Dentro de los distintos aparatos y sistemas que conforman la anatomía humana, se conoce con el nombre de Sistema Muscular a aquel conformado por músculos, tanto aquellos controlados por el sistema nervioso así como por los que funcionan de forma autónoma, y tendones, tejidos que juntos son responsables de darle firmeza, estabilidad y movimiento al cuerpo.
Funciones del Sistema muscular
Representando por lo menos un 40% del cuerpo humano (es decir 400 g de músculo por cada kilogramo de peso), el Sistema Muscular se encuentra en cada región de la anatomía, en donde cumplen distintas funciones, vitales para la vida y la sobrevivencia, y entre las cuales destacan las siguientes:
- Locomoción: De esta manera, son los músculos los tejidos que le permiten al cuerpo humano moverse, tanto para levantarse, agacharse o desplazarse, asegurando con esto la posibilidad de escapar o ir en búsqueda de alimento.
- Circulación: así mismo, los músculos permiten que la sangre sea capaz de desplazarse por el cuerpo, permitiendo entonces la oxigenación correcta de los distintos órganos del cuerpo.
- Estímulo orgánico: también, son los músculos los que cumplen la función de ayudar y permitirle a todos y cada uno de los órganos internos cumplir con las funciones para las cuales existen.
- Protección de órganos: además de estimular a los órganos a cumplir con sus funciones, los músculos –junto al sistema esquelético- sirve de protección a los diversos órganos del cuerpo.
- Reflejar el estado físico: igualmente, los músculos fungen como espejos en donde pueden reflejarse el buen o mal estado fisiológico de la persona, puesto que la mayoría de las afecciones orgánicas suelen manifestarse por medio de espasmos o dolores musculares.
- Gestos faciales: por otro lado, con presencia de más de veinte de ellos en la cara, son los músculos responsables de los gestos faciales, como por ejemplo fruncir el ceño, sonreís, llorar, hablar.
- Masticar: los músculos también cumplen la importante tarea de ayudar al humano en el acto de tomar y masticar alimento, fase inicial de la digestión y actividad vital para la sobrevivencia.
- Estabilidad: aun cuando el aparato esquelético es el encargado de brindar sostén al cuerpo, son los músculos quienes también aportan mucho a la capacidad del cuerpo de mantenerse estable, tanto en reposo como en movimiento.
- Posiciones: por consiguiente, los músculos también cumplen con la función de ayudar al cuerpo a mantener las distintas posturas que el cerebro le indica, para cuando el cuerpo se encuentra en reposo.
- Calor: de igual forma, cuando el cuerpo entra en movimiento, el cuerpo genera calorías, es decir, libera calor, el cual es aprovechado por el cuerpo para aquellas funciones destinadas a mantener sus niveles de temperatura.
- Morfología: la Ciencia también indica que son los músculos, al recubrir los huesos, los responsables de la forma particular que tiene el cuerpo humano.
Partes del Sistema muscular
De acuerdo a la Anatomía, el Sistema Muscular estaría conformado por los músculos y los tendones. En consecuencia resulta pertinente definir brevemente cada uno, a fin de entender su composición e importancia. A continuación, las partes del sistema muscular:
Músculos
En primer lugar, dentro del Sistema muscular, se encuentra el músculo, el cual es definido como un tejido blando que se encuentra distribuido en todo el cuerpo humano –así también como en la mayoría de animales vertebrados, a fin de cumplir con distintas funciones, relacionadas sobre todo con el movimiento y estabilidad corporal. Así mismo, gracias a los tendones (el otro componente del Sistema Muscular) se encuentran unidos a los huesos, a los cuales hacen mover, a través de sus propios movimientos de contracción y elongación. Dentro de los músculos suelen distinguirse tres tipos:
- Músculo estriado: conformado por fibra muscular, y que cuenta con la forma característica de huso, contando entonces con extremos bastante angostos. Así mismo, la Ciencia le atribuye a este tipo o grupo de músculos, el ser responsable directo de los movimientos oculares, bucales y esqueléticos.
- Músculo liso: por su parte, este tipo de músculo –conocido también con el nombre de músculo involuntario- cumple con la función de ayudar a los órganos del aparato reproductor, el aparato excretor, así como la piel, los vasos sanguíneos y los demás órganos a cumplir con sus funciones, gracias a las distintas contracciones y elogaciones musculares, las cuales son transmitidas desde el sistema nervioso vegetativo autónomo.
- Músculo cardíaco: por último, la Ciencia señala la existencia del músculo cardíaco, el cual se caracteriza por ser una especie de músculo estriado, el cual se encuentra en el corazón, cumpliendo con la importante y vital tarea de bombear sangre, a fin de que esta recorra el cuerpo, llevando oxígeno a los demás órganos y tejidos. Sin necesidad del estímulo nervioso, el músculo cardíaco funciona de forma autónoma, siendo descrito por los anatomistas como un músculo autoexitable, además de rítmico.
Tendones
El segundo componente del Sistema Muscular son los tendones, los cuales pueden ser descritos como una especie de cordón, de gran resistencia y conformado por tejido conectivo, cuya principal función es unir el músculo al hueso, a fin de garantizar que cuando el músculo se contraiga o elongue, el hueso se mueva, garantizando entonces tanto las posturas como el desplazamiento y movimiento corporal.
Imagen: pixabay.com