Las hermanas y la guerra
Cuenta la leyenda que el rey de Atenas Padión I se encontraba casado con la hermosa náyade Zeuxipe quien le dio 4 hijos al Rey: dos gemelos llamados Erecteo y Butes, así como dos hijas, Prcgne y Filomela. Al parecer el Rey estaba más interesado en gobernar que en ser un buen padre o en establecer buenos lazos para casar a sus hijos… y sería de su ineptitud como como padre que se originaría una de las leyendas más trágicas que nos ofrece la cultura griega.
Sucedió que el rey de Tebas, Lábdaco, entró en conflicto con Padión I, y a pesar de ofrecer resistencia el rey de Atenas estaba perdiendo terreno. Como se podrán imaginar, el orgullo y el deseo de ganar le pudo más que el razonamiento, pues Padión buscó alianza con un semidiós y príncipe de Tracia: Tereo, hijo del dios de la guerra Ares.
Haciendo honor a su origen, Tereo derrotó con gran facilidad a Lábdaco y en recompensa de su gran labor el gobernante ateniense entregó a su hija mayor Procne en matrimonio. Al inicio, la relación de los recién casados marchó perfectamente, tuvieron un hijo al que llamaron Itis. No obstante, los años lejos de la familia y sobretodo de su querida hermana le pasaron factura, la princesa extrañaba su hogar y quería ver a su pequeña Filomela.
Y fue así que armada de valor se acercó a su esposo y le pidió que la dejara visitar su hogar o que fuera por su hermana. Habían pasado 5 años desde que había estado en su tierra y quería sentir el calor de los suyos. Fue de esa forma, que Tereo viajó a Atenas por Filomela, pero lo que no sabía Procne era que su esposo marchaba con otras intenciones… otras negras intenciones.
Tereo siempre había guardado deseo por su cuñada, era con ella con la que se quería casar y no pensaba desaprovechareste largo viaje en el que estaría con ella día y noche. Cuentan que el príncipe Tracio se llevó a Filomela a una cabaña alejada y en ese sitio abusó de ella. La chica se resistió y amenazó con contarlo todo, pero Tereo silenció a la doncella cortándole la lengua y encerrándola en aquella cabaña, siendo vigilada por fieros soldados y alimentada por algunos sirvientes.
El amor fraternal
Filomela se encontraba desconsolada, estaba encerrada y mutilada y al parecer nadie podría saber que se encontraba en aquel lugar. Sin embargo, en un momento de epifanía Filomela bordó en una tela el relato de aquello a lo que había visto sometida, y por medio de señas logró convencer a uno de los siervos que la atendía de que llevara el tejido a su hermana.
A las manos de Procne llegó el tejido que contaba lo que había vivido su hermana menor. Llena de cólera por tal agravio fue en busca de Filomela y junto a ella ingeniaron una cruel venganza. En la noche prepararían un gran banquete y el plato principal sería: Itis, el hijo de Tereo.
Procne degolló a su progenie y lo sirvió a su marido, quien después de haber cenado pidió ver a su hijo, fue en ese momento que Filomela salió de su escondite y le dijo que al que pedía ver yacía dentro de él. Tereo, enfurecido, fue tras las hermanas, que emprendieron rápidamente la huida.
Como giro sorpresivo los dioses, quienes habían presenciado tal masacre, tuvieron misericordia de las almas involucradas y a las hermanas las convirtieron en pájaros: Filomela en una golondrina y Procne en un ruiseñor. Tereo también despertó la misericordia de los dioses que lo convirtieron en una abubilla. Y así termina esta historia.
Fuentes:
- https://supercurioso.com/procne-y-filomela/
Imágenes: 1: classicusfabularis.blogspot.com, 2: wikipedia.org