En el ámbito de la novela negra estadounidense, se conoce con el nombre de A sangre fría (In Cold Blood, por sus título en inglés) a una de las más afamadas novelas del escritor y periodista Truman Capote, la cual fue publicada en el año 1966, gracias al trabajo de la casa editorial Random House.
Sobre la obra
Bautizada por su propia autor como uno de los pilares de la novela de no ficción, A sangre fría constituye un híbrido perfecto entre la crónica y la novela policíaca de ficción, en donde su autor se da a la tarea de reconstruir, a través de testimonios y pruebas judiciales todos los hechos ligados al asesinato de los cuatro miembros de la familia Clutter, así como el perfil psiquiátrico de sus asesinos: los exconvictos Dick Hickok y Perry Smith.
No obstante, uno de los hechos más resaltantes de la escritura de Capote es que teje la historia, de una forma en la que más allá del hecho puntual del brutal asesinato, la novela logra mostrar una radiografía del mundo personal y emocional de cada uno de los criminales, lo cual sin pretender defenderlos –aun cuando muchos piensen que sí- logra revelar cómo en estos dos psicópatas existe un lado humano.
Truman comenzó a escribir la novela en 1959, pocos días después de que el asesinado a la familia Clutter fuese realizado. Llamado por la gran conmoción que ocasionó tan vil crimen hacia un grupo familiar, respetado y sin aparentes enemigos, Truman Capote se trasladó al pueblo de Kansas en donde ocurrieron los asesinatos, a fin de ser testigo presencial de cómo este hecho afectaba la opinión pública y la vida de los estadounidenses.
Fue así como empezó a recoger notas de todos los testigos y habitantes de la localidad que hubiesen conocido a los Clutter. Posteriormente, cuando la policía logró averiguar que Hickock y Smith eran los asesinos, logró enterarse de cómo estos hombres fueron relacionados con el crimen a raíz de la colaboración de Floyd Wells, un antiguo compañero de celda de Hickock, quien en algún momento le había comentado a este sobre la gran fortuna que tenía en casa el señor Clutter. Desde entonces, tal como señala Capote, Wells contó que Hickock se obsesionó con la idea de asaltar y asesinar a cada uno de los Clutter, para que no quedaran testigos del crimen que cometería con Perry. No obstante, el convicto Wells no advirtió a nadie por creer que era pura palabrería.
Así también, Capote logró entrevistar durante años a los asesinos, Hickok y Perry, de quienes logró construir un perfil psicológico, al tiempo que logró averiguar que hicieron después del crimen, cómo eran sus vidas antes y después, y sobre todo cómo el motivo del brutal asesinato fue una fortuna que nunca existió, que fue inventada desde un principio por Floyd Wells, y que se resumió a los casi cincuenta dólares que estos hombre se llevaron de cada de los Clutter después de haber alabado con sus víctimas.
Dedicada a la escritora de Matar un ruiseñor, Harper Lee, por ser esta mujer quien impulsara a Capote a continuar con sus investigaciones, cuando estas parecían conducir a un túnel sin salida, A sangre fría también se convirtió, luego de su publicación, en un verdadero Bets Seller, siendo también la historia inspiradora de tres grandes éxitos de taquilla: A sangre fría (1967); Capote (2005) e Infamous o Historia de un crimen (2007).
Resumen de A sangre fría
En consecuencia, la novela de Truman Capote, A sangre fría comienza dibujando las personalidades y vidas de cada uno de los miembros de la familia Clutter: el padre Herbert Clutter, su esposa Bonnie Clutter, y sus hijas adolescentes Kenyon Clutter (15) y Nancy Clutter (16), y quienes serían asesinados finalmente asesinados de forma brutal en su propia casa el 15 de noviembre de 1959.
A través del testimonio de mucho de sus vecinos, Truman dibuja lo que parecería una típica e ideal familia estadounidense de finales de los años cincuenta: trabajadora, unida, apreciada por su comunidad, piadosa, tranquila, religiosa, y sobre todo sin ningún enemigo aparente. Como un recurso narrativo, Capote se centra, para comenzar su historia en las horas que sucedieron previas al brutal asesinato, es así como narra de forma bastante precisa las costumbres y relaciones entre los Clutter, tanto entre ellos como con los miembros de Holcomb, el pequeño pueblo de Kansas en el que viven.
