Los senos son una parte del cuerpo femenino, ubicado delante del tórax, en la parte de arriba, justo por debajo de los hombros y encima del abdomen. Así mismo se encuentran compuestos principalmente por tejido graso, el músculo pectoral, piel, y contienen las glándulas mamarias.
Significado de los senos
Aun cuando esta parte del cuerpo se encuentra presenta tanto en mujeres como en los hombres, en estos últimos se opta por nombrarlo como pecho, dejando el nombre de senos exclusivamente hacia la mujer, considerándolos además como una parte representativa del cuerpo femenino, encontrándose relacionado tanto con la maternidad y la lactancia, así como un símbolo de sus sexualidad y belleza.
En este sentido, como símbolo al fin del cuerpo de la mujer, los senos también han sido representados y referidos a través del Arte. De esta manera, han nacido esculturas, pinturas e incluso Poesía, que tiene como tema central los senos femeninos, los cuales por lo general son asumidos como fuente de vitalidad, alimentos, así como profunda sensualidad y deseo, dependiendo desde el punto de vista que el artista quiera abordar.
Poemas sobre senos
Al respecto, resulta pertinente traer a colación algunos poemas sobre senos, los cuales pueden encontrarse en algunas páginas o portales de la web. Sin embargo, es importante advertir que estos textos pueden contener imágenes un poco explícitas, las cuales –en caso de tratarse de niños o jóvenes- es mejor revisar en conjunto con los padres o adultos, así como referir a estos cualquier tipo de pregunta. Igualmente, se recuerda que en la Poesía, el Poeta siempre trata de que su objeto de deseo quede expuesto dentro del poema, construyéndolo a través de imágenes que exalten la belleza de éste. A continuación entonces algunos poemas cuyo tema central son los senos femeninos:
Oda a tus senos Son tus senos dos frutas ya maduras
un éxtasis de amor sobre mis labios
fuentes que manan delicias y dulzuras
como capullos de rosa perfumados
Son tus senos manantial que siempre brota
claros de luna posados en mi almohada
con la tenue tersura de su piel suave
en la tibieza de una noche que me embriaga
Son tus senos melodías no escuchadas
envidia de las diosas y las hadas
que tiemblan en mis manos al tocarlos
mientras llenan de placeres toda mi alma
Son tus senos rosicleres de alborada
terciopelo de crepúsculos alados
miel sobre mis labios derretida
mariposas volando hacia un ocaso
Son tus senos arroyos cristalinos
por donde serena y mansa corre el agua
un oasis de paz para el guerrero
que después de la lucha encuentra calma
Déjame beber en la fresca fuente de tus senos
la suave esencia de un amor que no se acaba
Son tus senos dos frutas ya maduras
un éxtasis de amor sobre mis labios
fuentes que manan delicias y dulzuras
como capullos de rosa perfumados
Son tus senos manantial que siempre brota
claros de luna posados en mi almohada
con la tenue tersura de su piel suave
en la tibieza de una noche que me embriaga
Son tus senos melodías no escuchadas
envidia de las diosas y las hadas
que tiemblan en mis manos al tocarlos
mientras llenan de placeres toda mi alma
Son tus senos rosicleres de alborada
terciopelo de crepúsculos alados
miel sobre mis labios derretida
mariposas volando hacia un ocaso
Son tus senos arroyos cristalinos
por donde serena y mansa corre el agua
un oasis de paz para el guerrero
que después de la lucha encuentra calma
Déjame beber en la fresca fuente de tus senos
la suave esencia de un amor que no se acaba
Este poema del escritor PePe Arias, puede encontrarse en algunos portales de la web, como por ejemplo foroshoshan.com. En sus líneas hay un claro tono erótico, en medio del cual se tejen hermosas imágenes que exaltan la redondez, suavidad y dulzura de los senos de la mujer amada por este poeta. De esta forma, los senos de la mujer querida son comparados con fuentes y manantiales, de los cuales brota la energía vital para seguir día a día.
Senos grandes y pequeños Senos grandes y pequeños
Senos de todo tipo
Senos en sueños
Senos en vitro
Senos traviesos
Senos y nidos
Senos lujuria
Senos de madre
Senos de Virgo.
Senos por todos lados
En los bares y en los caminos
En los lugares oscuros
Y en los claros del abismo
Senos para beber
Para palpar con sigilo
Mientras se duerme la tarde
Me adentro por tu corpiño
Mis manos junto a los labios
Que saben de escondrijos
Senos de dama
Senos de ríos.
Pienso que a mí me gustan porque provocan delirios
Siento que se me sacian las ansias entre sus lirios
Mi boca dulce estampa un beso en sus precipicios
Quizás añorando mieles que nunca probé de niño.
Senos que no reemplazan
Ni mates ni cafecitos
Ni copas de baccarat
Ni néctares del Olivo
Senos irremplazables
A la hora de los gemidos.
Senos tuyos
Senos míos.
Que de esta boca no salga
Con que deleite los miro.
No sabes cuánto daría
Por esos senos benditos.
De pronto llegó la noche
La puerta del fugitivo
Mañana vendré a besarlos
Feliz volveré a sentirlos
Espérame en la ventana
Con ese escote divino.
Senos pequeños presente
Me has dado con tu cariño
Cuando los tenga yo al frente
Sabré cómo cubrirlos.
Senos grandes y pequeños
Senos de todo tipo
Senos en sueños
Senos en vitro
Senos traviesos
Senos y nidos
Senos lujuria
Senos de madre
Senos de Virgo.
