las articulaciones. Por ende, este constituye también otro mito, ya que de acuerdo a los estudios realizados cruzar las piernas no causa daños a tus articulaciones.
Así que la próxima vez que vayas a sentarte con las piernas cruzadas siéntete tranquilo, pues según la ciencia este hábito no te causará parálisis de extremidades, aumento de presión arterial, varices o daños permanentes en las articulaciones. No obstante recuerda que una vida sedentaria o no moverte durante muchas horas no es para nada saludable, por lo que lo más recomendable es alternar cada cierto tiempo la pierna que mantendrás cruzada, y levantarte de vez en cuando, a fin de que la circulación sanguínea se vea favorecida.
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