Como sinónimo de derrotar

Abatir a una persona es hacerle perder su energía, el ánimo y las fuerzas. Pero no sólo alguien pudiera abatir a otro o a otros, sino también las circunstancias.

Para desviar el rumbo de una aeronave o embarcación

Cuando las fuerzas de los vientos o de una corriente marítima de gran intensidad logran desviar el rumbo de las naves, se conoce como abatir.

Para la cacería con perros

Una de las mejores estrategias para abatir las presas en la actividad de la caza, es emplear perros. Obviamente, es aún mucho mejor cuando se cuenta con el apoyo de una buena arma para tal fin.

Para indicar que se ha derribado algo

En el uso del verbo en sí, en modo transitivo, tiene una acepción relativa a derribar, hundir, derrocar, tumbar, deshacer, etc. Si se utiliza metafóricamente, entonces su sentido se dirige al de humillar o atacar.

Para capturar a algún cabecilla o líder delincuencial

En los medios de comunicación masivos, se habla en gran medida de noticias de operaciones policiales o militares en contra de estructuras subversivas, o estimadas como delictivas, cuyo fin era abatir a alguno de sus líderes. Más que todo, los noticieros lo usan como un sinónimo de matar, pero en realidad el verbo abatir tiene otros conceptos, como hemos visto.

Como término en la caza de animales

Los aficionados de la cacería siempre emplean la palabra abatir, para referirse a la acción de hacer caer muerto a un animal. Ya cuando se ha seleccionado la víctima, observando a través de los binoculares, el cazador debe acercarse hábilmente a la presa para ajustarse a la distancia requerida para ar un disparo con más probabilidades.

Hacer caer sin vida a un animal, Una vez identificado el ejemplar que se tenga que abatir con la ayuda imprescindible de los binóculos, se inicia un minucioso acercamiento para tener el animal a la distancia justa que permite disparar con suficientes garantías de éxito.

En dibujo técnico con el sistema Diédrico

Se habla de abatir un plano, que consiste en hacerlo coincidir con uno subyacente, utilizando como bisagra la intersección recta que hay entre ambos.

Muy parecido a pasar las hojas de un libro, es abatir un plano proyectante en sentido vertical, sobre el plazo horizontal de proyección. Es decir, si se abate un plano proyectante vertical por ejemplo llamado Q, sobre el plano horizontal de protección, su traza en sentido horizontal, tendrá la función de charnela y por consiguiente, se quedará en el mismo punto. En cambio, a traza vertical dará un giro en un uno y otro sentido y teniendo como punto de referencia central a “n”, que es el punto de confluencia de las trazas sobre la línea hasta que coincida con la misma.