Una receta traída de Esparta
Un guiso de carne de cerdo al cual se añadía sangre del mismo animal y vino, para evitar que la sangre se coagulara a la hora de cocinarlo, se vertía vinagre al platillo, era el manjar de los guerreros espartanos. A este famoso platillo se le conocía como caldo negro.
El caldo era degustado en plenas sisitías: eventos que organizaban en la antigua Grecia, en donde se reunían hombres y jóvenes de algún grupo social y religioso. En Esparta se le conocía como fiditías y se trataba de banquetes cotidianos de carácter obligatorio, que buscaba estrechar los lazos entre los ciudadanos; para poder asistir a estas reuniones era necesario que la persona ya tuviera los 20 años cumplidos.
Y para ingresar al grupo, había dos opciones: por votación o que la persona fue invitada por su erastés (un hombre mayor comprometido en una relación con un joven). Cada asistente debía aportar parte de los ingredientes a la olla común, si se encontraba que era incapaz de realizar tal aporte la persona era excluida. Las mujeres no eran invitadas a las fiditías.
Las opiniones de algunos comensales
Plutarco, historiador griego, anotó algunos comentarios relativos al curioso plato por los griegos que viajaban a la ciudad:
Un ciudadano de Sibaris alegó, después de haber probado el menjurje, que ahora comprendía porque los espartanos estaban tan dispuestos a morir en batalla. Por otro lado, un rey del Ponto, tuvo curiosidad sobre aquel guiso y mandó a prepararlo, ya podrán suponer la sorpresa que se llevó el rey al probar tal atrocidad al buen gusto, y tras pasar horas vomitando, le preguntó al cocinero (que por cierto era espartano) que por qué el caldo negro sabía tan horrible. El cocinero tuvo la sabiduría de responderle lo siguiente: “sólo las personas que se habían bañado en el Eurotas (rio que pasa por Esparta) pueden apreciar su sabor”.
Fuentes:
- https://historiaconminusculas.blogspot.com/2018/02/el-caldo-negro-de-los-espartanos.html
Imagen: taringa.net