Pero esto es un problema, pues aunque en teoría puede reciclarse la mayor parte del plástico se produce para un solo uso, y por lo tanto en el mismo diseño viene pensado para botarse, no para reciclarse. Esto ha llevado a que los ríos y basureros estén llenos del material, a que haya una considerable cantidad de plástico en los océanos (recordemos la “Isla de Plástico” del Pacífico) y a que en general tengamos una sociedad plagada del material.

Pero podría ser aún más grave, pues varios tipos de plástico, que se creían inertes, podrían estar teniendo un costo muy alto en términos de desarrollo del cerebro de los niños.

Cerebro         

La advertencia vino de una investigación realizada por la científica Janice Juraska y publicada en el Journal of Neuroscience en la que se realizó un experimento que involucró alimentar a unas ratas con pequeñas cantidades de ftalatos.

Estos materiales están presentes en un gran número de plásticos y en todo tipo de materiales sintéticos, pues se usan para convertir al plástico en un material más flexible. Durante la última década se ha incrementado de manera importante el número de estudios que vinculan los ftalatos con todo tipo de problemas de salud, pero este ha sido uno de los más importantes.

Las ratas que estuvieron en contacto con el material mostraron una reducción considerable en su corteza prefrontal, presentando menor número de neuronas y menor número de conexiones neuronales. De acuerdo con el estudio, esto se debió a que el plástico genera una interferencia con las hormonas que dirigen el proceso de desarrollo cerebral.

Esto representa un peligro para las personas, pues además de hacer parte de los plásticos se encuentran en jabones, productos para el cabello, vinilos, fragancias para hogar e incluso en los paquetes de leche en polvo y fórmula para bebés.

Fuentes:

1. https://www.sciencedaily.com/releases/2018/07/180716130738.htm
2. https://www.theguardian.com/lifeandstyle/2015/feb/10/phthalates-plastics-chemicals-research-analysis

Imagen: medicalxpress.com