Puede que lo más recomendable, previo a exponer algunas recetas más populares a base de la Feijoa, sea revisar de forma breve algunos aspectos sobre esta fruta, como por ejemplo su naturaleza, origen y propiedades nutricionales.
La feijoa
Por consiguiente, se puede comenzar por decir que la Feijoa ha sido definida por la Botánica como una fruta, cuyo nombre científico es Feijoa sellowuiana, siendo bautizada así por el botánico brasileño Silva Feijoa. No obstante, este fruto también es conocido por el nombre popular de guayaba o guayabo brasileño. Así mismo, la Feijoa es reconocida como el fruto de una especie de arbusto.
En cuanto a su aspecto, la Feijoa puede ser descrita como una fruta de corteza áspera, esamosa y bastante dura, cuyo color es gris pálido. Con respecto a su pulpa, esta puede ser descrita como carnosa, fragante y de colores amarillos o blancos.
Origen de la Feijoa
En otro orden de ideas, la Feijoa ha sido identificada como una fruta propia de las tierras altas latinoamericanas, en especial aquellas situadas al norte de Argentina, Uruguay, Colombia, Bolivia, México y por su puesto Brasil, de donde se considera representativa, de ahí que se le conozca popularmente como guayabo brasilero.
De igual forma, la Feijoa es tenida como una fruta que resiste bastante bien las temperaturas bajas, llegando a soportar hasta -12 ºC. De hecho, esta fruta se da mejor en las regiones frías, mientras que el aire bastante seco y los climas cálidos en realidad no le prestan.
Propiedades de la Feijoa
Por otro lado, también es importante señalar que la Feijoa es vista como una fruta suramericana con grandes propiedades nutricionales y medicinales. Con respecto al primer aspecto, los científicos han señalado que la Feijoa puede ser considerada como una gran fuente de Grasas naturales, así también como de Carbohidratos, Fibra alimenticia, Azúcares naturales y proteínas vegetales.
De igual manera, la Feijoa es vista como una gran fuente de vitaminas, entre las que se encuentran las vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9, B12, C y E. En esta fruta también se pueden conseguir grandes cantidades de minerales, que pueden estar conformadas por el Calcio, Hierro, Magnesio, Fósforo, Potasio, Sodio y Zinc.
No obstante, estos componentes no sólo se traducen en valores nutricionales, sino que también le otorgan a esta fruta grandes propiedades medicinales, entre las que se encuentran la de ser de gran ayuda en caso de hipotiroidismo, así también como para ayudar a prevenir la anemia, los cuadros gripales, los cálculos renales, la hipertensión, el insomnio o la depresión, al tiempo que tiene la cualidad de ser cardio-protectora.
Recetas a base de Feijoa
Sin embargo, esta fruta suramericana no es escogida por los millones de paladares en occidente, no sólo por sus propiedades nutricionales, sino sobre todo por su delicioso sabor. De ahí que la Feijoa sea también la protagonista de deliciosas recetas, tanto dulces como saladas. A continuación, algunos ejemplos:
Mermelada de Feijoa
Uno de los primeros ejemplos que pueden señalarse sobre recetas a base de Feijoa, es la Mermelada. Para prepararlo se necesitará tener a disposición los siguientes ingredientes: dos (2) libras de feijoa pelada y troceada / dos (2) libras de azúcar moreno / un (1) vaso de agua.
Al momento de preparar esta receta, se necesitará llevar la fruta a la licuadora con el agua, y se procesará hasta obtener una pasta, no muy triturada, pues la idea es conservar algunos trozos de la fruta. Hecho esto se llevarán las frutas a una cazuela, en donde se agregará el azúcar, y se dejará que se cocine al menos unos cinco minutos.
Pasado ese tiempo, se baja la preparación del fuego, y entonces se deja reposar por unas dos horas. Durante este lapso, la fruta botará una espuma, que debe retirarse con ayuda de una cucharilla. Hecho esto, se lleva nuevamente al fuego, para dejar cocinar la receta por unos veinte minutos, teniendo la precaución de mover todo el tiempo con una cucharilla de madera, mientras se espesa, y para evitar que se pegue al fondo de la olla. Se baja del fuego, y se espera entonces a que se enfríe. Se coloca en vasos de vidrio, previamente esterilizados.
Mousse de feijoa
Otra forma deliciosa de aprovechar el sabor de la feijoa es la del mousse, receta esta que ofrece un rico sabor y una textura asombrosa. Para prepararlos, será necesario tener a disposición los siguientes ingredientes: una (1) lata de leche condensada de 400 gramos / tres (3) claras de huevo / una (1) bolsa de crema de leche de 400 gramos / una (1) libra de pulpa de feijoa / un (1) sobre de 15 gramos de gelatina sin sabor / dos (2) tazas de agua.
Al momento de iniciar con la preparación, si tendrá cuidado de batir las claras de huevo, a punto de nieve. Cuando se hayan logrado montar, en un recipiente aparte, se deberán mezclar la pulpa de la feijoa, la crema de leche, la leche condensada y una taza de agua, revolviendo hasta conseguir una mezcla bastante homogénea.
Cuando se haya logrado esto, entonces se deberá agregar a esta mezcla las claras de huevo a punto de nieve, mezclando nuevamente, y de una forma envolvente. Así mismo, se deberá agregar el sobre de gelatina sin sabor en la otra mitad de agua. En el momento en que esté suficientemente hidratada, se deberá entonces agregar también a la mezcla, la cual se removerá de forma suave, hasta conseguir que todos los ingredientes se hayan mezclado totalmente.
Por último, se lleva esta preparación en un molde, y se lleva a refrigeración hasta de cuaje. Se sirve frío, y puede acompañarse con helado o salsa de moras.
Helado de feijoa
Finalmente, con la Feijoa también se podrá preparar un delicioso helado casero. Para prepararlo, se necesitará tener entonces a disposición los siguientes ingredientes: tres (3) tazas de yogurt griego sabor natural / un tercio (1/3) de pulpa de feijoa / dos tercios ( 2/3) de tazas de azúcar blanca / una (1) cucharada de miel / una (1) pizca de sal.
Para realizar este postre, se deberán llevar entonces todos los ingredientes a la licuadora, y procesarlos hasta conseguir que se encuentre perfectamente mezclados, e incluso ya no se pueda sentir el azúcar. Logrado esto, se lleva entonces la mezcla a refrigeración, al menos por doce horas, buscando entonces que se congele.
Transcurrido este tiempo, se tomará entonces la preparación y con ayuda de la batidora se procesará hasta batirla toda. Se lleva entonces al refrigerador nuevamente por treinta minutos, tiempo después del cual se volverá a repetir la operación. De hecho, este procedimiento deberá repetirse al menos unas seis veces, hasta que la preparación obtenga entonces la textura de helado, momento en el que puede ser ya servido entonces.
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