En el ámbito de la Literatura del siglo XX, se conoce con el nombre de El guardián entre el centeno (The Catcher in the Rye, por su título original en inglés) a una de las más afamadas novelas del escritor estadounidense J.D. Salinger, la cual se publicó por primera vez en el año 1945, momento en el cual se publicó por entregas.
Historia editorial
Luego de haber sido publicado como una serie literaria por un año, esta obra de Salinger fue editada nuevamente en el año 1951, año en que la editorial estadounidense Little, Brown and Company decidió publicarla íntegra, siendo su primera publicación como libro.
Desde entonces ha estado en el ojo del huracán, puesto que aun cuando los críticos reconocen su gran importancia como novela de iniciación, no hay quienes consideran subido de tono y hasta provocador el lenguaje usado en la novela, así como los temas que trata, en específico el de la rebeldía y el despertar de la sexualidad durante la adolescencia. No en vano, el protagonista de Salinger en esta novela, Holden Caulfield se ha convertido en el ícono literario del adolescente rebelde y confundido.
Edición en Español
Con respecto a su edición en lengua española, esta ocurrió por primera vez en el año 1961, cuando fue publicada por la editorial argentina Compañía General Fabril Editora. En esta oportunidad el título de la novela fue traducido como El cazador oculto, diecisiete años después otra editorial en lengua española reeditó la novela eligiendo un título mucho más literal: El guardián entre el centeno, el cual ha causado gran discusión entre editores, escritores y traductores, que se inclinan más por el primero.
Sin embargo, de acuerdo a lo que señalan algunas fuentes editoriales, el propio autor, JD Salinger autorizó esta última versión como la única que podía utilizarse en Español, razón por la que pese al debate, las ediciones de The Catcher in the Rye seguirán editándose con el título más El guardián entre el centeno.
Resumen de la obra
Básicamente, la historia de esta novela gira en torno a la confusión de un joven de 16 años, oriundo de la ciudad de Nueva York, llamado Holden Caulfield, quien nuevamente expulsado de un colegio no sabe qué hacer con su vida, y quiere evitar el encuentro con sus padres lo más posible.
De esta forma, y narrada siempre en primera persona por la voz del joven Holden, la novela comienza justo cuando se le ha notificado que la escuela en donde cursa preparatoria ha decidido no renovar su matrícula, situación que vendría a sumarse a las múltiples oportunidades en que este adolescente ha sido expulsado de otras instituciones, o simplemente ha perdido un año por bajo rendimiento en sus estudios.
Así mismo, además de evidenciarse que es un joven con problemas de conducta y de rendimiento escolar, Holden demuestra igualmente lo poco sociable que es, puesto que no parece sentir afecto especial por nadie, salvo que por sus hermanos. Su mal carácter y su indisposición con la noticia que le ha dado su escuela hacen que este chico se pelee con su amigo de cuarto, por lo que aunque su regreso estaba marcado para el miércoles, Holden decide marcharse solo a Nueva York el sábado.
Sin embargo, ya en la ciudad decide no ir directamente a casa de sus padres, sino tomarse un momento para él, por lo que se hospeda en el hotel Edmont, un sitio de estrato bajo, que algunos críticos sienten que refleja en su atmósfera la sensación de Holden tiene hacia su vida en ese momento. Empero, este chico trata de hacerse ambiente en este sitio ruin en vano, puesto que por su edad no le permiten beber, y además las personas con las que interactúa le parecen vacías y tontas, en especial las mujeres.
En consecuencia, Holden termina por decidir que debe salir del hotel, por lo que decide ir hacia un bar llamado Ernie´s. No obstante al llegar también recibe una sorpresa desagradable, pues se encuentra con la ex de su hermano. Resignado, Holden abandona el plan, y decide volver al hotel. En el elevador, rumbo a su habitación, el ascensorista le ofrece los servicios sexuales de una prostituta. Pese a que Holden no se ha iniciado sexualmente, acepta, cerrando el trato por cinco dólares.
De esta forma, Sunny, una chica dedicada a la prostitución llega hasta la habitación de Holden. Después de hablar un rato, acuerdan que no existirá tal encuentro, pero que Holden igual le pagará por haber venido. Al entregarle los cinco dólares, la chica le dice que son diez, por lo que discuten. Sunny abandona la habitación, pero regresa después con el ascensorista, para someter a Holden, y quitarle los cinco dólares de más, para luego dejarlo nuevamente en su habitación golpeado.
A la mañana siguiente, Holden sigue sin saber bien qué hacer con su vida, de repente siente deseos de ver a Sally, una joven contemporánea con él, con quien ha estado saliendo últimamente. Pasan una tarde divertida entre teatro y patinaje. Cuando cree que es el momento indicado, Holden le propone a Sally escapar juntos, para establecerse en una cabaña. Sin embargo, la chica dice que no, negativa que Holden responde de mala gana, haciendo que Sally decida volver sola a propia casa, entre lágrimas.
Sintiéndose aún más confundido, Holden cree que necesita de la presencia de un amigo, por lo que llama a Luce, un excompañero escolar, a quien invita a un bar, para que le acompañe a beber. Su amigo llega a la cita, pero luego con se escusa y parte. Holden queda solo, sin que esto le impida seguir con su plan original: emborracharse.
Al salir del bar, Holden siente unos inmensos deseos de hablar con su hermana menor Phoebe, quien apenas tiene diez años –y que para los críticos simboliza la pureza, y esa etapa de la niñez que como adolescente al fin tiene Holden todavía con él. No obstante, Holden se enfrenta con la diatriba de cómo hacer para ver a Phoebe, pues no quiere encontrarse con sus padres, por lo que llega hasta su casa, y decide escabullirse por una ventana. Para su fortuna, sus padres han salido, y puede compartir un momento tranquilo con su hermana, quien al enterarse de que Holden ha vuelto a ser expulsado, lo reprende.
Es en este diálogo con su hermana que Holden señala que él no sabe qué hacer con su vida, pero que cuando se lo pregunta, afirma que se imagina:
«a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura”. (Salinger, 1961)
En medio de esta conversación, los padres de Holden regresan, por lo que debe esconderse, y luego arreglárselas para salir sin ser visto. Vagando sin rumbo en la ciudad, decide buscar protección en la casa de un antiguo profesor, apedillado Antolini, quien le brinda hospedaje en su casa, ofreciéndole el sofá. Holden se acuesta a descansar, pero a mitad de la noche abandona la casa, ya que se despierta por las caricias que Antolini le hace en el cabello. Creyendo que está en peligro de haber caído en manos de un pervertido, Holden regresa a la ciudad.
Sin tener a donde ir, Holden camina por la noche de Nueva York, mientras en él nace la firme decisión de marcharse hacia el Oeste. Sin embargo, siente que no puede irse sin despedirse de su hermanita Phoebe, por lo que le deja un mensaje en su escuela, para que al día siguiente se encuentren en el museo para despedirse. Sorpresivamente, Phoebe se aparece en la cita con una maleta, decidida a marcharse con su hermano.
Queriendo disuadirla, Holden le propone dar un paseo por el parque. Phoebe decide montarse en el carrusel. Mientras ella da vueltas alegremente, Holden la observa, llenándose nuevamente de esa alegría. Decide no seguir con su plan de ir hacia el oeste, sino que piensa que lo mejor será quedarse. Finalmente, la voz de Holden aclara que esto es lo que ha ocurrido antes de estar interno un tiempo en un hospital, debido a problemas de salud.
Imagen: retrato de J.D. Salinger, autor de El guardián en el centeno / Fuente: wikimedia.org