Bien podría ser que lo que vimos en «The Martian» se vuelva una realidad en el futuro próximo
Papas
Cuando los primeros europeos tocaron suelo americano se encontraron con un mundo desconocido para ellos. Pronto se toparon con complejas sociedades y gigantescos imperios cuyas riquezas eran inimaginables ante sus ojos.
Estos imperios, reinos, cacicazgos y federaciones tenían ingentes riquezas y los conquistadores pronto aprendieron a aprovecharse de ellas. En medio de su avaricia, de la enfermedad del oro, creyeron que los inmensos tesoros americanos serían el mayor regalo que jamás hubiese podido recibir Europa.
Se equivocaban. El mayor regalo fue la papa.
Europa del norte
Desde siempre, los habitantes nativos de Europa del Norte tuvieron que hacer importantes esfuerzos para adaptar los cultivos del viejo mundo a su arduo contexto climático. El trigo, la cebada, el centeno, la avena y el arroz (sin lugar a dudas los cultivos más importantes de Eurasia) eran todos originarios de zonas templadas, no boreales, y estaban más adaptados a los suaves climas del norte de India, el sur de China, Mesopotamia o el Mediterráneo que a los arduos inviernos del norte. Otros cultivos, como la vid y el olivo, ni siquiera producían cosecha en estas latitudes.
Los vikingos, habitantes originarios de Escandinavia, eran más ganaderos y guerreros que agricultores. Los eslavos también tenían estilos de vida semi-nómadas basados en la itinerancia y el aprovechamiento de los rebaños.
La papa cambiaría esto. A los endebles cultivos de trigo y cebada se sumaba ahora una planta diseñada para soportar temperaturas gélidas, al borde del congelamiento. La papa fue uno de los mayores regalos de América a la humanidad y permitió a Europa del Norte cambiar su historia alimentaria. No en vano grandes regiones en el norte (resaltando Irlanda) dependen de este alimento, y una de las bebidas alcohólicas más emblemáticas (el vodka) se extrae de allí.
Ahora, gracias a recientes experimentos, parece ser que la papa también podría ser lo que nos alimentara en futuras colonias espaciales.
Papas en Marte
Por supuesto, no hemos sembrado papas en Marte, pero si las hemos sembrado en un escenario muy parecido al de la superficie marciana.
El experimento fue realizado por el Centro Internacional de la Papa (CIP) en Perú y demostró que esta resiliente planta es capaz de crecer incluso en las condiciones más desfavorables. Pero lo que es más importante, el producto de estos cultivos es seguro para el consumo humano.
Así, parece que la papa seguirá rompiendo fronteras y podría convertirse en el cultivo más importante de una eventual colonia marciana.
Imagen: businessinsider.com
