En el ámbito de la Literatura Universal, se conoce con el título de La señora Dalloway (Mrs. Dalloway, por su título original en inglés) a la novela más importante –según afirma la Crítica- de la escritora británica Virginia Woolf, publicada por primera vez en mayo de 1925, gracias al trabajo de la editorial Hogarth Press.
Sobre la obra
Teniendo como fondo la Inglaterra entre guerras, es decir, entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, La señora Dalloway marca pauta en la historia de la novela del siglo XX, género que comenzaba a alejarse de las descripciones decimonónicas, para adentrarse en lo profundo del alma y la mente humanas, dejando también atrás a noción de personaje literario, para comenzar a darle protagonismo igualmente a la persona.
De esta forma, La señora Dalloway se encuentra en la misma línea que El Ulises de Joyce, narrando no acontecimientos, sino pensamientos, dándole así escenario al largo, profundo e inacabable diálogo interno de sus protagonistas, con los cuales la autora teje una verdadera polifonía, y un laberinto de pensamientos.
Aclamada por la Crítica, esta novela se ha hecho merecedora de varias menciones y reconocimientos literarios, entre los cuales se encuentra por ejemplo el haber sido incluida en la lista de la revista Time, sobre las 100 mejores novelas, de la Lengua inglesa, publicadas entre 1923 y 2005
Resumen de La señora Dalloway
Con respecto al contenido de esta historia, básicamente se puede decir que esta se desarrolla durante un día de junio de 1923, mientras la señora Dalloway, descrita como la madre de una hija adolescente y esposa de un diputado conservador, prepara y celebra una fiesta en su casa.
De esta forma, la narración de La señora Dalloway comienza en la soleada mañana de ese día, cuando Clarissa Dalloway realiza los preparativos de la fiesta que dará su familia en la noche. Sin embargo, esto es solo una excusa para presentar la voz interior de esta dama de sociedad, y su diálogo interno, el cual sirve de vehículo a la historia para que se desprenda del tiempo lineal, pudiendo ir hacia adelante y hacia atrás, según la memoria de Clarissa.
Así mismo, la historia contará cómo Clarissa Dalloway decide asumir la responsabilidad de escoger y comprar ella misma las flores que adornarán la casa, por lo que aprovecha la mañana para visitar el centro de Londres, encontrándose con personajes, que también mantienen su propio diálogo interior, y que permite igualmente hacerse una idea de la sociedad británica de entre guerras.
En consecuencia, más allá del suicidio del joven Septimus, quien se suicida debido a los trastornos psicológicos que le han quedado como secuela de la guerra, en realidad en el día de la señora Clarissa Dalloway no ocurren sino sus pensamientos, y los hechos o sucesos que ella relata.
Finalmente, el libro cierra con la retirada y despedida de los invitados, que han asistido a la fiesta dada por la señora Dalloway y su esposo, velada en la que tampoco ha ocurrido nada extraordinario, pues como en todo el desarrollo de la novela, en realidad las acciones y hechos no son lo importante, sino lo que estas personas se encuentran pensando, analizando, creyendo, recordando, pues estos son los verdaderos protagonistas de la novela.
Imagen: retrato de Virginia Woolf, autora de La señora Dalloway / Fuente: wikimedia.org