Quizás una de las dolencias de salud más comunes, sobre todo durante la niñez, sea la Amigdalitis, afección constituida por la inflamación significativa de las amígdalas, la cual se presenta acompañada por una gran molestia en la garganta, irritación en la boca, dolor, y en ocasiones fiebre.
Sintomas de la amigdalitis
No obstante, no siempre los síntomas de esta afección son tan evidentes, pues en ocasiones la inflamación de las amígdalas se encuentra acompañadas por falta de apetito, bajo ánimo, secreción e incluso una leve dificultad para tragar, síntomas estos que a pesar de no parecer relacionados con la Amigdalitis sí se encuentran estrechamente relacionada con este padecimiento, que en realidad –según algunas fuentes especializadas- constituye un sistema de defensa del cuerpo, el cual reacciona de esta forma, con inflamación y fiebre, para defenderse de alguna amenaza que intenta a entrar al cuerpo desde el exterior. Sin embargo, en algunas ocasiones, la Amigdalitis puede ser incluso originada por un golpe en la región, la cual se inflama produciendo la afección.
Así mismo, aun cuando en realidad no constituye una enfermedad o condición que pueda comprometer la vida del individuo que la padece, en algunos casos –los cuales no suelen ser la mayoría- sí puede representar una dolencia que presente un riesgo, puesto que las amígdalas pueden crecer de tal forma, que comiencen a interferir con la normal respiración de la persona, por lo que ante señales como respiración entrecortada, agitación, irritabilidad o un cambio en la coloración de la persona se debe acudir de inmediato a un centro de salud, a fin de que se le brinde la atención adecuada.
Remedios naturales para la amigdalitis
Empero, es muy extraño el caso en el que una amigdalitis llegue a representar un peligro inminente para la vida de la persona, por lo que casi siempre una visita al médico y la asignación de un antibiótico correcto ayuda a que este cuadro retroceda satisfactoriamente en cuestión de días. Así mismo, siempre y cuando el médico tratante lo apruebe, y no sea usado como sustituto del tratamiento enviado por el profesional de la Medicina, existen algunos remedios y preparaciones naturales, que pueden servir como coadyuvante al tratamiento de los cuadros de Amigdalitis, tal como se muestran a continuación:
Miel y limón
Quizás uno de los clásicos en el tratamiento de la Amigdalitis sea la miel y el limón, componentes que cuentan con ingredientes antisépticos, analgésicos e igualmente antiinflamatorios, cuyo uso puede ayudar a que la infección y la inflamación que afecta las amígdalas ceda, dando paso a una recuperación, además por su puesto del agradable sabor de esta combinación, que así mismo puede ayudar a tratar el mal aliento que se puede generar como producto de la infección de garganta.
Para su uso con este propósito, algunas fuentes de Medicina naturista señalan que la dosis recomendada debe estar constituida por una cucharada de zumo de limón combinada con una cucharada de mil, la cual debe ser tomada al menos tres veces al día. Así mismo, algunas fuentes recomiendan igualmente el agregar una cucharada de miel y otra de jugo de limón, a un vaso de agua tibia, mezclando hasta obtener una preparación homogénea con la cual se puedan hacer gárgaras, por lo menos cuatro veces al día.
Vinagre de manzana y miel
En el mismo espectro de preparaciones hechas a base de miel con el propósito de combatir de forma natural la Amigdalitis, se encuentra la combinación del vinagre de manzana y miel, la cual resulta ideal para combatir la infección alojada en la garganta, debido a las poderosas cualidades curativas de estos elementos. Para prepararlo bastará –según las fuentes especializadas- en combinar una cucharada de vinagre de manzana y una cucharada de miel, en un vaso de agua tibia. Obtenida una mezcla homogénea se deberán hacer gárgaras con ella, al menos cuatro veces al día.
Tomillo contra la infección
Por su parte, el tomillo constituye una planta con grandes propiedades antisépticas, las cuales son esenciales a la hora de combatir la infección que puede originar la Amigdalitis. Para usarlo con este propósito, según coinciden las distintas fuentes especializadas, lo mejor es preparar una infusión con esta planta, para lo cual será necesario simplemente agregar a un litro de agua hierviendo, unas cuantas hojas de esta planta, permitiendo que continúe el hervor por al menos cinco minutos. Luego se debe conservar en un lugar fresco, tomando entre dos y tres veces al día, a fin de ayudar al organismo a combatir la infección.
Salvia como antiinflamatorio
Así mismo, otro de los síntomas más molestos durante un cuadro de Amigdalitis es la inflamación, pues esta se encuentra estrechamente relacionada con el dolor de garganta. En este sentido, algunas fuentes naturistas señalan las grandes propiedades antiinflamatorias y analgésicas con las que cuenta la salvia, planta con las que se puede hacer un emplasto que se aplique caliente y de forma tópica por sobre la piel exterior de la garganta. Para usarlo con este sentido, será necesario entonces hervir durante unos cinco minutos algunas hojas de salvia, después de los cual se deben envolver en una trapo de algodón, a fin de colocar –con mucho cuidado de no procurar quemaduras- directamente sobre la garganta, a la altura donde se siente la inflamación.
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