Espíritus en la Tierra de los vivos
Para cualquiera que visite recurrentemente esta página, o en general cualquier portal que trate temas vinculados con los misterios en el mundo, está claro que la existencia de otros seres (más “espirituales” y menos físicos, si cabe la descripción) en nuestro mundo es, cuanto menos, posible.
Aunque el mundo cambie, y la humanidad cambie con él, la noción de que espíritus acompañan nuestro paso por el mundo parece ser eterna. Ya las religiones chamánicas, las más antiguas de las que tenemos registro, ya tienen este importante componente en su tradición.
En tiempos medievales, se creía que los espíritus de los muertos (que de vez en cuando rondaban la tierra) estaban acompañados de otros seres. Algunos de estos eran particularmente malignos, dotados de características terribles y vinculados a una tradición ocultista que quizás provenía de los tiempos antiguos. Eran los Demonios del Rey Salomón.
Los Demonios del Rey Salomón
De acuerdo con una tradición cuyo origen parece remontarse a los tiempos árabes (aunque quizás los árabes mismos la heredaran de antiguos sacerdotes olvidados), el Rey Salomón habría recibido como regalo divino un anillo que le daba poder sobre los espíritus en la Tierra. El anillo, forjado en hierro y latón, tenía como símbolo la Estrella de David y permitía “sellar” órdenes escritas a todos los espíritus, buenos o malos. Esta leyenda salomónica parece originarse en clamores antiguos (quizás de antes del nacimiento de Cristo) que ya hablaban de la posibilidad de manejar las fuerzas ocultas mediante un anillo, regalo de los dioses.
En el medioevo, autores europeos comenzaron a recolectar información sobre estos demonios y sobre la manera de convocarlos en los llamados grimarios. Estos libros no sólo daban un perfil de cada uno de los demonios, sino que indicaban la manera en que los humanos podían comunicarse con ellos, convocarlos y obligarlos a servirles.
En otras palabras, se suponía que daban a los vivos el mismo poder que otrora hubiese tenido Salomón.
Representación de Baëll, Rey de los Demonios
“Falsa Monarquía de Demonios”
Pseudomonarchia Daemonum: la Falsa Monarquía de los Demonios, es solo un grimorio, y ni siquiera el más célebre (este honor lo tiene La Llave Menor de Salomón). Sin embargo, vale la pena resaltarlo porque su autor – el médico Johan Weyer – se dedicó extensamente a analizar y estudiar las fuentes demoníacas. En su obra, Weyer indica la procedencia de cada demonio, su posición en el panteón demoníaco y las horas y días más adecuadas para convocarlo.
Lo más interesante del asunto es que, de acuerdo con el mismo autor, el objetivo del libro no es educar en las artes satánicas, sino únicamente advertir a los incautos sobre los posibles engaños de los demonios y las ilusiones que pueden generar. Así, se trata del anexo de una obra mucho más amplia sobre brujería: De praestigiis daemonum.
Sin embargo, a lo largo de su historia el libro sirvió tanto para una cosa como para la otra, y seguramente más hacia aquello que Weyer hubiese rechazado.
La lista de Demonios
Vale la pena señalar aquí al menos los 4 demonios principales de la lista, que según Weyer serían los reyes de todos los demás:
Baëll
Rey y señor principal, Baëll es la representación del Oriente. Posee tres cabezas cuando se le conjura: una en forma de sapo, una de persona y una de gato. De acuerdo con Weyer, puede hacer a un hombre invisible o sabio, de acuerdo con sus requerimientos, y tiene voz de caballo.
Agares
“Primer Duque del Poder en el Este”, Agares es un demonio que toma la forma de un anciano montado sobre un cocodrilo. De acuerdo con Weyer, poseería el dominio de la Tierra y podría hacerla temblar a su antojo si se le solicitase. Maneja 31 legiones de demonios.
Representación de Agares
Marbas / Barbas
Considerado “Presidente”, Marbas aparece siempre bajo la figura del león y tiene poder sobre el cuerpo, la enfermedad y su cura. Si un individuo logra dominio sobre él, se convertirá en un hombre.
Pruflas
Otro duque, Pruflas es el rey de la traición y la desconfianza y puede traerlas en cualquier momento al reino de los hombres. Sin embargo, responderá con sinceridad ante las preguntas de quien lo convoque.
En total, son 68 los demonios citados por Weyer. Otros grimorios manejan números diferentes pero cercanos (la mencionada Llave Menor de Salomón tiene 72).
¿Pueden manejarse las fuerzas demoníacas?
En la tradición de la brujería medieval, hacer un pacto con los demonios no solo era sencillo (según los ocultistas), sino muy beneficioso. Por lo general, los demonios actuarían tal y como uno quisiese siempre y cuando la invocación fuese bien realizada.
¿Será posible manipular de manera tan directa (así sea por poco tiempo) a las entidades de otro mundo? En la actualidad – y suponiendo que verdaderamente existan y estén interesadas en vincularse con los vivos – se considera tradicionalmente que es el demonio quien usa al humano, y no al contrario.
Sea cual sea la realidad, estos grimarios nos ponen frente a una tradición demoníaca oscura y antigua, pero que jamás ha sido olvidada. Quizás, en verdad, estas entidades se encuentren allí, con sus fuerzas ocultas… o al servicio de quién sabe qué seres perversos.
Fuente de imágenes: 1: encyclopediasatanica.wordpress.com, 2: monstropedia.org, 3: wikipedia.org