Sobre la obra

Considerada una de las historias más famosas de Conrad, Lord Jim constituye una de las típicas novelas de este autor, en específico por su tema, relacionado con la navegación. Así mismo, esta historia cuenta también con la peculiaridad de ser igualmente narrada por uno de los personajes clásicos de Conrad: Marlow, quien es el que ejerce la voz narrativa, que frente a un grupo de jóvenes, va tejiendo los acontecimientos relacionados con la historia y el destino del marinero Lord Jim.

Por otro lado, según la Crítica, esta historia contempla también el tema del valor, tópico que es abordado por Joseph Conrad en otra de sus novelas, y que en esta –al igual que en estos otros relatos- muestra la evolución de su personaje protagonista, en este aspecto, en donde comienza retrocediendo ante el miedo, e incluso colocando en riesgo su posición, para finalmente encontrarse cara a cara con su destino, sin que le tiemble el pulso. En consecuencia, pese a perder la vida, su personaje principal termina por aceptar con valor su destino, borrando con esta última acción sus fallas iniciales.

De esta manera, Conrad no solo construye una historia llena de aventuras, las cuales de seguro atraparán la imaginación del público infantil-juvenil, al que va dedicada esta historia, sino que además deja en evidencia, como en otras de sus historias, una serie de emociones, propias de la condición humana, como por ejemplo el miedo, la soledad o el valor.

Resumen de Lord Jim

Esta obra de Joseph Conrad comienza narrando cómo a su vez Marlow le cuenta a un grupo de jóvenes la historia de un hombre británico llamado Jim, a secas, pues su verdadero nombre constituye un misterio en toda la historia. De esta forma, la voz narradora, ejercida por este personaje, explicará cómo Jim, en pro de hacer carrera como marinero, acepta un puesto como primer oficial, en una embarcación conocida como Patna.

Su primera misión será la de transportar a un grupo de emigrantes, cuyo destino era La Meca, importante ciudad de la religión musulmana. En medio del viaje, esta embarcación sufre un desperfecto. Pese a tener el deber de tratar de salvar la embarcación, en realidad la tripulación completa, incluido Jim, terminan por abandonar a los pasajeros, a su suerte.

La tripulación es finalmente rescatada por la Armada británica, teniendo la oportunidad de contar su relato. Sin embargo, para sorpresa de todos, a los pocos días, la Armada logra conseguir el Patna, el cual no naufrago, sino que seguía navegando con todos sus pasajeros a bordo. Es así como el mundo entero logra enterarse cómo fueron abandonados a su suerte por los oficiales y el resto de la tripulación, así como sobre las cosas que estos pasajeros debieron hacer para salvarse.

La actitud asumida por la tripulación es objeto entonces de un juicio ante la Corte, proceso al que solo acude Jim, quien de inmediato –en un castigo ejemplar- sufre la revocatoria de su certificado de navegación, alegando que cuando abandonó a la tripulación del Patna, también renunció a su deber como oficial.

Este castigo, así como el proceso judicial que este marinero ha vivido, lo hace caer en una especie de frustración, pues aunque actuó en primer momento llevado por el miedo, ya en frío reconoce que además de ser poco honorable su actuación, dejó escapar una oportunidad de oro para quedar como un héroe, además de haber arruinado su carrera.

Sin embargo, no todo está perdido para Jim, pues durante el juicio conoce a Marlow –capitán que después contará su historia a otros- y que pese a que desde un primer momento tiene dudas sobre el valor y la honestidad de este marinero, termina conociéndolo un poco más, y entendiendo que pese al escándalo, en realidad es una buena persona. De hecho, es Marlow el que termina ayudando a este hombre durante sus horas más difícil, pues es quien termina por brindarle la oportunidad de tener nuevamente un trabajo.

Es así como Jim comienza a trabajar como abastecedor de naves. Empero, este trabajo dura muy poco, pues la mala publicidad que se desata en torno al juicio del Patna, termina por alcanzarlo, obligándolo a renunciar, para así evitar nuevamente un escándalo. No obstante, Marlow sigue ligado a él y también al proceso de ayudarlo. De esta manera, un amigo de este capitán, de nombre Stein, decide contratar a Jim para que se traslade a Patusa, un remoto asentamiento, en donde de seguro la mala fama del Patna no lo alcanzará.

Ya en su nuevo trabajo, en donde convive solo con malayos y bugis, Jim de verdad cree que ha podido burlar al destino, librándose de la mala fama. De hecho, es tanto su prestigio y labor, alcanzados en su nuevo hogar, que termina por recibir el título de Tuan, equivalente entonces al de Lord, título este que además se gana a pulso, una vez que ha logrado defender la población de sus enemigos número uno: Sherif Ali y Rajah Tunku Allang.

Así mismo, esta nueva tierra de Patusan, le brinda a Lord Jim la oportunidad de amar, historia que vive entonces con la joven Jewel. Pero todos estos logros personales serán solo en vano, pues un día Patusan es sitiada por Brown, un villano que ataca a sus pobladores. A diferencia de su viaje en el Patna, Lord Jim sale a la defensa de su comunidad. Finalmente, logra vencer a este villano, pero el cese de la batalla revela cómo Dain Waris, el hijo del máximo jefe de la comunidad de nativos de Patusa, ha sido asesinado.

Sintiendo esta muerte como su culpa, y queriendo actuar de forma distinta a lo que había decidido años antes en el Patna, Lord Jim se entrega voluntariamente al jefe de esta tribu, para que lo ejecute, como una forma de retribuir la muerte que ha tenido el hijo de este. Los hechos acontecidos hacia los últimos años de Jim son contados también por Marlow, solo que ya no frente a un grupo de jóvenes, sino por medio de una carta.

Imagen: retrato de Joseph Conrad, autor de Lord Jim / Fuente: wikimedia.org