Banqueros
Son pocas las profesiones que han sido tan sistemáticamente odiadas, y cuestionadas, como las de los banqueros. La usura ha sido un crimen casi universal al punto que religiones enteras, como el Islam, llegaron a prohibirlo. Y los banqueros en general se caracterizan por la usura.
Pero parece ser que el oficio de banquero es tan antiguo como la civilización misma, habiendo existido en Sumer y Babilonia, las primeras “civilizaciones” propiamente hablando. Para fortuna de arqueólogos e historiadores, estas sociedades llevaban gran parte de sus registros en tablillas de arcilla, por lo que muchos han permanecido hasta el presente.
Sin embargo, si bien las primeras evidencias de la existencia de bancos o préstamos viene del milenio 3 o 4 a.C. (el Código de Hammurabi, escrito en torno al 1754 a.C., ya les dedica bastante espacio), las primeras evidencias de una familia de banqueros son mucho más recientes. Provienen del Imperio Aqueménida, es decir, de los Persas (sí, aquellos que fracasaron en su invasión a Grecia), y fueron halladas en una expedición realizada por la Universidad de Pensilvania en 1893.
La Familia Murashu
Todo indica que los primeros banqueros en la historia, de hecho, fueron sacerdotes y relacionados. Esto se debe a que tradicionalmente era en el templo donde se guardaban los excedentes y por lo tanto eran los sacerdotes y encargados quienes tenían mayor acumulación para realizar préstamos.
Sin embargo, para tiempos del Imperio Aqueménida ya el asunto se había “profesionalizado” un poco, por así decirlo, y eran familias las que se encargaban del asunto. Y una de estas familias, la primera de la que tenemos registro, era la familia Murashu.
De acuerdo con las más de 900 tabletas encontradas en su hogar, las actividades de la familia habían comenzado desde antes de la caída de Babilonia y se habían mantenido bajo el gobierno de Ciro el Grande, lo que significaba que habían sido capaces de sobrevivir a una dura catástrofe y a u cambio de gobierno sin mayores problemas.
Entre los negocios de la familia estaba el cuidado de objetos valiosos (que se pagaba con una tarifa anual) en antiguas “cajas fuertes”, el préstamo de dinero a interés e incluso el cobro de impuestos. Era tal el poder e influencia de la familia que el mismísimo Ciro, Emperador de Emperadores, les debía favores.
Negocios familiares
En esta época el negocio de los banqueros no se limitaba a guardar y prestar dinero. Se encargaban también, por ejemplo, de la solución de problemas familiares relativos a herencias o del cobro de deudas a terceros. En una de las tablillas se habla de un debate entre un comerciante judío llamado Udarna y su hermano, quien le había robado unos bienes. La familia no solo recuperó los bienes sino que garantizó que la solución no fuese cuestionada durante tres generaciones.
Así mismo, personajes extremadamente importantes (como Menostanes, nieto del Emperador Jerjes I) mantenían negocios con la familia. Está claro que no se trataba de pequeños prestamistas. Los Musharu eran el equivalente a los grandes conglomerados bancarios de hoy.
Así mismo, en tiempos de Ciro el Grande se autorizó el retorno de los judíos a Israel (recordemos que habían sido exiliados en tiempos de Nabucodonosor II, en torno al 586 a.C.), y los Musharu recibieron permiso del gobierno para financiar dicho retorno. Generalmente eran los más pobres y devotos los que volvían, mientras que las familias muy pudientes (como los Musharu) se quedaban en las ciudades en que habían hecho fortuna.
El final de la dinastía
No está claro qué llevó a la desaparición de los Musharu. Las tablillas revelan que al menos tres generaciones consecutivas de banqueros fueron exitosos en sus negocios; sin embargo, las evidencias se desvanecen después de ello. Fue una fortuna corta, si la comparamos con las dinastías de banqueros europeos que sobrevivieron por siglos.
Resulta curioso que la primera dinastía bancaria que se conoce sea judía. Si recordamos, en los tiempos del Medioevo se cuestionaba duramente a los judíos por su participación en actividades bancarias, llevando a un creciente sentimiento de antijudaísmo y a la acusación de ser usureros y avaros. Esto llevaría a innumerables crueldades, incluyendo los constantes progroms y la expulsión de prácticamente todos los países entre 1200 y 1500, y sentaría las bases para el sentimiento que eventualmente llevaría a la Alemania Nazi.
Bibliografía: - https://historiasdelahistoria.com/2018/01/15/la-familia-babilonica-murashu-la-primera-dinastia-banqueros-la-historia
- https://en.wikipedia.org/wiki/Murashu_family
Imágenes: 1: messianicjudaism.me, 2: wikipedia.org