Crímenes misteriosos
Hay tres crímenes que durante años han constituido un verdadero misterio para la Justicia de Estados Unidos.
El primero fue el ocurrido el 5 de agosto de 1962, cuando la famosa actriz Marilyn Monroe fue encontrada muerta en su cuarto, en circunstancias que durante años han sido usadas para debatir el móvil de suicidio, declarado en primer momento por la policía.
Apenas un año y unos meses después, el 22 de noviembre de 1963, en Dallas, Texas, el presidente Jhon F. Kennedy –con quien se suponía que Marilyn mantenía una relación sentimental- caía abatido, durante un atentado, que puso punto final a su vida.
Por su parte, Robert Kennedy, hermano de Jhon, amante también de Marilyn Monroe y pieza fundamental del gobierno estadounidense, murió igualmente en extrañas circunstancias el 5 de junio de 1968, en Los Ángeles, California.
Durante más de 50 años, el mundo se ha preguntado quiénes son los responsables de estas muertes.
Entusiastas de las teorías de la conspiración han señalado a los poderes económicos y a los servicios secretos de ese país americano, quienes habrían decidido poner fin a las vidas de estos hombres, por su política “amistosa” con el bloque comunista de la isla de Cuba.
No obstante, el misterio continúa sobre casos que aunque cuentan con una versión oficial, a la luz de las circunstancias siguen generando dudas en el público a pesar de los años.
¿Podría una profecía resolver el misterio?
Sin embargo, existe una profecía atribuida al Papa Juan XXIII que parece dar grandes luces sobre estos casos, colocando en el banquillo de los acusados a quienes menos se esperaba.
En el libro Las Profecías de Juan XXII del autor Pier Carpi, se puede leer el siguiente texto profético:
«…Una familia de dictadores tomará el poder en la tierra de los hijos de Lutero. Derramará sangre.
Será entonces cuando Noé empezará a construir la última Arca. Pero no verá las aguas, gracias a la palabra de quien no se sabe, que hace temblar a los poderosos cuando desciende del monte.
Caerá el presidente y caerá el hermano. Entre los dos, el cadáver de la estrella inocente.
Hay quien sabe. Preguntad a la primera viuda negra y al hombre que la llevará al altar en la isla.
Sus secretos están en las armas, en el crimen. Y son secretos de quien no estaba en Nuremberg«.
Para el escritor Pier Capi, el texto hacía referencia a Estados Unidos, pues el Juan XXIII relaciona a Lutero con Inglaterra, siendo “los hijos de Lutero” los estadounidenses.
En cuanto a “una familia de dictadores” al parecer Carpi apunta a que el Papa se refiere a la familia Kennedy y su gobierno.
La referencia al “arca de Noé” para este autor puede situar los acontecimientos en los conflictos históricos de la Guerra de Vietnam, el desembarco fallido en Bahía de Cochinos o en alguna circunstancia de la crisis de los misiles entre el gobierno Ruso y el estadounidense.
No obstante, las frases más impactantes de esta profecía son las que hacen referencia, para Carpi, al asesinato de Jhon, Robert y Marilyn.
Concluyendo que el Papa XXIII fue capaz de no sólo predecir sus muertes, sino ver quiénes fueron los responsables.
La frase “preguntad a la viuda negra y al hombre que la llevará al altar en la Isla” para Carpi, y para muchos otros es una clara alusión a Jacqueline Kennedy, quien luego se desposó con el magnate Aristóteles Onassis, en la isla de Skorpios.
Según algunas noticias publicadas en la época, al momento de vivenciar el deterioro de su salud Jacqueline Onassis decidió publicar sus memorias.
Sin embargo, estas contaban con la condición de no ser publicadas hasta cincuenta años después de su muerte, por lo que muchos presumen que en ese texto reposa la verdad sobre este crimen, que según Juan XXIII, Jacqueline conocía perfectamente.
Así mismo sitúa al verdadero autor intelectual como a alguien “que no estaba en Nuremberg”, para Carpi esta parte de la profecía estaría señalando a un antiguo funcionario Nazi, que no pudo se apresado o enjuiciado en la ciudad de Nuremberg.
En este sentido, el Papa Juan XXIII –según Pier Carpi- pudo ver con años de anticipación, que la muerte de Marilyn Monroe, Jhon F. Kennedy y su hermano Robert, en realidad fueron asesinatos políticos y que entre los responsables se encontraba la mismísima Jacqui Onassis, de quien todo el mundo se compadeció en primer momento ante su viudez.
¿Crees en verdad que Jacqueline Onasis esté relacionada con estas muertes que conmovieron al mundo?