Entre las cientos de recetas que pueden prepararse con Brócoli, se encuentran los pasteles, los cuales ofrecen una forma divertida y creativa de consumir este vegetal, que de seguro será la fascinación de los más pequeños de la casa. Sin embargo, antes de exponer algunas de estas recetas, se revisarán algunos aspectos de esta planta comestible y llena de propiedades.
El brócoli
De esta forma, se puede comenzar a decir que el Brócoli, conocido por su nombre científico Brassica oleracea var. italica, ha sido definida por la Botánica como una planta comestible, familia de las brasicáseas, especie de plantas entre las que también se encuentran el repollo, la coliflor o el col de Bruselas, entre otras.
En cuanto a sus características, el Brócoli –también llamado en algunas regiones como Brécol o Bróquil- puede ser descrito como una planta de color verde, la cual cuenta con una gran cantidad de cabezas florales, que a su vez pueden ser descritas como abundantes y carnosas, y que constituyen la parte más comestible del Brócoli, en tanto que el tallo y las hojas, por lo general son desechadas.
Así mismo, se le considera un cultivo propio de los climas frescos, por lo que es natural que prospere en ellos, así como en las estaciones veraniegas de las regiones en donde quizás no haya buen clima todo el año.
Origen del brócoli
Por otro lado, los especialistas han señalado que el Brócoli puede ser considerado igualmente como una planta propia del Oriente próximo. En este sentido, los investigadores han señalado que tal vez el Brócoli se generó de manera silvestre, hace miles de años, en las tierras que conforman el Líbano, Siria y a Península de Anatolia, al igual que lo hizo su pariente el coliflor.
Posteriormente, y gracias a la expansión del Imperio romano, esta planta fue llevada desde el Oriente próximo y Asia menor hasta el continente europeo, en donde llegó a Italia, país este en donde el clima le fue favorable, y en donde también fue recibido con entusiasmo por los pobladores de esta región, convirtiéndose en un alimento de gran popularidad.
A diferencia de otros productos y alimentos que se expandieron por Europa y América durante el siglo XV y XVI, el Brócoli esperó hasta el siglo XX, para trascender las fronteras de la península itálica, y conquistar otras latitudes europeas. En su viaje también cruzó el océano, llegando a América donde fue recibido igualmente con beneplácito. De hecho, en épocas modernas el mayor productor de Brócoli es Estados Unidos, gracias a que California cuenta con el clima perfecto para el cultivo de esta planta.
Propiedades nutricionales del Brócoli
Desde su popularización, y aun cuando se sabía en épocas remotas en los lugares donde se conocía, se han hecho varios estudios sobre las propiedades nutricionales del Brócoli, encontrándose que esta plata es una fuente súper valiosa de elementos vitales para la salud.
En este orden de ideas, se puede decir que por ejemplo los científicos han determinado que en el Brócoli –sobre todo si es crudo- se pueden encontrar Carbohidratos, Azúcares, Fibra alimenticia, Grasas naturales e incluso Agua, por lo que su consumo además de proporcionar energía al organismo, estimula las funciones intestinales.
Así mismo, los expertos en nutrición han declarado que el Brócoli es también gran fuente de vitaminas, pudiendo encontrarse en esta planta algunas como las vitaminas A, B1, B2, B3, B5, B6, B9, C, E y K, por lo que el consumo de este alimento es recomendado sobre todo para los niños, pues ayuda al crecimiento, así como para las mujeres embarazadas, pues puede contribuir al buen desarrollo cerebral del feto.
Por otro lado, en el Brócoli también han sido detectados gran cantidad de minerales, los cuales se constituyen como vitales para el funcionamiento del cuerpo humano, como por ejemplo el Calcio, Hierro, Magnesio, Manganeso, Fósforo, Potasio y Zinc. En consecuencia, se asocia el consumo de Brócoli con huesos fuertes, cero anemia, buen ánimo, buena salud cardiovascular, excelentes funciones cognitivas, entre otras propiedades.
Recetas de pasteles a base de Brócoli
Sin embargo, no son solo sus propiedades nutricionales las que hacen que millones de paladares sigan eligiendo una y otra vez el Brócoli como base de deliciosos platos, sino que su sabor y su gran versatilidad han hecho que esta planta tome un lugar importante en la culinaria internacional.
Una expresión de la gran diversidad de preparaciones que pueden elaborarse a base de esta planta son los pasteles, los cuales pueden introducir un toque de variedad y diversión a la dieta, sin perder de vista las opciones saludables. A continuación, algunos ejemplos de estas preparaciones:
Pastel de brócoli y calabaza
Una combinación llena de sabor, dulzor y vitaminas, lo constituye este Pastel, el cual mezcla la calabaza y el brócoli de una forma tan divertida, que los pequeños de la casa no podrán resistirse.