En paralelo, el narrador en tercera persona va dando cuenta también de las horas previas al brutal asesinato de los Clutter, vividas por sus autores: Dick y Perry, las cuales contrastan fuertemente con la idílica vida de los Clutter, y se basan en cada uno de los preparativos que van realizando estos hombres para acudir a la granja de esta familia, para robarla y asesinarla, lo cual deja en total evidencia cómo esto fue un crimen planificado.
Así mismo, A sangre fría, en la medida en que la historia avanza hacia el brutal crimen, se da el permiso de usar el recurso del flash back para introducir los testimonios de algunos de los testigos que vieron vivos por última vez a alguno de los Clutter, o incluso aquellos pertenecientes a quienes tuvieron que vivir el trágico momento de encontrarlos sin vida, hecho que no solo causaría conmoción en ellos, sino que se convertiría en un verdadero suceso mediático, que impactaría en la opinión pública, en todo el territorio, más allá de las fronteras del estado de Kansas.
De esta manera, el narrador comienza a acompañar la investigación posterior, liderada por el detective Al Dewey, quien en realidad no sabe por qué pista comenzar a buscar al culpable de semejante masacre. Sin embargo, al ocupar una posición omnisciente, el narrador de la novela cuenta cómo mientras la investigación avanza a la deriva, los culpables del crimen se trasladan hacia México, para huir de la Justicia. Este pasaje de la novela sirve de escenario para mostrar también al lector un perfil psicológico de los asesinos de los Clutter.
Es así como llega el momento en que un crimen sin aparente solución, se convierte en un caso resuelto, cuando el convicto Floyd Wells colabora con la Justicia indicando cómo Dick se obsesionó en prisión con la idea de ir con Perry hasta la casa de los Clutter, para así robarlos y matarlos, y cómo desde un principio Perry fue su cómplice. Testimonio suficiente para ir tras la pista de estos hombres, quienes finalmente son apresados y conducidos a la Justicia.
En consecuencia, comienza la parte de la novela dedicada al largo juicio que se desarrollaría en base a la acusación de asesinato sobre Dick y Perry. Ocasión que aprovecha el autor para poner en la boca de los propios ejecutores los detalles y por menores del asesinato de cada miembro de la familia Clutter. De igual forma, se mostrará cómo la defensa de estos hombres acudirá en varias ocasiones a sus evidentes trastornos pisquiátricos, para justificar sus atroces actos, y cómo una y otra vez serán desestimados por el jurado, el cual termina condenándolos a la horca.
Por último, el narrador de A sangre fría conduce al detective Al Dewey al día de la ejecución, describiendo cómo este policía acude por primera vez a un acto de este tipo, haciéndolo para ver el final de la investigación que cambió su carrera y su vida para siempre. Un poco impresionado con lo improvisado del lugar, así como por las horcas colgantes de un vida, Dewey presencia cómo las vidas de Dick y Perry llegan a su fin, por decisión de la corte, luego de haber pasado cinco años en el corredor de la muerte, debido al crimen cometido contra los Clutter.
Luego de esto, y quizás tratando de cerrar consigo mismo un penoso ciclo, que se abrió con el asesinato de los Clutter y tuvo su final con la ejecución de Dick y Perry, y que puso también en evidencia la compleja psicología de este parte de asesinos, que según expresaron los psiquiatras, por separado no representaban peligro, pero juntos eran un cóctel de violencia y maldad que solo podía conducir a lo que terminaron materializando, el detectiva Al Dewey acude al cementerio a expresar sus respetos en las tumbas en donde descansan los cuerpos de cada uno de los cuatro miembros de esta familia.
Estando en el campo santo, Al Dewey se encuentra con Susan Kidwell, gran amiga de Nancy Clutter, la mayor de las hijas de esta familia, y quien para el momento de los asesinatos contaba a penas con 16 años. Dewey ve en la propia Susan a la pequeña chica, y se lamenta por toda la vida que tenía por delante cuando su familia fue asaltad por estos asesinos que no duraron en matarlos a sangre fría.
La narración fluye hacia el final del libro, contando cómo incluso a pesar de los momentos tan duros que la comunidad de Holcomb tuvo que vivir a raíz de estos crímenes, poco a poco encontró la forma de seguir adelante, pues a pesar de los hechos la vida continúo su curso normal, convirtiendo nuevamente a este pequeño pueblo de Kansas en un espacio rural, que sin embargo tendrá siempre en su memoria a los Clutter y su triste final.
Imagen: retrato de Truman Capote, autor de A sangre fría / Fuente: wikipedia.org