Agua
No hay duda alguna: el componente clave para el surgimiento de la vida en la Tierra es el agua. En tanto que solvente, permitió la mezcla de innumerables sustancias químicas que reaccionarían entre sí, con otras y con la electricidad y los rayos UV (entre otras cosas que quizás ni conocemos) y generaron complejos compuestos orgánicos de donde surgiría la vida.
El proceso en sí mismo no lo conocemos, ni es probable que lo conozcamos en el futuro cercano. Pudo tardar un año, diez, mil o 100 millones, no lo sabemos, pero en cualquier caso sucedió. La prueba es que estamos aquí.
Y por esta razón cuando buscamos planetas que pudiesen albergar vida lo primero que hacemos, siempre, es buscar agua.
TRAPPIST-1
El Sistema TRAPPIST-1 fue encontrado en 2016 y se encuentra relativamente cerca de nuestro sistema solar, a tan solo 40 años luz de la Tierra. Consiste en una estrella (una enana roja) y 7 planetas (bautizados con las 7 primeras letras del alfabeto), de los cuales al menos tres cumplen dos condiciones centrales: son rocosos y se encuentran en la zona de habitabilidad (es decir, en el área alrededor de la estrella en la que el agua podría existir en estado líquido).
Los planetas, claro, están demasiado lejos para verse directamente y únicamente pueden detectarse cuando pasan justo enfrente de la estrella. Sin embargo, esto es suficiente no solo para saber que están allí, sino para conocer su velocidad, su densidad y su tamaño.
Esto se logra con el análisis de las variaciones gravitacionales detectadas en la luz de la estrella. Y así, ha podido determinarse que al menos varios de estos planetas podrían estar compuestos mayoritariamente de agua, quizás hasta un 5% de su masa. Esto los convertiría en uno de los “Planetas Oceánicos” que discutimos en un artículo pasado (ver Planetas Oceánicos), pues a comparación la Tierra apenas si tiene un 0,02% de agua respecto a su masa.
Lo que es más interesante aún, se determinó que los planetas b y c (los más cercanos a la estrella) podrían tener densísimas atmósferas, mucho más gruesas que la terrestre. Así mismo, los planetas f, g y h estarían demasiado lejos de la estrella y si tienen agua sería en forma de gruesos casquetes de hielo. El planeta e estaría desprovisto de agua.
Esto son buenas noticias pues un estudio anterior indicaba que era probable que estos planetas no tuvieran atmósfera y fueran trozos de roca inerte debido a los “vientos estelares” de su estrella madre. Sobre esto hablamos en este artículo.
Fuentes:
- https://www.nasa.gov/feature/jpl/new-clues-to-trappist-1-planet-compositions-atmospheres
- https://www.sciencedaily.com/releases/2018/02/180205134306.htm
Imagen: youtube.com