Para prepararla será necesario tener a mano una (1) calabaza pequeña / una (1) cebolla / un (1) brócoli pequeño / dos (2) huevos / dos (2) cucharadas de fécula de maíz / dos (2) dientes de ajo / una (1) cucharada de aceite de oliva / Sal / Pimienta.
Cuando se tengan todos los ingredientes a disposición, se comenzará por colocar una olla al fuego con agua. En el momento en que el líquido hierva, se agregará la calabaza, cortada en trozos, y se le dejará cocinar hasta alcanzar el punto de puré.
Para cuando ya calabaza ya esté cocida, se deberá sacar del agua, y llevarla a un recipiente. Se agregará en ese momento la cebolla rallada, los dos huevos, previamente batidos y la fécula de maíz, y se mezclará todo hasta obtener una masa homogénea. También se deberá agregar la sal y la pimienta.
Así mismo, se deberá cocinar al vapor el brócoli, teniendo cuidado de hacerlo sin el tronco principal. Cuando esté al dente, se trocea un poco, y se agrega al puré, y se mezcla todo muy bien, hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados.
Por último, se toma la preparación y se coloca en un molde para tartas o ponqués, previamente enmantecado, y se lleva al horno, a una temperatura de 180º, por al menos unos 30 minutos, o cuando la calabaza esté completamente cocida. Este pastel puede acompañarse de pollo o ensalada.
Flan de brócoli
Otra deliciosa preparación, que puede constituir un desayuno o una merienda repleta de sabor, energía y nutrientes es este flan, el cual puede ser entonces el complemento ideal de la lonchera de los más pequeños, o de todo aquel que quiera comer delicioso y sano.
Para prepararlo será necesario tener a disposición los siguientes elementos: una (1) taza de brócoli / un (1) huevo / media ( ½ ) taza de queso crema / Sal / Pimienta negra / Nuez moscada.
Lo primero que se hará, para la elaboración de este brócoli será cocinarlo al vapor, hasta que esté al dente. En ese momento se baja del fuego, y se le permite enfriar, antes de procesar en la licuadora o en un procesador de alimentos.
Se lleva el brócoli entonces a un recipiente, y en él se agrega el queso crema, el huevo y el resto de las especies. Cuando se haya logrado una masa homogénea, se agrega a moldes para muffins, y se cocinan a baño maría por lo menos treinta minutos.
Pastel de brócoli y papa
Igualmente, el Brócoli se mezcla a la perfección con las papas, componiendo entonces un plato lleno de nutrientes y sabores deliciosos, y además bastante rendidor, por lo que es ideal para cuando se tienen invitados.
A la hora de comenzar con la preparación, se deberá reunir los siguientes ingredientes: dos (2) tazas de brócoli / dos (2) tazas de papas cocidas / un (1) chorrito de crema de leche / tres (3) huevos / una (1) cebolla mediana / un (1) ajo picado / Nuez moscada / Sal / Pimienta / una (1) cucharada de mantequilla / una (1) taza de queso parmesano.
El primer paso, ya con todos los ingredientes a disposición, será colocar en un bol el brócoli y la papa, previamente cocidos, y convertirlos en un puré, lo más homogéneo que se pueda. No obstante, se debe tener cuidado de dejar algunos trocitos de brócoli enteros.
Así mismo, se tomará un sartén, y en él se colocará una cucharadita de mantequilla. Cuando esté bastante caliente, se deberá agregar el ajo y la cebolla, permitiendo que estos ingredientes se sofrían y se doren.
Cuando esto haya sucedido, se deberá entonces tomar el sofrito e incorporarlo al puré. Se agrega igualmente la crema de leche, así como los huevos, el queso y los condimentos. Se amasa todo hasta lograr una masa compacta y homogénea.
Se coloca la preparación en un molde, previamente enmantecado, se coloca queso parmesano por encima, y se lleva al horno por unos 25 minutos, y a una temperatura de 190º. El pastel está listo cuando al introducir un cuchillo en él, este sale seco. También puede usarse como guía el olor de la preparación, es decir, cuando la cocina tome un delicioso aroma se entenderá que el pastel ha quedado listo.
Esta preparación es ideal para acompañar carnes rojas, blancas o incluso una rica ensalada, pues representa una importante cantidad de carbohidratos y vitaminas, en especial de vitamina C, por lo que es ideal para prevenir cuadros gripales en los más pequeños.
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