Sinopsis de Arráncame la vida
Con el título Arráncame la vida, esta obra narrativa constituye la primera novela de la afamada autora mexicana Ángeles Mastretta, quien la publicó por primera vez en su país natal, en el año 1985, convirtiéndose rápidamente en un verdadero fenómeno de las Letras, lo que le valió su posterior edición por parte de la casa Seix Barral, quien la trajo al mundo nuevamente en 1992.
En sus líneas, esta periodista y escritora mexicana plasma el México machista, así como la red de influencias, negocios y hasta venganzas que se cierne sobre el mundo de la política, y los personajes ambiciosos que la conforman. Así mismo, Arráncame la vida es una obra sobre el infinito universo femenino y su ejercicio de resistencia ante una cultura que percibe a la mujer como un objeto o instrumento, y no como un ser humano con deseos, expectativas, necesidades y sentimientos. De esta forma, la soledad pareciera ser la libertad final.
Resumen de Arráncame la vida
Esta historia comienza narrando el cómo su protagonista Cati, quien para el inicio de la narración había arribado a los 15 años, conoce a Andrés, un general que le dobla la edad, con un futuro político brillante, y quien se interesa por esa joven, quien en principio lo ve como la posibilidad de salir de la pobreza, hecho que también es tomado en cuenta por la familia de esta muchacha, quien agradecen al general haberse fijado en su hija.
De esta forma, nadie protesta ni muestra objeción al evento sucedido, cuando el general Andrés decidió ir a casa de Cati, sacarla de allí y llevarla a conocer el mar. A su regreso, simplemente se mostraron agradecidos por el gesto del militar. Con el mismo ímpetu, un día el general se apareció nuevamente en casa de la muchacha, esta vez para tomarla en matrimonio. A diferencia de lo que Cati había soñado no hubo vestido, flores ni fiesta. Por el contrario, el general simplemente la tomó, la llevó a un registro y la hizo legalmente su esposa. Sin tiempo para asimilarlo, Cati había dejado de improviso la niñez para convertirse en una mujer adulta casada. No obstante, sentía que era mucho lo que debía aprender, pues ni siquiera sabía cocinar.
En cuanto a su vida de casada, la autora describe un paraíso de soledad. Pues así como el general llegaba y la trataba como una reina, bien podía tornarse distante, y desaparecer por meses. A Cati sólo le quedó la opción de refugiarse en un curso de cocina, en donde conoció a sus amigas Pepa y Mónica. Sin embargo, la maternidad no tardaría en visitarla, al cumplir 17 años trajo al mundo a su hija, a quien bautizó con el nombre de Verania.
Un mes después del nacimiento de la pequeña, el general llegó para conocerla. Sin embargo, para sorpresa de Cati, se apareció con dos hijos: Octavio y Virginia, quienes tenían la misma edad que ella. El general le contó a Cati entonces una historia estremecedora sobre el abandono de la madre de los muchachos, conmoviéndola, al punto que aceptó la presencia de ambos, sin hacer reclamos. Al mes de estadía, Virginia se fugó.
Así mismo, la carrera política de este general iba en ascenso, y en ese momento sus ambiciones se concentraron en el hecho de alcanzar la gobernación de Puebla, por lo que se ocupó de una dinámica y fuerte campaña política. A Catia esa posibilidad la alegraba, pues era el boleto directo a abandonar la vida monótona que ha tenido que soportar desde su matrimonio con este hombre. Para su felicidad, efectivamente el general Andrés logra convertirse en el gobernador de Puebla.
Es el momento de tener su segundo hijo, a quien bautizan con el nombre de Sergio, a pesar de que será conocido por todos como Checo. Para sorpresa de Catalina, el ahora gobernador lleva a su casa cuatro hijas más: Martha (15 años); Marcela (13 años); Lilia y Adriana (12 años, gemelas). En ese momento queda en evidencia que lo que los rumores dicen es totalmente cierto: el general tiene un gran número de mujeres e hijos por todo el territorio, y no ha habido un día en que no haya sido infiel.
Comienza entonces el descubrimiento a fondo de Cati sobre el general, el cual se revela como un hombre ambicioso, sin escrúpulos, al que no le tiembla el pulso a la hora de ajusticiar a aquel que se le cruce en el camino. Sin embargo, Cati comienza a tener cierta influencia sobre su marido, por lo que las personas de la región comienzan a usarla como intermediario para que interceda ante su marido en pro de la justicia a los pobladores. En alguna ocasión, Cati lo logra, pero al final termina abandonando esa posición.
Por el contrario, comienza a ser la espía política de su esposo, quien la manda a ocupar posiciones, a fin de que lo mantenga informado. De esta forma, Cati conoce a Fernando Arismendi, secretario del presidente de México, de quien se enamora perdidamente, hasta que su propio esposo le cuenta que este hombre es gay, para decepción de Cati.
Con la ambición ahora de convertirse en presidente, el general y su esposa se mudan a la ciudad de México, donde continúa la lucha por el ascenso político. Nombra a Cati su secretaria privada, y se vuelven inseparables. Sin embargo, el destino llevaría a Cati a conocer a Carlos Vives, músico clásico, quien casualmente es muy amigo del general, y de quien se enamora Cati, siendo correspondida. Comienza el romance entonces entre la esposa del general y su amigo.
No obstante, aun cuando el general no se entera de primer momento, este amorío es un secreto a voces en la casa. Transcurrido un tiempo, sin embargo, unos hombres arrestan al músico, quien aparece a los pocos días con un tiro en la nuca. Misma suerte que corrió el pretendiente de su hija, quien viendo asesinado a su amor, no le quedó más remedio que casarse con uno de los generales amigos de su papá.
Sin embargo, la salud del general comienza a deteriorarse, debido a la ingesta indebida de un té de yerbas, que termina matándolo. Un poco insegura sobre su destino, Cati llama a todas las viudas e hijos del general, a fin de repartir equitativamente los bienes de éste. Se ha quedado sola, pero por primera vez en la vida puede disfrutar de la Libertad.
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