¿Podría alguien dominar las estrellas?
Se supone que las estrellas no son más que entes inertes, gigantes que convierten el hidrógeno en helio y el helio en otros materiales en una perpetua máquina de energía… hasta que su combustible se agota, claro. No podemos sino soñar con acercarnos a una, no digamos manipularla, y somos completamente dependientes de nuestra estrella – el Sol – y vulnerables ante cualquier cambio que ella llegase a tener.
Pero, ¿y si fuéramos capaces de hacerlo? ¿Y si nuestra tecnología, limitada por leyes físicas que aún no entendemos del todo, nos permitiera manipularlas a nuestro antojo, pero no abandonar los dominios de nuestro Sistema Solar? ¿No serían entonces un método perfecto para comunicarnos con otras inteligencias?
Esta es la propuesta de la doctora en Astrofísica Lucianne Walkowicz, de la Universidad de Princeton. Y curiosamente, pese a las obvias limitaciones y las muchas críticas que se pueden hacer a esta teoría, la Universidad de Chicago ha decidido que tiene alguna validez y ha comenzado a financiarla mediante un programa titulado “Nuevas Fronteras en Astronomía y Cosmología”. Se trata de analizar factores que podríamos haber pasado por alto con respecto a estrellas comportándose de manera peculiar porque, bueno, porque en primer lugar jamás buscamos eso.
Nuestra premisa – dice Walkowicz – es que hasta ahora hemos tenido una idea preconcebida de cómo sería una señal enviada por inteligencias extraterrestres. Sería básicamente el tipo de señal que nosotros somos capaces de crear, algo entendible pues buscar otro tipo de señal, de una tecnología completamente desconocida, sería algo bastante complicado.
Sin embargo, continúa la científica, una especie capaz de manipular la luz de las estrellas muy seguramente se habría dado cuenta pronto de que esta era una manera infalible de ser descubierto (aunque no comprendido) por otras inteligencias en el universo. Por lo tanto, propuso que ella, junto con un equipo de investigadores, investigaría la gigantesca base de datos de la Misión Kepler para determinar si algunas estrellas se han comportado de manera poco natural y analizar este comportamiento en caso de que llevara oculto un mensaje.
Un inmenso proyecto de análisis
Por ahora, el equipo se encuentra desarrollando un algoritmo capaz de determinar con precisión si una estrella se comporta de acuerdo con un fenómeno natural (por ejemplo, ciclos normales en su interior o el paso de un planeta por su órbita) o si, por el contrario, debe su comportamiento a razones desconocidas. En este caso, vendría luego el trabajo de explicar estas razones.
De acuerdo con el proyecto, Walkowicz intentaría primero descartar todas las posibilidades físicas antes de embarcarse en un hipotético análisis de un lenguaje extraterrestre basado en los destellos estelares. Por supuesto, aunque la científica no encuentre nada que indique la existencia de una civilización interesada en comunicarse con nosotros, el conocimiento que podría aportar al campo astronómico sería considerable… la cual es seguramente la razón por la que el proyecto ha sido aprobado pese a sus bajas probabilidades de tener éxito.
Por ahora, el llamado “Proyecto Walkowicz” no es más que una oda a la imaginación humana. No puede uno sino pensar en una civilización que hubiese descubierto algún oscuro secreto que llevara a su destrucción, y lo hubiese plasmado, con un último aliento estelar, en la superficie brillante de una estrella. El conocimiento estaría allí, por unos cuantos miles de millones de años, para advertir a los que vengan después de no cometer el mismo error.
¿Qué creen que encuentre la científica en su análisis de las estrellas?
Fuente de imágenes: 1: tedcdnpi-a.akamaihd.net, 2: morethangreen.es