El proyecto se popularizó gracias a uno de los documentales más interesantes de los últimos años: Zeitgeist, que consiste en una serie de tres películas en las que se desvela una conspiración mundial de las élites y se propone, a su vez, un nuevo mundo en el que el método científico se aplique en todos los ámbitos de la sociedad y el sistema se oriente no hacia el beneficio, sino hacia el mejoramiento de la calidad de vida.

Las nociones del proyecto Venus

La propuesta del “Proyecto Venus” no es concreta, aún, pero tiene varias nociones básicas: carece de dinero y de gobierno, y se trata de una sociedad completamente autónoma. Pero lo que es más importante, le apunta a una transformación de los hábitos de las personas: de acuerdo con la página oficial “la experiencia nos muestra que los comportamientos humanos pueden modificarse, sea mediante actividades constructivas o destructivas. Esto es de lo que trata el Proyecto Venus: de dirigir nuestros recursos y nuestra tecnología hacia lo positivo, para el máximo beneficio de las personas y del planeta”.

Sin lugar a dudas, una propuesta loable. Sin embargo, son muchos (incluyendo algunos exiliados del grupo de Zeitgeist) consideran al proyecto como un peligro y como una muestra de los mismos poderes que buscan evitar. Quizás, afirman, podría incluso tratarse de un “movimiento infiltrado” interesado en crear un mundo completamente dependiente de las tecnologías en dominio de una pequeña población.

Sea como sea, lo cierto es que el Proyecto Venus ya se encuentra recaudando fondos para su primer parque en los Estados Unidos, el cual se supone que hará parte de su ciudad-piloto a desarrollarse en algunos años. Por los últimos 37 años, este proyecto ha construido, paso a paso, el camino hacia una “nueva humanidad”. ¿Deberíamos unirnos todos a él?

El camino de la Utopía

No lo sé. Lo único cierto es que muchas veces las utopías construidas por lo que parece una mente brillante terminan girando contra sus propios individuos. Es preocupante la posibilidad de que alguien tenga interés en apropiarse o manipular este proyecto… y aunque poco probable, indudablemente los riesgos aumentarán si el proyecto comienza a dar sus frutos.

Además, de acuerdo con las críticas de varios participantes, muchas veces se asume positivamente que la tecnología será capaz de solucionar los problemas de la humanidad sin tener en cuenta que su avance puede detenerse. El proyecto, que cree que sistemas de I.A. serán capaces de regular las ciudades, no tiene esto en cuenta. E incluso si lo tuviera, ¿no es peligroso dejar nuestra sociedad en manos de una inteligencia que no comprendemos del todo?

En todo caso, no cabe duda de que el Proyecto Venus es un desarrollo interesante del mundo contemporáneo. Puede que en los años por venir veamos surgir una sociedad poco a poco, paso a paso. Puede también que nos demos cuenta de que los grandes poderes se han apropiado de esta sociedad. ¿Qué haríamos entonces?

¿Crees que vale la pena correr el riesgo?

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