En el ámbito de la Literatura universal, y en específico de la Literatura inglesa, se conoce con el nombre de El corazón de las tinieblas (Heart of darkness, por su título en inglés) a una novela corta –o cuento largo, como lo han tildado algunos críticos- nacido de la pluma del célebre escritor británico Joseph Conrad, el cual fue publicado por primera vez en el año 1899, gracias al trabajo de la publicación Blackwood´s Magazine, fundada a su vez en 1817, por el editor William Blackwood.
Sobre la trascendencia de la obra
De esta manera, El corazón de las tinieblas fue publicado por primera vez por entregas, que abordaron varios números de la Blackwood´s Magazine, entre febrero y abril de 1899. Tres años después, en 1902, esta novela corta de Joseph Conrad es publicada de forma completa, siendo incluido dentro del libro Youth, en donde tuvo oportunidad de aparecer junto a otras historias como Juventud: una narrativa y El fin de la tierra, todo esto gracias al trabajo de la editorial Blackwood & Suns.
Con respecto a su trascendencia, la Crítica ha catalogado a El corazón de las tinieblas como la obra más importante de su autor, convirtiéndola en un verdadero referente literario, en cuanto a la barbarie europea, desplegada en el continente africano. En este sentido, varios estudios especializados refieren que Conrad basó esta novela en su propia experiencia en el Congo, cuando debió pasar en este territorio durante seis meses, que lo llevaron a ver cosas que lo marcaron para siempre, además de las varias enfermedades que adquirió.
Así mismo, algunos teóricos consideran a El corazón de las tinieblas también como un intento de su autor, no solo de abordar el lado cruel y despiadado de la condición humana, o de aquello que ella es capaz, sino que también se dedica a elucubrar sobre la naturaleza de la locura, sus manifestaciones, límites, raíces y consecuencias. En fin, El corazón de las tinieblas es eso: una investigación sobre la locura y un retrato de la crueldad humana.
Resumen de El corazón de las tinieblas
En cuanto a su tema en específico, El corazón de las tinieblas, básicamente cuenta la historia que emprende el marinero Charlie Marlow, a través de un largo río tropical, para encontrar y buscar a un hombre llamado Kurtz, quien es el jefe de una explotación de marfil, el cual ha caído enfermo, y debe ser rescatado, para ser llevado nuevamente a Inglaterra, para su recuperación. El narrador de esta travesía será el propio Charlie Marlow.
En consecuencia, la primera parte de este relato de Conrad cuenta cómo Marlow zarpa de Londres, rumbo a África para cumplir con su misión. Es así como en algún momento deja el pacífico Támesis, para entregarse a aguas un poco más turbulentas, un gran océano, y finalmente las aguas de un río africano, que debe remontar, tras la pista del empleado Kurtz. Al mismo tiempo, la novela va revelando a este tal Kurtz como un ser casi mítico, quien además de ser un efectivo empleado, por su exitosa labor en la empresa de la explotación inglesa de marfil en África, se ha ganado gran fama entre los empleados, por su fuerte carácter, sus grandes aventuras y el halo de misterio que rodea su personalidad.
Sin embargo, en la medida en que el viaje transcurre, y cada vez se acerca más el momento en que Marlow encuentre a Kurtz, este marinero se va convenciendo que más que un gran hombre, está por encontrarse con un ser humano que ha reescrito sus propios límites, y al que de seguro ya lo unen pocos lazos con la sociedad y el mundo real. Esta certeza, de tener que lidiar pronto con un hombre desarraigado de la vida civilizada, y que se comporta a su propia ley, crea en Marlow una sensación de dualidad, pues mientras su primer impulso es de rechazo, en el fondo siente gran curiosidad sobre el cómo será el tan afamado Kurtz.
Así mismo, mientras el viaje sigue su curso, el paisaje africano –aun cuando su autor no señala exactamente en donde transcurre el viaje exactamente- comienza a tomar protagonismo en la novela. Empero no es un paisaje amable, sino que comienza a dejar en evidencia otro de los grandes temas tocados en esta novela: la gran crueldad que han desarrollado los colonos europeos hacia los africanos, así como las condiciones de extrema barbarie y miseria que estos sufren.
De hecho, una vez sumergidos en África, el viaje comienza a tornarse un poco más turbulento, pues los retrasos, los ataques por parte de los habitantes originarios de África, así como las enfermedades contraídas por la tripulación se convertirán en el día a día que estos viajeros deberán superar, para cumplir con su misión, la cual cada vez parece más imposible, debido a la hostilidad del paisaje, y los peligros que se presentan a cada instante.
No obstante, el valor de la tripulación consigue su meta: por fin, los marinos encuentran el sitio en donde habita Krutz, que ya para el momento de su hallazgo ha terminado de ser pintado por la narración casi como un ser sobre natural. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, pues aun cuando se ha convertido en toda una leyenda entre los nativos, en realidad Kurtz ha sucumbido a una enfermedad que lo mantiene en los límites entre realidad y locura.
Los hombres lo convencen que lo mejor es dejar esas tierras, y partir con ellos hacia Inglaterra. Al partir, Kurtz sin embargo se encarga de dejar su legado y su directriz a los otros colonos, para que quizás sigan sus pasos. Es así como realiza un rústico panfleto en donde escribe “Exterminad todas esas bestias”.
Pese a que los marineros han logrado encontrar a Kurtz, y llevarlo al barco que lo trasladará a Inglaterra, la misión no es concluida, pues el enfermo explotador de marfil perece en el viaje. Marlow narra hacia el final de su historia cómo este hombre, totalmente sumido en su delirio tuvo como últimas palabras, gritadas a la nada, “¡El horror! ¡El horror!” terminando con esto su vida.
Imagen: retrato de Joseph Conrad, autor de El corazón de las tinieblas / Fuente: wikipedia.org