En el ámbito de la Literatura latinoamericana, se conoce con el título de El muelle a una novela del escritor ecuatoriano Alfredo Pareja Díez-Canseco, publicada por primera vez en el año 1933, y que en sus líneas cuenta magistralmente el círculo vicioso que ata al desempleo y la pobreza a los ecuatorianos de bajos recursos, quienes –de acuerdo al enfoque político de este autor- son humillados y maltratados por las ambiciones de los poderosos, de quienes dependen para poder trabajar y comer, siendo explotados y desechados, sin ningún tipo de piedad ni respeto a sus derechos.
Sinopsis de El muelle
Reeditada en varias ocasiones, incluso por la editorial Casa de las Américas, la novela El muelle se ha convertido en un canto por los derechos de las personas de escasos recursos en su país natal, así como una radiografía social hacia la vida del ecuatoriano pobre, tanto en su país como fuera de él, dibujando una suerte de infortunio que desmiente el mito que relaciona el concepto de pobreza con flojera o inconstancia, y por el contrario colocándole la cara a la desgracia, vistiéndola de patrono explotador.
Algunos críticos, han reflexionado sobre la razón de por qué bautizar a esta novela El muelle, hecho en donde pueden inferir la intención de este autor de relacionar esta historia con las calamidades que han venido sobre América latina desde su pasado colono, que se encargó de dejar las poblaciones concentradas en la costa, a merced del sufrimiento y la pobreza. Así mismos, ven una carácter mucho más poético, puesto que el muelle es el lugar también donde se puede esperar lo que viene del horizonte, como lo hace su protagonista, quien en medio del dolor cierra esta historia con su hijo en brazos y el océano a sus pies, como señal de futuro.
Resumen de la novela El muelle
Esta novela comienza contando en paralelo la historia de Juan Hidrovo, ecuatoriano a quien el destino lo ha llevado a la ciudad y María del Socorro Ibáñez, quien lucha por sobrevivir en un Ecuador que solo le ofrece la oportunidad de emplearse como cocinera o servicio de una casa.
De esta forma, el narrador cuenta cómo Juan Hidrovo ha llegado hasta Nueva York, gracias a su trabajo de marinero. No obstante, corren tiempos de lucha también, en donde los trabajadores pugnan por sus derechos, y Juan Hidrovo no se ha quedado por fuera de esta lucha, por lo que termina participando en una manifestación que es fuertemente reprimida. Luego de ver cómo es asesinado su mejor amigo, Claudio Barrera, a quien el narrador identifica como venezolano, Juan decide escapar de Estados Unidos, puesto que se ha quedado sin trabajo y además está involucrado e identificado por haberse integrado en la lucha política.
Así mismo, esta parte de la novela se encuentra contextualizada en el Nueva York de principios de siglo, la cual se encontraba en plena guerra de la Ley seca y la lucha contra el alcohol ilegal. Viendo en este negocio la posibilidad de poder salir de Estados Unidos, Juan trata de involucrarse, sin embargo es rechazado, puesto que los integrantes de la organización identifican su relación con la política como un hecho peligroso. A Juan no le queda otra opción que sobornar a un funcionario con lo que le quedan de sus ahorros, a fin de poder regresar nuevamente a su país.
Al mismo tiempo, María vive también su desgracia en Ecuador. Puesto que además de tener que emplearse como servicio en casas, donde la tratan bien, pero la paga no es la mejor, debe soportar los abusos de su tía, la cual es descrita como una alcohólica abusiva. Incluso, las reiteradas crisis de esta mujer, hacen que María pierda el puesto que tenía como cocinera, y deba emplearse como lavandera en la casa de Florencia y Ángel Mariño, donde además de recibir muy mala paga, es maltratada por la soberbia de ambos.
Incluso, se da el caso, de que Ángel Mariño consigue la dirección de la joven muchacha, y se presenta en su casa, abusando carnalmente de ella. Lo peor es que el hecho no ocurre una vez, sino que se repite en distintas ocasiones, en las que este hombre llega hasta la vivienda de esta humilde mujer, abusando de ella y dejándole a cambio un poco de dinero. Mariño llega incluso al colmo de invitar a amigos personales a divertirse con María.
Sin embargo, en medio de este infierno, María recibe la carta de Juan, anunciando por fin su regreso. Hecho que empuja a María a tomar el valor y la decisión de expulsar para siempre a Mariño de su casa, situación que enfurece a éste, haciendo que su esposa corra del empleo a María. Nuevamente juntos, y sin empleo ninguno de los dos, Juan intenta resolver la vida, lo que lo lleva incluso a poner en riesgo su vida, tratando de involucrarse en un robo como única opción.
Sin embargo, María ha logrado volver como cocinera. Pasado un tiempo, y en ocasión del nacimiento de su primer hijo, Juan logra un trabajo en el muelle, donde Mariño es el jefe y señor. Sin sospechar nada, Juan trabaja duro, pues María se recupera de su parto, y el Médico le ha enviado a hacer todo lo que su modesta vida no le permite: comer carne, leche, huevos, e incluso hacer un viaje a tierras más altas para cambiar de aires.
En sintonía con su mala suerte e infortunio, María va un día con su hijo en brazos hasta el muelle a ver a su marido, Juan. No obstante, se topa con Mariño, quien enfurece al verla. Preguntándole quién es su marido, apenas lo sabe lo bota del trabajo, regresando nuevamente los dos a quedar sin empleo y con un hijo en los brazos. Su protagonista cierra la novela, de pie en el muelle y con su bebé en los brazos, viendo el horizonte, como quien desea ver aparecer algo mejor en el horizonte.
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