La cueva del Dragón
En la Edad Media corría la leyenda en tierras eslovenas de que algunas cuevas estaban habitadas por dragones. Se trataba del sistema de cuevas de los Alpes Dináricos, una magnificente creación de la naturaleza que, incluso sin dragones, los hombres habían de temer.
Pero la tradición era clara: allí habitaban las bestias capaces de respirar fuego. ¿Cómo lo sabían? Sencillo: las crías de los dragones de vez en cuando escapaban de la cueva y aparecían en sus alrededores.
Proteo
Por supuesto, no se trataba en verdad de dragones, sino de Proteos: unos magníficos anfibios que pasan toda su vida en el agua cárstica de las cuevas alpinas y que parecen criaturas de otro planeta. Las características del proteo, aunque no lo conviertan en un ser sobrenatural, sin lugar a dudas lo ubican muy arriba en la lista de los animales más raros del mundo.
Se trata de un animal de unos 20 a 40 centímetros de longitud, cuerpo completamente blanco y cola y miembros cortos. Al ser un habitante de las cuevas, ha perdido prácticamente toda su visión y sus ojos se encuentran bajo la piel… sin embargo, siguen siendo sensibles a la luz… como lo es toda su piel. Aunque no puedan “ver” en el sentido en el que lo hacemos la mayor parte de los animales, sí pueden sentir cuando salen de la cueva.
A cambio de ello, han desarrollado uno de los olfatos más precisos del reino animal y son capaces de detectar el más mínimo sonido tanto en el agua como en el suelo, detectando así mismo su procedencia. Tienen además la capacidad de detectar los campos eléctricos de los animales que se mueven a su alrededor: al ser los superdepredadores del ecosistema buscan cualquier animal para poder consumirlo.
Quizás la característica más peculiar de estos animales es su increíble longevidad. Los proteos alcanzan la madurez sexual a los 14 años y pueden perfectamente vivir más de un siglo, aunque por lo general unos 60 años suele ser la norma… y aún más impresionante, es capaz de sobrevivir hasta 10 años sin alimento (una adaptación al ecosistema, en el que pueden pasar largas temporadas sin encontrar comida).
Dragones eslovenos
Al tratarse de un animal particularmente raro el proteo se ha convertido en una especie protegida muy importante en Eslovenia y el gobierno de este país ha realizado varios proyectos para garantizar su supervivencia. El más reciente de ellos fue la implantación de varios huevos en la cueva de Postojna bajo luz infrarroja, con el objetivo de garantizar su nacimiento y evaluar su desempeño en las primeras etapas de la vida.
Con el nacimiento del primer dragón, los científicos eslovenos celebran los avances en la conservación de la criatura y esperan que su esfuerzo sirva para controlar la calidad de las aguas de la cueva, de la cual depende la supervivencia de estos magníficos animales.
Imagen: clickittefaq.com