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Cuentos oscuros
Cualquiera que haya navegado la web por suficiente tiempo sabe que allí se encuentran todo tipo de relatos y cuentos macabros que muchos claman verdaderos. Uno de ellos, por ejemplo, es el del “Rastrillo” (The Rake) que mencionábamos hace unos días. Otro es el del Juego de Medianoche.
Hoy hablaremos de uno de estos relatos, uno particularmente interesante que lleva rondando más de una década. Habla de la aparición de una entidad humanoide de algún tipo (pero definitivamente no un humano) en el Hospital de Cedar Senai en California.
La Mujer sin Expresión
El relato narra lo siguiente:
En junio de 1972 (la fecha exacta no se revela) apareció una mujer en el dicho hospital sin nada más que una bata con manchas de sangre. De acuerdo con el relato, muchos de los presentes comenzaron a mirarla con atención tras lo cual huyeron del lugar, pues a todas luces se trataba de un maniquí. Su rostro plástico, sin expresión alguna, carecía de cejas y mostraba un brillo antinatural… y el hecho de que llevara un gatito en su boca no ayudaba en absoluto. La mujer entonces dejó caer el minino (no está claro si vivo o muerto) y se desmayó.
Los médicos que la atendieron relatan que pese a haber recuperado la conciencia inusualmente rápido, la mujer no opuso ninguna resistencia cuando la levantaron y la llevaron a una habitación. Sin embargo, al intentar aplicarle anestesia la mujer cambió completamente de actitud y comenzó a resistirse con tal vehemencia que hicieron falta dos médicos para mantenerla en su lugar.
Su rostro no mostró cambio alguno durante el forcejeo, algo que realzó aún más su naturaleza antinatural (perdonarán la expresión) e hizo que los médicos se volvieran aún más recelosos de su presencia. Pero entonces – cuando fue dominada – sucedió algo inesperado.
La mujer sonrió.
Sus dientes no eran normales. Eran afilados, como los de un animal salvaje. La doctora que los vio en primer lugar lanzó un alarido y de inmediato se alejó de la mujer. Los demás permanecieron allí, atónitos, sin saber qué hacer a continuación: uno de ellos le preguntó “¿Qué demonios eres?”
Y por toda respuesta, sin que mediara advertencia alguna, la mujer se lanzó a su garganta y la desgarró. Tras ello musitó “Yo… soy… Dios”.
La historia termina con ella saliendo lentamente por el corredor, sorprendiendo a los guardas de seguridad (que ya venían en camino) y matando o hiriendo a varios. Parte del hospital había sido evacuado, por lo que la mujer no hizo más que perderse en los corredores sin que nadie volviese a saber de ella.
¿Verdad o leyenda?
El asunto con estas historias es que suelen ocurrir en circunstancias en las que difícilmente podría verificarse lo sucedido. En este caso, sin embargo, el relato sucede en un Hospital reconocido de los Estados Unidos en el cual no hay ninguna mención al evento (que tampoco aparece en los medios).
Sería interesante pensar, por ejemplo, en un experimento fallido de ingeniería genética que llevó a que una empresa (o una entidad estatal) construyera la criatura usando quién sabe qué medios y terminara por dejarla escapar. El suceso, entonces, habría sido encubierto como una manera de proteger a los verdaderos culpables.
Pero por mucho que me guste pensar en este tipo de cosas, lo cierto es que por ahora tenemos pocas pruebas de que el evento haya ocurrido en realidad. Sería muy interesante que una investigación detallada en California revelara indicios, pero hasta entonces tendremos que suponer que el relato es, al menos en parte, construido.
Una lástima, si me preguntan.
Imágenes: 1: creepypasta.wikia.com, 2: youtube.com