Sobre la obra

Considerada un ejemplo de obra económica tanto por su lenguaje claro y preciso, como por las ideas planteadas, La sociedad opulenta se traduce en un ensayo que coloca la lupa sobre el Sistema Capitalista, para demostrar cómo la fórmula económica, que hasta ese momento se creía perfecta, en realidad es un sistema con errores fundamentales, en donde a nivel interno se gestan igualmente grandes diferencias sociales, así como daños a la Economía de las naciones.

Resumen sobre la Sociedad opulenta

De esta manera, la obra de John Kenneth Galbraith comienza por plantear la necesidad de colocar en suspenso lo que se conoce como “sentido común”, o que en el caso de Galbraith se denomina “sabiduría convencional”, la cual a lo largo –por la creencia de que es el deber ser- termina por ocasionar retrasos, problemas y hasta decisiones erradas en las sociedades, pues se admiten los procesos como ciertos, sin que impera la necesidad de replantearse estas ideas de vez en cuando.

En este sentido, Galbraith sostiene que es momento de analizar la realidad económica capitalista de los Estados Unidos, partiendo de la afirmación de que el Capitalismo es dado por sentado, y considerado como la fórmula  correcta, pese a que en realidad debería analizarse de forma lógica, para que sea la razón, y no las corrientes históricas, las que interpreten si realmente este sistema económico es lo que más le conviene a los países, llamados desarrollados.

Es así como Galbraith se centra por describir las grandes diferencias sociales que el sistema capitalista va creando a lo interno de la sociedad, desmintiendo de esta forma la creencia aceptada por todo de que el Capitalismo se traduce en un bienestar inmediato y global, o en un estado de riqueza e igualdad de oportunidades para todas las clases sociales. Al respecto, La sociedad opulenta señala también cómo el Capitalismo ha ido precisamente creando distintos mecanismos, económicos y sociales, para los diferentes niveles sociales, contradiciendo su propio discurso de posibilidad de riqueza y disfrute para todos, y por el contrario fragmentando la sociedad, y diseñando distintos mecanismos para cada uno de estos sectores.

Por otro lado, Galbraith, en su La sociedad opulenta deja en evidencia su posición claramente keynesiana, en donde defiende la necesidad de que toda nación, que desee tener una Economía sana, deberá contar con un Estado, que asuma su papel como coordinador de la Economía, pues esta institución estará en la responsabilidad de velar por los intereses de la nación, así como por el crecimiento de la Economía en general, mientras que por el contrario, si se dejara al sector privado ejercer este papel, tarde o temprano se cometerían grandes excesos, al tiempo que no se velaría por el crecimiento y la expansión económica global de la nación. Por ende, para este economista canadiense, el sector Público debe dominar sobre el privado, y no al contrario.

Imagen: retrato de John Kenneth Galbraith, autor de La sociedad opulenta / Fuente: wikimedia.org