Senos por todos lados
En los bares y en los caminos
En los lugares oscuros
Y en los claros del abismo
Senos para beber
Para palpar con sigilo
Mientras se duerme la tarde
Me adentro por tu corpiño
Mis manos junto a los labios
Que saben de escondrijos
Senos de dama
Senos de ríos.
Pienso que a mí me gustan porque provocan delirios
Siento que se me sacian las ansias entre sus lirios
Mi boca dulce estampa un beso en sus precipicios
Quizás añorando mieles que nunca probé de niño.
Senos que no reemplazan
Ni mates ni cafecitos
Ni copas de baccarat
Ni néctares del Olivo
Senos irremplazables
A la hora de los gemidos.
Senos tuyos
Senos míos.
Que de esta boca no salga
Con que deleite los miro.
No sabes cuánto daría
Por esos senos benditos.
De pronto llegó la noche
La puerta del fugitivo
Mañana vendré a besarlos
Feliz volveré a sentirlos
Espérame en la ventana
Con ese escote divino.
Senos pequeños presente
Me has dado con tu cariño
Cuando los tenga yo al frente
Sabré cómo cubrirlos.
Por su parte, este poema corresponde al autor Boni, y fue publicado en su oportunidad por el portal Poemas del Alma. En estos versos, el objeto poético no son los senos de la mujer amada, sino los senos femeninos en general. De esta forma, su autor comienza por mencionar los distintos tamaños y apariencias de los senos que va encontrando por el camino, elevando así los senos de la mujer con sinónimo de belleza y símbolo de erotismo. Hacia el final del poema, su autor compara los senos con un regalo, que nace desde lo femenino.
Finos aleteos de percherón bohemio Finos aleteos de percherón bohemio,
¡Andariegos!
Suaves, dulces, gentiles,
de caminos sinuosos,
blandiendo al cielo.
Ocultos entre copas,
un delirio, un impulso sin nombre.
Callados de lamentos.
Hechos de maderas preciosas,
Alegres, salvajes, reservados,
¡Bellos!
De color, hermosos,
¡así son tus senos!
Nacidos de ti, de tu reclamo inédito hacia el cielo.
Al centro de caracolas, con una fruta al medio;
de botón eréctil, sustancioso, frágil, de color zaino.
de textura nácar, desafiando al viento.
Son ellos como tus ojos,
callados pero ciertos,
son como tus labios;
hermosos,
de tu color, de tus acentos,
de tu piel mediterránea,
son ellos, bonita hermosa,
un desafío, un misterio,
¡de dulce aroma y corazón blandiendo!
Son tus senos un fino argumento
para llegar al cielo, para morir por ellos,
¡para robarte un beso!
Para poblar de flores todo tu hermoso cuerpo,
y se maravillen ellas,
de las gladiolas
que habitan tu pecho.
De su color, de sus tiernos pezones al medio,
nacidos para la guerra, para la paz y la indulgencia,
que como los unicornios, existen,
pero son aún un misterio
que, como las caracolas,
llevan el mar por dentro.
Son tus senos, preciosa, una oración del cielo;
finas joyas que penden abajito de tu cuello,
una fruta ansiada, única, del color de tu pelo.
Son tus senos, chiquilla hermosa,
dos benditos amuletos,
que dan alegría a la vida,
sensacionales monumentos
que arrestan mis ojos
y los llevan al desenfreno.
Fruta tropical de tu cuerpo,
de azahares en flor.
Y de amatista al centro…
Finos aleteos de percherón bohemio,
¡Andariegos!
Suaves, dulces, gentiles,
de caminos sinuosos,
blandiendo al cielo.
Ocultos entre copas,
un delirio, un impulso sin nombre.
Callados de lamentos.
Hechos de maderas preciosas,
Alegres, salvajes, reservados,
¡Bellos!
De color, hermosos,
¡así son tus senos!
Nacidos de ti, de tu reclamo inédito hacia el cielo.
Al centro de caracolas, con una fruta al medio;
de botón eréctil, sustancioso, frágil, de color zaino.
de textura nácar, desafiando al viento.
Son ellos como tus ojos,
callados pero ciertos,
son como tus labios;
hermosos,
de tu color, de tus acentos,
de tu piel mediterránea,
son ellos, bonita hermosa,
un desafío, un misterio,
¡de dulce aroma y corazón blandiendo!
Son tus senos un fino argumento
para llegar al cielo, para morir por ellos,
¡para robarte un beso!
Para poblar de flores todo tu hermoso cuerpo,
y se maravillen ellas,
de las gladiolas
que habitan tu pecho.
De su color, de sus tiernos pezones al medio,
nacidos para la guerra, para la paz y la indulgencia,
que como los unicornios, existen,
pero son aún un misterio
que, como las caracolas,
llevan el mar por dentro.
Son tus senos, preciosa, una oración del cielo;
finas joyas que penden abajito de tu cuello,
una fruta ansiada, única, del color de tu pelo.
Son tus senos, chiquilla hermosa,
dos benditos amuletos,
que dan alegría a la vida,
sensacionales monumentos
que arrestan mis ojos
y los llevan al desenfreno.
Fruta tropical de tu cuerpo,
de azahares en flor.
Y de amatista al centro…
Finalmente, este poema, firmado por Miguelmoo, es también clara expresión del poeta rendido ante la redondez y las múltiples imágenes que puede evocar en un hombre, enamorado o no, los senos de la mujer deseada. De esta forma, se llegan a comparar con frutas, con caracolas, con joyas que descansan debajo del cuello de la mujer que despierta en el poeta el deseo.
Imagen: telemundo.com