Un proyecto sobrenatural del Departamento de Defensa
Ray Boeche sería el nombre de un clérigo, nacido en Nebraska, que habría sido convocado en noviembre de 1991 para colaborar con un espinoso problema que tendría un programa secreto del Departamento de Defensa de los Estados Unidos. El hombre habría sido contactado por dos físicos que se veían visiblemente preocupados por su bienestar y consideraban que solo alguien como él podría ayudarlos. Cuando les preguntó qué sucedía le contaron la siguiente historia:
Algunos años atrás, el Departamento de Defensa habría comenzado una serie de proyectos con el objetivo de comunicarse con lo que ellos denominan entidades no humanas (NHEs por sus siglas en inglés). De acuerdo con los físicos, los canales materiales pronto habrían sido desechados en favor de canales “energéticos” directos, tales como la telepatía y la canalización. Muchos de los miembros del proyecto, aún entonces, se encontraban escépticos frente a los resultados del mismo, pero entonces comenzaron a sentir en su propia carne fenómenos extraños. Una nube de desgracia pareció envolver al equipo de investigación.
Eventualmente todos se convencieron de que algo malo, algo muy malo estaba sucediendo. Ya no se trataba únicamente del individuo que – decía – era capaz de comunicarse con estas entidades: todos los miembros del equipo comenzaron a sufrir de ataques nerviosos, dolencias misteriosas y pequeñas tragedias familiares como si los cimientos de su vida comenzaran, lentamente, a derrumbarse.
Los peligros de jugar con fuego
Los más entusiastas de este proyecto estaban convencidos de que se encontraban haciendo contacto con inteligencias extraterrestres. Sin embargo, las nefastas consecuencias del mismo y los sistemas de comunicación hasta entonces usados los convencieron de que se trataba de otra cosa. Eventualmente, uno de ellos daría con algunos libros antiguos de demonología… y las coincidencias entre lo allí anotado y sus propias vivencias personales resultaban aterradoras. Parecía ser, entonces, que habían estado jugando con fuego o mejor, con demonios.
De acuerdo con el relato, la existencia de estos seres aparecería en prácticamente todas las culturas antiguas, en donde tendrían las habilidades de cambiar de forma, engañar a las mentes mundanas y poseer (y violar) a seres humanos. Sus habilidades, aunque circunscritas a otro plano de existencia, podían filtrarse a este si se les presentaban los medios… que era precisamente lo que el proyecto habría logrado. Así mismo, estos investigadores concluyeron que, aunque de origen desconocido, estas criaturas podían explicar gran parte de los fenómenos modernos de “abducción” por parte de alienígenas que tan populares se han vuelto en las últimas décadas.
En cualquier caso, no conocemos el origen de estas criaturas (ni su existencia en un plano físico), pero por lo que sabemos podrían ser terrestres, extraterrestres o incluso carecer de una ubicación espacial específica. Lo cierto es que de acuerdo con el relato pueden y quieren imponer sus fuerzas en nuestro mundo lo que, por lo general, termina dañando a muchas personas.
Al final, los físicos buscaron ayuda de la religión para librarse de estos demonios. Boeche, siguiendo los ritos milenarios del cristianismo, habría podido ayudarles (al menos temporalmente), y el proyecto se habría cancelado por petición de sus miembros.
Debido a que el relato de Boeche no indica el nombre del proyecto (ya que él tampoco lo conoció), y a que éste es relativamente reciente, verificar esta historia es, por ahora, extremadamente complicado. Quizás en unos años, cuando el proyecto en cuestión se vuelva un documento no clasificado, sabremos qué tanto del relato de Boeche es verdad, cuanto exageraciones y cuanto un invento completo.
Y tú, ¿qué opinas? ¿Piensas que estos demonios existen, y pueden afectar nuestras vidas?
Fuente de imágenes: 1: api.ning.com, 2: libertaliadehatali.files.wordpress.com