En el ámbito de la Literatura, se conoce con el título de El Cascanueces y el Rey de los Ratones a un cuento infantil navideño, nacido de la pluma del escritor prusiano Ernst Theodor Amadeus Hoffmann en el año 1816, y que a lo largo de los años se ha convertido en un clásico de la literatura universal, así como tradición navideña.
Así mismo, casi ochenta años después de su escritura, los coreógrafos rusos Marius Petipa y Lev Ivanov, en conjunto con el compositor Pytor Ilyich Chaikovsky, tomaron una versión de Alejandro Dumas sobre el cuento original de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, creando el ballet del Cascanueces, que desde entonces ha sido interpretado por cientos de ballets a nivel mundial, constituyéndose en un verdadero clásico navideño en algunos países, como por ejemplo Venezuela, donde es magistralmente interpretado año tras años, en diciembre, por el Ballet del Teatro Teresa Carreño, el cual lo ha convertido en parte de su repertorio y una tradición más de sus connacionales.
El argumento principal de este relato versa sobre la guerra que se da entre un sencillo Cascanueces y el Rey de los Ratones, por el castillo de Mazapán, durante la noche de Navidad, y cómo una niña humana entra a participar y cobrar partido a favor del cascanueces, logrando la derrota del Rey de los Ratones, luego de una ardua batalla. Posteriormente, el cascanueces le pide matrimonio, y esta niña se convierte en la nueva reina de dominios poblados por muñecos y árboles de navidad.
Resumen del cuento El Cascanueces y el Rey de los Ratones
Este clásico de la Literatura Universal comienza contextualizado en la noche del 24 de diciembre, vísperas de Navidad. En casa de la familia Sthahlbaum, reconocida y respetada en toda la provincia por ser la casa del médico de esta zona, María y su hermano Fritz se encuentran realmente emocionados, esperando que llegue el momento de abrir los regalos que descansan bajo el árbol navideño.
Mientras tanto, se divierten con las originales creaciones mecánicas de su padrino, Drsselmeier, magistrado sumamente hábil en la construcción de muñecos a base de sistemas mecánicos, que ha logrado construir un castillo, lleno de pequeños muñecos que se mueven al ritmo de la melodía de una caja musical. Mientras se encuentran en esta celebración, María ve por primera vez al cascanueces, un sencillo muñeco de expresión noble, que llama su atención, sobre todo por su mecanismo sorprendente de romper nueces con su boca.
Terminada la fiesta de Noche Buena todos se retiran a dormir. No obstante, María regresa a la sala, encontrándose con una escena sorprendente: los juguetes, al mando del Cascanueces, se baten en una batalla campal, contra un ejército de ratones, comandados por un roedor que parece ser el rey de estos animales. Sorprendida por lo que sus ojos ve, María se asusta mucho. Sin embargo, las circunstancias terminan envolviéndola, y haciendo que cobre partido por uno de los bandos. María termina luchando a favor de los juguetes, peleando junto al Cascanueces.
En medio de la batalla, María sufre un accidente, pues sin querer rompe la vitrina donde se guardan los juguetes y se corta, perdiendo el conocimiento por el susto y las consecuencias. Sus padres la llevan a la cama, donde se va recuperando poco a poco. Durante su convalecencia, su viejo padrino Drosselmeier decide acompañarla y contarle un cuento. Así María conoce la historia fantástica de una princesa, de nombre Pirlipat, quien fue embrujada por la señora Ratona, cuando su madre la reina le prohibió comer a sus anchas. A esta princesita, la reina ratona la convirtió en una mujer horrenda, que sólo podía ser curada por un joven que tuviese la dentadura tan fuerte para romper una nuez mágica que le devolvería su belleza. En efecto, el héroe logra curar a la princesa, pero en venganza este joven es condenado por la magia de la reina de los ratones a convertirse en un cascanueces. Viéndolo deforme, la princesa Pirlipat se niega a casarse con él.
Recuperada de sus heridas, María regresa al cuarto de los juguetes, en donde se sigue desarrollando la terrible batalla entre los ratones y los juguetes. Sin embargo, el Cascanueces ha caído en desgracia, y son los ratones llevan la venganza, por lo que María decide negociar con ellos, ofreciéndoles sus dulces y muñecos de azúcar a cambio de salvar al Cascanueces. Después de un tiempo de conocer al Cascanueces, María se da cuenta de que en realidad es el salvador de la princesa Pirlipat, quien lo ha despreciado. María se compadece del Cascanueces, y siente que Pirlipat ha sido muy ingrata.
Sorprendentemente, un día mientras visitaba su padrino, el viejo Drosselmeier, María se ve envuelta en un hechizo, y por obra de magia se va encogiendo, hasta volverse del tamaño de uno de sus muñecos. Se encuentra entonces con el cascanueces, al que ve muy bello. Éste, al verla le ofrece matrimonio, a lo cual María acepta fascinada. Transcurrido un año, después del compromiso, el Cascanueces llegó a buscarla en una opulenta carrosa de oro, convirtiendo a María en la nueva reina del mundo de Mazapán.
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