En el ámbito de la Historia universal, se conoce con el nombre de Guerra del Peloponeso al conflicto militar bélico, ocurrido entre el 431 a.C. y el 404 a.C. entre la Liga de Delos, cuya cabeza visible era Atenas, y la Liga del Peloponeso, liderada por Esparta, nación que resultó ganadora de este enfrentamiento militar desarrollado en la Grecia continental, el Asia menor e incluso Sicilia, y que trajo como principal consecuencia la disolución de la Liga de Delos.
Fases de la Guerra del Peloponeso
Así mismo, este conflicto es catalogado como uno de los más importantes del mundo antiguo. Sin embargo, un estudio sobre sus sucesos requiere ser entendido desde sus diferentes etapas. En este sentido, por convención, la Historia universal asume que existen tres momentos o fases de la Guerra del Peloponeso, las cuales básicamente son descritas de la siguiente manera:
Guerra arquidámica
Esta primera fase de la guerra ocurrió entre el 431 a.C. y el 421 a.C. Se caracterizó por las numerosas invasiones que propulsó Esparta sobre Ática, mientras que por su parte, la cabeza de la Liga de Delos, es decir, Atenas realizaba continuos ataques sobre las costas del Peloponeso, demostrando su gran capacidad naval. Esta fase o etapa de la Guerra del Peloponeso concluyó con la firma de la Paz de Nicias, ocurrida en el 421 a.C.
Paz de Nicias
Durante esta etapa de la Guerra, que duró entre el 421 a.C. y el 413 a.C, sucedieron varios enfrentamientos en el Peloponeso entre las dos ligas bélicas. Durante este período tuvo lugar también, entre el 415 a.C. y el 413 a.C. la expedición ateniense, la cual se tradujo en desgracias para el ejército ateniense, el cual fue prácticamente destruido por los espartanos, siendo sometidos a la esclavitud al menos a la mitad de los soldados de esta fuerza.
Guerra de Decelia
Como consecuencia de esta falsa paz, así como también del fracaso de Atenas en su expedición, tiene lugar entonces la tercera y última etapa de la Guerra del Peloponeso, la cual se extendió entre el 413 a.C. y el 404 a.C., y en la cual Esparta hábilmente logró impulsar una serie de rebeliones en los estados bajos dominados por Atenas, contando para esto con la ayuda de Persia y los distintos sátrapas que gobernaban sobre estas regiones del mar Egeo y Jonia.
Así también, el en 405 a.C., Esparta propinó otro fuerte golpe a los atenienses, logrando destruir su flota, durante la batalla del Egospótamos, lo cual condujo directamente a la derrota de Atenas, así como al fin mismo de esta guerra, que se extendió durante 27 años.
Consecuencias de la Guerra del Peleponeso
Como todo conflicto bélico entre dos o más países, la Guerra del Peloponeso también trajo una serie de consecuencias, en todos y en cada uno de los niveles de los países. En el caso de este conflicto, se pueden contar los siguientes:
- A nivel geopolítico, la Guerra del Peloponeso, y su desenlace en contra de Atenas trajo consigo la disolución de la Liga de Delos, lo cual cambió drásticamente el mapa griego.
- Así también, la derrota de Atenas implicó un cambio en las relaciones de poder, puesto que la que había sido la ciudad más importante de la región, quedó a merced de los ganadores de este conflicto.
- Por otra parte, tampoco se hicieron esperar las consecuencias sociales y económicas, puesto que después de años de guerra, Atenas se encontraba saqueada, empobrecida y sometida.
- De igual forma, la derrota de Grecia no conllevó al advenimiento de la Paz, sino que fue solo el preludio de las numerosas guerras civiles intestinas, que se convirtieron en el cotidiano de la sociedad griega, fragmentándola.
- Igualmente, esta guerra implicó la pérdida de miles de ciudadanos, de ambos bandos, así como el fin de ciudades enteras, por lo que es vista también como una guerra de gran costo social para el Mundo antiguo.
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