Es la acción de encorvar algún objeto o cuerpo de cualquier contextura, como un papel, una plancha de madera, una lámina metálica, etc, en forma de barquillo. En la carpintería se sabe que las tablas se arruinaron cuando aparecen abarquilladas y quebradizas. Pero esta palabra no sólo aplica en función de un problema ocasional, sino que tiene diversos usos. Veamos:
Para no arruinar recetas culinarias
En el ámbito culinario ocurre algo similar pero obviamente, con la comida. De repente, por ejemplo, la carne asada o frita se retuerce en modo convexo o de barquillo. Suele ocurrir también cuando se prepara carne al grill y esto reduce su aspecto en el plato.
Es un fenómeno producido por la acción del calor y por ese motivo, mientras más intenso y directo sea el fuego o temperatura a alimentos similares como la carne, más posibilidades tiene de que se va a abarquillar. Los chefs recomiendan ciertas técnicas de corte y aplanar con una masa en caso de que suceda. Al cocinar, se debe estar pendientes de los abarquillamientos involuntarios para no arruinar las recetas.
Para hacer tacos mexicanos
Los famosos tacos abarquillados son muy apetecidos por millones de paladares. Hay varias formas de doblar las tortillas, pero en forma de barquillo es una de las más tradicionales.
Para preparar postres
Hacer deliciosos barquillos que acompañen un suculento helado. Hay máquinas que realizan el proceso de abarquillar, pero también hay industrias que lo hacen a mano, como por ejemplo con los conos. No se necesitan muchos ingredientes para preparar un barquillo casero:
tan sólo mantequilla, huevos, harina de repostería y azúcar. Esos elementos se baten y se revuelven hasta quedar una masa que luego se hornea y cuando están en su punto, están maleables para abarquillar o darles el aspecto o molde deseado. Es la misma receta para obleas o preparaciones similares.