Es una palabra ambigua, que en primer lugar se refiere al rechazo enérgico de algo, alguien o algún asunto que provoca el estado de repulsión. En el ámbito religioso es todo aquello que está ligado a la maldad y a lo contrario a Jesucristo y a Dios, o a sus creencias espirituales. En algunas regiones puede tomarse como un terrible insulto.
Para hacer referencia a los delitos pecaminosos
En terrenos religiosos, el término abominación se utiliza para referenciar algo que causa rechazo ante su contraste con las normas establecidas en dicho dogma. También llamados pecados, son todos aquellos actos considerados como abominables, porque corrompen el alma y hacen fracasar al espíritu. Por ejemplo, el libro del Levítico de la Biblia califica como una abominación el hecho de eyacular la simiente, acostarse con otros de su mismo sexo, etc. También es una abominación negar a Dios, ser adúltero, ser fornicario, mentir, sentir orgullo, matar, robar, etc.
Para temáticas cinematográficas y literarias del género de terror
En la literatura, o la industria cinematográfica de la categoría de terror, se habla de temáticas de abominación, que suelen ser muy taquilleras y vendidas. Se conocen grandes historias como El abominable hombre de las nieves, entre otras. Hay un personaje villano cuyo nombre es “Abominación”, en una de las producciones de Marvel.
Como un insulto
En la actualidad esta palabra utilizada en combinación con otras específicas, manifiesta uno de los insultos más significativos que alguien pudiera proferir, pues da a entender que una persona carece de dignidad humana y que posee una mente inferior, sin la habilidad de tomar sus propias decisiones, ni reflexionar u opinar y en el caso más grosero, si se le dice a una persona que es una abominación se le está expresando que ni quiera es digno del derecho de la vida.