Quizás lo más conveniente, previo a abordar una explicación sobre la partícula lingüística Arqueo-, sea revisar de forma breve algunas definiciones, que de seguro permitirán entender este lexema, propio del Español, de manera contextualizada.
Definiciones fundamentales
En este sentido, puede entonces que también resulte prudente enfocar esta revisión teórica a dos nociones específicas: la primera de ellas, la propia definición de Prefijos, pues esto permitirá cobrar conciencia sobre la naturaleza de estas partículas morfológicas. De igual forma, será de provecho aproximarse a lo que ha dicho la Morfología del Español sobre los distintos prefijos y prefijoides, que existen dentro de esta lengua. A continuación, cada una de estas cuestiones:
Los prefijos
De esta forma, se comenzará diciendo que los Prefijos pueden ser entendidos –a la luz de lo que señalan las diferentes fuentes lingüísticas- como un tipo de morfema átono, que se desempeña uniéndose de forma anterior a ciertos lexemas, con el fin de modificarlos, y crear junto a ellos nuevas palabra, por medio del proceso morfológico de la Derivación. Ergo, los prefijos son morfemas átonos y derivativos de unión productiva anterior al lexema.
No obstante, la Morfología ha advertido sobre la necesidad de no entender los prefijos solo desde este punto de vista, sino considerarlos igualmente como uno de los distintos tipos de afijos, que existen dentro de las Lenguas naturales, hecho que los lleva a ser contemplados dentro del grupo en donde han sido clasificados igualmente los sufijos, infijos, intefijos y circunfijos, morfemas estos que se diferencian entre sí, tanto por el punto específico de unión al lexema, que tiene cada uno de ellos, como los procesos morfológicos, que llevan a cabo con esta partícula.
Prefijos y prefijoides
Por otro lado, la disciplina morfológica del Español, considera de igual importancia comprender que no toda partícula productiva de unión anterior puede ser considerada un prefijo, puesto que para que esto sea así deberían estar constituidas por morfemas átonos y derivativos, lo cual no siempre es así. Por ende, esta disciplina prefiere hablar de dos distintos tipos de partículas productivas que se unen de forma anterior dentro del lexema, teniendo entonces las siguientes:
- Prefijos: en primer lugar, dentro del Español, podrá encontrarse un grupo de partículas, que ciertamente podrán ser identificadas como morfemas átonos y derivativos, que se unirán al lexema, de forma anterior, con el fin de crear con esta partículas nuevas palabras, por medio del proceso de Derivación (unión de un lexema y un afijo derivativo).
- Prefijoides: sin embargo, en esta lengua, podrá distinguirse también un segundo grupo, constituido por morfemas tónicos y raíces cultas, que también se unen de forma anterior al lexema, para crear nuevas palabras, pero no por el proceso de Derivación, sino por el de Parasíntesis (unión productiva que ocurre entre dos o más morfemas) o de Composición (unión productiva entre dos lexemas). Cuando las partículas productivas llevan a cabo procesos de Composición, en ocasiones también se les reconoce como prefijos compositivos.
En otro orden de ideas, la Morfología ha señalado también que en el Español pueden distinguirse tres distintos grupos de prefijos y prefijoides, los cuales se diferenciarán según sus distintos orígenes etimológicos, teniendo entonces los siguientes:
- De origen latino: por un lado, habrá un grupo de partículas lingüísticas productivas y de unión anterior al lexema, que podrán ser identificadas como provenientes del Latín. En este grupo, la gran mayoría serán morfemas átonos y derivativos, es decir, prefijos. De hecho, algunos autores señalan que en el Español la totalidad de prefijos patrimoniales proviene del Latín. Sin embargo, también existirá una minoría constituida por raíces cultas, las cuales emprenderán procesos compositivos con los lexemas, siendo considerados prefijos compositivos o prefijoides.
- De origen griego: en segunda instancia, dentro del Español existirá también un grupo de partículas productivas, de unión anterior al lexema, constituidas en su totalidad por raíces cultas, provenientes del Griego. Por ende, estas partículas serán entendidas como prefijos compositivos, puesto que además de ser lexemas tónicos, llevan a cabo procesos de Composición con los lexemas a los que se unen.
- De origen eslavo y sánscrito: finalmente, en el Español, podrá hablarse igualmente de un grupo de raíces cultas, provenientes del eslavo y el sánscrito, las cuales se desempeñan uniéndose de forma anterior a ciertos lexemas, para generar junto a ellos nuevas palabras, las cuales son de uso científico exclusivo.
Prefijo Arqueo-
Una vez se han revisado cada uno de estos conceptos, quizás ciertamente sea mucho más sencillo abordar una explicación sobre la partícula Arqueo-, la cual ha sido explicada por las distintas fuentes como una raíz culta, proveniente del griego, que en el Español, funciona como una partícula productiva, que se une de forma anterior al lexema, para generar junto a él, por medio del proceso de Composición, nuevas palabras. Por lo tanto, la partícula Arqueo- será considerada un prefijo compositivo o prefijoide del Español.
Así mismo, la Morfología española ha señalado que este prefijo compositivo cuenta con su propia carga semántica, la cual se encuentra relacionada con el concepto de “antiguo” o “arcaico”, o incluso también puede ser interpretada como “primitivo”. En consecuencia, toda vez que dentro del Español se cree una palabra por medio de la unión de este prefijo compositivo y un lexema se entenderá que se encuentra relacionada con estos conceptos. Algunos ejemplos de su uso concreto dentro de la lengua española serán los siguientes: Arqueología, Arqueólogo, Arqueológico.
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