Con el título La Divina Comedia, se conoce la obra maestra del poeta florentino Dante Alighieri, quien comenzó a escribirla aproximadamente en el año 1307, luego de su destierro de Florencia, y en la cual invirtió cerca de trece años, componiéndola y corrigiéndola, hasta dar con “la obra más perfecta de la humanidad”, de acuerdo a las palabras del propio escritor argentino Jorge Luis Borges.
Descripción de la Divina Comedia
Tenida entonces como una de las composiciones poéticas de mayor belleza, simbolismo y perfección, La Divina Comedia hace pleno acopio de la cosmología de la cultura occidental, siendo además una de las máximas expresiones de la Florencia renacentista. Así mismo, es totalmente universal, debido al abordaje que hace su autor sobre los distintos aspectos de la condición humana.
De esta forma, Dante (el personaje de la Divina Comedia) es un poeta, que a la mitad de su vida (35 años) se encuentra desorientado y encaminado a una vida poco virtuosa. En medio de esta crisis, se encuentra con Virgilio, quien lo iniciará en un viaje de purificación, en el cual el poeta aprenderá a sanarse, a fin de poder encontrarse frente a frente con la presencia de Dios, así como de la rosa de la pureza, que algunos identifican con la rosa blanca y pura de la poesía.
Igualmente, la inspiración de ese viaje será Beatrice, una mujer que el Dante real vio sólo tres veces en su vida, y de la cual quedó prendado para siempre, mucho más allá de la prematura muerte de esta. De tal forma, el Dante de la Divina Comedia emprenderá un viaje único, no hecho nunca antes por ningún humano, en donde guiado por Virgilio descenderá al centro del mismo infierno, pasará por el Purgatorio y llegará finalmente al cielo, en donde Beatrice lo espera, para conducirlo a través de otro tramo de su viaje.
Resumen de la Divina Comedia
Aun cuando englobar en pocas palabras el contenido de una obra tan rica en símbolos, al punto de no hacerle honor, de todas formas, se puede establecer un corto resumen que sirva como abrebocas a una de las obras más extensas y profundas de la Literatura Universal, cuya lectura siempre es recomendable hacer acompañado de un diccionario de símbolos, así como en una edición comentada, pues cualquier aproximación ingenua puede resultar un poco confusa.
En cuanto al contenido de esta obra, aun cuando esta se encuentra dividida en cantos, se puede resumir en tres grandes momentos, los cuales se enfocan en cada uno de los planos espirituales que este poeta visitó, en su intento por sanar su alma y llegar a ver a su Beatrice. De esta forma se pueden considerar entonces las siguientes partes de la Divina Comedia:
Infierno
Esta parte de la obra, comienza describiendo a Dante como un hombre que se encuentra “en medio del camino de la vida” y en tránsito de “una selva oscura”, en donde se encuentra con tres bestias –cada una símbolo de un pecado capital: león (soberbia), loba (avaricia) y pantera (lujuria), las cuales lo persiguen, haciendo que el poeta termine frente a la posibilidad de cambiar de rumbo, encaminándose hacia la virtud. De esta forma se encuentra con Virgilio (identificado en la cosmología universal como el más grande de los poetas) quien le servirá de guía en el viaje que está por iniciarse.
Sin embargo, Virgilio le advierte a Dante que para salir de la selva oscura en donde se encuentra, primero deberá descender al infierno, subir al purgatorio, y una vez purificado, poder acceder al cielo, en donde mora su Beatrice. Dante se entrega a la guía de Virgilio, y comienza entonces el descenso al infierno, que es dibujado por este autor florentino, como una especie de triángulo invertido, en cuyo centro mora Satanás. Así mismo, el Infierno de Dante está compuesto por nueve diferentes círculos, habitados por distintos tipos de pecadores, encontrándose los de mayor culpa más hacia el centro de este ámbito.
De esta forma, Dante va visitando cada uno de los nueve círculos del infierno, en donde va encontrando lo siguiente: Anteinfierno (moran los cobardes), Círculo primero o Limbo (en donde habitan los que no han sido bautizados, como Virgilio), Círculo Segundo (los lujuriosos), Círculo tercero (los golosos), Círculo cuarto (Avaros y Pródigos), Círculo Quinto (Ira, Indiferencia, Soberbia y Envidia), Círculo Sexto (Herejes), Círculo Séptimo (Violentos), Círculo Octavo (fraudulentos), Círculo Noveno (en donde moran los traidores y en el centro de este círculo mora Satanás).
El Purgatorio
Así mismo, cuando Dante está por desvanecerse ante el horror que le produce la visión de Lucifer, Virgilio toma su papel de guía, y le enseña una montaña de sobresale del mar. Es la primera visión que tiene el Poeta sobre el Purgatorio, y hacia allá se encaminan. Comienza entonces un viaje ascendente, en donde realizarán un tránsito a través del antepurgatorio y los siete círculos que conforman este ámbito, a fin de conducir a Dante al Paraíso, en donde lo espera Beatrice.
Paraíso
Hasta este mundo no puede acompañarlo Virgilio, pues él ha sido condenado a estar en el infierno, en el Limbo, por no haber sido bautizado. Este reino es presentado como el modelo planetario planteado por Ptolomeo, es decir, un planeta central y nueve planetas que giran alrededor. Así mismo, finalmente, Dante podrá ver cara a cara a Beatrice, quien lo llevará en un recorrido por diez planetas, hasta llegar al Planeta Cristalino, en donde Beatrice se despide, llegando un nuevo guía: San Bernardo, quien lo conducirá al Empíreo, en donde el Poeta podrá encontrarse definitivamente con la imagen y la presencia de Dios.
Imagen: fresco de Domenico de Michelino / wikipedia.org