Tal vez lo mejor, antes de avanzar sobre la variedad de recetas saladas que se pueden elaborar en base al café, sea revisar de forma breve cuál es el origen y trascendencia de este ingrediente, que desde el siglo XIII, momento desde el cual se ha ido convirtiendo en un elemento esencial de los rituales sociales de la mayoría de las civilizaciones.
El café
En consecuencia, se puede comenzar a decir que el café es la semilla tostada de la planta del cafeto, arbusto pequeño, propio de los climas subtropicales, y que se cree proviene de Etiopía, específicamente de la región de Kaffa, de donde también proviene su nombre, a raíz de la forma en que se referían a la bebida proveniente de estos frutos tostados, los monjes coptos, quien ya conocían la capacidad de esta bebida para mantenerlos despiertos.
De hecho, se estima que es precisamente este efecto estimulante, en primer lugar, y su increíble sabor en segunda instancia, lo que ha hecho que el café se convierta en una bebida muy popular en el mundo, situación que también ha originado que el cultivo y exportación del café se haya convertido en la base de la economía de algunas naciones.
Recetas a base de café
Por lo general, el café se consume en forma líquida, a base de la infusión que se prepara con estos granos molidos, tomándose entonces puro, con un poco de azúcar, leche o cremas, sobre todo en la mañana, o después del almuerzo, a fin de usar en provecho sus capacidades estimulantes, las cuales se creen –gracias a su componente de cafeína- que mantienen al cuerpo y la mente en situación de alerta.
Sin embargo, desde las últimas décadas del siglo XX, la curiosidad gastronómica de los grandes chefs alrededor del mundo ha hecho que el café deje de verse solo como una bebida para acompañar el desayuno o la sobremesa, convirtiéndose también en el ingrediente secreto de grandiosos platos salados. A continuación, algunos de ellos:
Desayuno: magdalenas de café
Un ejemplo de cómo el café puede seguir estando presente en el desayuno, aun cuando ya no en forma líquida dentro de una taza, son estas magdalenas de café, las cuales representan una opción sana y divertida con la cual comenzar el día. Para prepararlas, se necesitará tener a mano algunos ingredientes como por ejemplo: una (1) taza de leche / una (1) taza de aceite vegetal / una (1) taza de azúcar / cuatro (4) huevos / tres (3) tazas de harina de trigo / una (1) cucharadita de polvo de hornear / y una (1) cucharada de café instantáneo.
Reunidos todos los ingredientes, será necesario entonces calentar la leche. Una vez la temperatura de esta se haya elevado, será necesario disolver en ella el café, a fin de prepararlo, teniendo cuidado de que se logre una mezcla homogénea. Aparte, se deberán batir los huevos y el azúcar, hasta conseguir una preparación espumosa. Llegado a este punto, se mezcla con el café y el aceite. Se bate hasta obtener una mezcla homogénea.
Llegado a este punto, se agregan también los ingredientes secos, previamente tamizados, y se mezcla hasta que estén completamente integrados. Con la ayuda de una manga pastelera, se coloca la masa hasta la mitad de moldes de papel, y se llevan al horno por un lapso de 10 minutos, y una temperatura de 200 ºC. Esta receta es ideal para tomar en el desayuno, o incluso una merienda, en compañía de un té o un vaso de leche.
Entrada: pinchos de café
Sin embargo, para algunos amantes del café, nada resulta más fascinante que poder ver su ingrediente favorito también en presentación salada. Un buen ejemplo de ello lo pueden constituir los pinchos de café, exquisito plato que combina a perfección el sabor de este ingrediente, el delicioso sabor del lomito de res y la fuerza de la mostaza.
Preparar esta receta, exigirá que se tenga a disposición algunos elementos como por ejemplo: un (1) kilo de lomito de res / cuatro (4) cucharadas de aceite de oliva / cuatro (4) cucharadas de salsa de soya / tres (3) cucharadas de mostaza / media ( ½) taza de café líquido y sin azúcar / sal / y pimienta.
Lo primero que deberá hacerse a la hora de preparar este plato, será preparar una marinada con el aceite, la salsa de soya y la mostaza, a fin de dejar en ella la carne, picada en cubos, por lo menos una hora antes de preparar el plato. Pasado este tiempo, se tomarán estos cubos de carne, y se colocarán directamente en un palito para pinchos, procurando que escurran lo más posible.
Cuando la carne haya eliminado el exceso de jugo, se colocarán sobre un sartén caliente, procurando sellar previamente. Cuando comience el proceso de cocción, se agregarán a estos pinchos lo que sobró de la marinada, así como el café, y la sal y la pimienta a gusto. Cuando la carne haya conseguido su punto, se retirará del fuego. Sin embargo, se continuará con la cocción de la salsa, hasta que reduzca lo suficiente para ser servida como la salsa de los pinchos.
Ensalada: hojas verdes con vinagreta de café
No obstante, para aquellos que prefieran una ensalada como entrada también existen opciones que pueden combinar los sabores salados con el café. En este sentido, una buena opción es una ensalada de hojas verdes con vinagreta de café, pues esta combinación permitirá degustar cada sabor de forma novedosa y fresca.
Para prepararla se necesitará tener a disposición, lavadas y troceadas una mezcla de doscientos (200 grs.) gramos de distintas hojas verdes, las cuales puede contener lechuga, berro, rúcula y espinaca. Así mismo, se preparará una mezcla de hierbas frescas, entre las que puede haber cilantro, perejil, albahaca y menta, y de la que se usarán solamente cuatro (4) cucharadas.
Una vez lavadas y picadas las hoja, y en la cantidad justa, se colocarán dentro de una ensaladera. Aparte, se mezclarán dos cucharadas y media (2 ½ ) de aceite de oliva, media ( ½ ) taza de café expreso fresco y una (1) pizca de sal. Una vez preparada, se verterá sobre la ensalada, y se mezclarán la preparación antes de servir. Este aderezo puede ser usado con éxito también en una ensalada caprese.
Plato principal: muslos de pollo al café
Así también, los platos principales pueden contar con el gran sabor del café. Una prueba de esto lo constituye una de las recetas saladas más populares con café: muslos de pollo con cebolla y café. Para prepararlos será necesario contar a mano con algunos elementos, como una (1) taza de consomé o caldo de pollo / una (1) taza de café líquido, recién preparado y sin azúcar / una (1) cebolla / seis (6) muslos o colombinas de pollo / aceite de oliva / sal / y pimienta.
El primer paso que se seguirá será el de salpimentar los muslos, antes de pasarlos brevemente por harina y freírlos en una sartén, a la que se le ha agregado un poco de aceite de oliva. Cuando los muslos luzcan dorados, se deberá bajar el fuego, y agregar la cebolla cortada en juliana, permitiendo que esta se cocine, hasta que comience a pocharse, es decir, a lucir transparente.
Cuando la cebolla comience a tomar un tono dorado, se añadirá el caldo, y se dejará al fuego hasta que se comience a formar una salsa color caramelo. En ese momento, se agregará el café, se mezclará la preparación, y se le permitirá seguir en el fuego hasta que suelte de nuevo el primer hervor. Se mezcla por última vez, y se sirve caliente. Este pollo es ideal para ser acompañado por una guarnición de arroz blanco, o un puré de papas.
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