Tiene dos connotaciones: la primera se refiere a una persona que posee una gran habilidad para la comprensión de las situaciones y de las cosas, con lo cual consigue siempre beneficiarse. Principalmente se usa así este término en Guatemala y México. Y en una segunda acepción y es la más general, es la condición de haber sido vulnerado de alguna manera en sus derechos y su integridad.
Para recibir ayuda psicológica profesional
Las personas abusadas sexualmente quedan con graves traumas psicológicos, que van a demarcar el resto de su existencia. La mayoría de quienes han sido abusados han presentado cuadros psicóticos muy serios y varias de esas víctimas luego se convierten en victimarios. Por ende es urgente que alguien que haya sido abusado reciba la atención médica inmediata y el acompañamiento intensivo de profesionales de la Psicología y Psiquiatría.
Como expresión coloquial
También puede usarse como una expresión que se emplea para lanzar una advertencia a alguien, de que una situación de eminente peligro está a punto de ocurrir en la menor brevedad. Por ejemplo: “¡abusado! Méx ¡abusado! ¡ahí viene la policía!”
Para informar de inmediato a las autoridades
En el caso en que un menor haya manifestado ser abusado, debe mantenerse lo más aislado posible de su victimario y llamar en la menor brevedad a las autoridades locales.
Para escuchar a la persona que ha sido abusada
En esos casos tan delicados, conviene tomarse un buen tiempo para que la víctima decida contar lo sucedido. Es necesario conservar la calma y saber escuchar, así como hacerle ver a ese alguien que se le ama y que existe plena confianza entre amos. Lo mejor es realizar esas conversaciones en un lugar muy seguro donde se perciba también comodidad. No se debe asustar ni reaccionar bruscamente ante lo que la víctima relate.