En el ámbito de la Literatura universal, se conoce con el nombre de La Metamorfosis a una novela, nacida de la pluma del escritor checo Franz Kafka, la cual se publicó por primera vez en 1915, gracias al trabajo de la revista alemana Die weissen Blätter, quien la editó por entregas. En diciembre de ese mismo año aparece la primera edición en formato libro de La Metamorfosis, publicado por la editorial Kurt Wolff. Es considerado uno de los grandes libros del siglo XX.
Interpretación de La Metamorfosis
Así mismo, La Metamorfosis de Kafka es posiblemente también uno de los libros del siglo XX que más ha dado de qué hablar, sobre todo en lo que respecta a su simbolismo y significado. De esta forma, esta historia en donde básicamente un funcionario, que tenía sobre sus hombros la responsabilidad de mantener a su familia, despierta un día convertido en un insecto gigante, haciendo que su familia se vea en la obligación de velar por él, responsabilidad que prefieren eludir, condenándolo a la muerte.
Entre las múltiples interpretaciones que han surgido en torno a este argumente, algunos autores como Gilles Deleuze y Felix Guattari, en su obra Kafka para una literatura menor (1975) ven la transformación de Gregorio Samsa en un insecto como una línea de fuga a la terrible sociedad opresora, así también como una escapatoria a cierto triángulo incestuoso que el protagonista podría sostener con su hermana, objeto de su deseo.
De esta forma, ante las presiones de la vida, Samsa decidiría –consciente o inconscientemente- devenir en animal, desterritorializando su cuerpo y su voz humana, para territorializarse en un cuerpo y lenguaje otro, buscando una oportunidad, la cual no consigue precisamente por no fluir en ese devenir, y detenerlo aferrándose a su naturaleza humana.
Resumen de la Metamorfosis
En cuanto al propio contenido de esta historia, básicamente se puede decir que es una novela, dividida en tres partes, la cual inicia el mismo día en que Gregorio Samsa, funcionario público, se levanta temprano para ir a atender sus responsabilidades, encontrándose con la terrible sorpresa de haber mutado en la noche en un terrible y gigante insecto, cuya especie específica nunca es revelada en la historia, pero que según algunos autores podría ser un enorme escarabajo.
Pasado el tiempo en el que habitualmente debería haberse alistado para asistir a su trabajo, la familia de Samsa comienza a inquietarse por su salud, por lo que acuden a su cuarto, en donde este ha logrado cerrar la puerta, y trata de disuadirlos de que todo está bien, aunque en ese momento nota que no sólo su cuerpo sino su voz también se ha tornado otra.
Finalmente, a la casa de Samsa se presenta el jefe de este, impaciente por la falta laboral, que aun cuando no es costumbre es muy mal recibida. Ante la presión, Samsa termina por asomarse a la puesta, revelando entonces a los otros su estado: es un terrible insecto, hecho que horroriza al jefe, quien huye despavorido, mientras que su familia, aunque no escapa de casa, también asumen el rechazo ante la nueva apariencia de Gregorio Samsa, encerrándolo en su habitación.
Así comienzan los días de aislamiento de Samsa, quien dentro de su habitación, pese a ser un insecto físicamente, sigue conservando su conciencia humana. Por su parte, su familia experimente sentimientos negativos. Por una parte, su padre comienza a odiarlo, mientras que su madre no soporta su presencia. De igual forma, están preocupados por el futuro financiero de la familia, pues era Samsa quien velaba por este, además claro del miedo que les da que los otros descubran que ocultan un terrible monstruo en la casa.
De hecho, la única que parece mostrar piedad hacia Gregorio es su hermana Grete, quien asume la responsabilidad de alimentarlo y limpiar la habitación. En agradecimiento, Samsa trata de permanecer oculto de esta, para ahorrarle la visión de su nuevo aspecto. Sin embargo, esto no hace que el deseo de ser amado por su hermana desaparezca.
Con la intención de hacerle más llevadera la nueva situación a su hermano, Grete decide que lo mejor será retirar los muebles y demás enseres del cuarto, a fin de que Samsa pueda desplazarse a libertad por las paredes de su habitación. Sintiéndose despojado, este se posa sobre un cuadro de su propiedad, una de las pocas cosas que ha quedado de sus bienes.
Mientras Samsa está sobre la pintura, su madre y su hermana entran a la habitación. Ante la visión, la madre presa del pánico se desmaya. Grete sale corriendo para buscar un elemento con el cual reanimarla, y Samsa preocupado la sigue. El padre, quien está ajeno a la situación, malinterpreta los hechos, creyendo que el insecto trata de hacerle daño a la familia, por lo que lo ataca con manzanas, que arroja sobre su cuerpo, logrando que una se entierre en su coraza, haciéndole una herida que termina por infectarse.
Igualmente, entre las medidas que tomaron los familiares de Samsa para sobrevivir a la nueva situación económica, estuvo la de alquilar parte de la casa a tres inquilinos, quienes deciden marcharse una vez que Samsa sale de su habitación atraído por el sonido de un violín que toca su hermana. Ante la visión, los inquilinos se impactan, recibiendo además un muy mal trato de parte de los parientes de Samsa que tratan con toda vergüenza que no lo vean.
La ida de los inquilinos y la actitud de su familia son los últimos elementos que sellan el destino de Samsa, quien simplemente deja de comer, hasta que un buen día es encontrado muerto en su habitación por la sirvienta. La familia se deshace del cuerpo, lanzándolo a la basura, e incluso salen a tomar un poco de aire fresco, en una gran sensación de alivio, puesto que han quedado libres de la carga de Samsa. Los padres de este deciden entonces en colocar todas sus energías en lograr un buen matrimonio para Grate, al darse cuenta de que esta ya está en edad de casarse.
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