La Psicología de la religión

Sin embargo, puede que esta definición deba ser un poco ampliada, para su mejor comprensión. En ese sentido, será necesario referir igualmente que algunos autores definen la Psicología de la religión como la rama de la Psicología que busca entender cómo se relaciona el humano con la religión, pero desde su aspecto psicológico, es decir, qué carencias o propiedades impulsan al hombre a relacionarse con este hecho, así como las regiones y emociones que se conmueven en la propia experiencia religiosa.

No obstante, la Psicología de la religión no busca entender solo el comportamiento o la vivencia del hombre ante el ritual o la doctrina religiosa que practica, sino ante su fe misma, y el cómo experimente las experiencias trascendentales de la vida y la muerte, al analizarlas o relacionarse con ellas desde su esquema de creencias. En otras palabras, cómo reacciona psicológicamente el hombre ante una realidad o entidad superior a él, y que la mayoría de veces escapa a su propio entendimiento. En este sentid, la Psicología de la Religión también buscaría analizar desde un punto de vista psicológico el asunto de la fe.

Sin embargo, dentro de esta rama de la Psicología también existen corrientes que más allá del análisis objetivo de la religión como hecho a estudiar por la Psicología, entienden la religión directamente como un hecho patológico propio del ser humano. En este sentido, quienes conciben así el hecho religioso buscan encontrar relaciones entre ciertas personalidades y el comportamiento que el individuo tiene frente a la religión, así como a las creencias de esta y sus rituales. En un ámbito más sociológico, la Psicología de la Religión también se interesa por estudiar las distintas manifestaciones religiosas que existen en las culturas, tanto las tradicionales como las emergentes.

Historia de la Psicología de la religión

Con respecto al origen de esta rama de la Psicología, las distintas fuentes coindicen en señalar que se pude considerar al año 1862 como uno de los períodos en donde surgió uno de sus principales antecedentes, de mano de la obra Psychologie, escrita por Fierdich Scheleiermacher. Así mismo, cuatro décadas después, también sale a la luz la obra de William James, Las variedades de la experiencia religiosa (1902).

Pese a que se considera que esta rama también pudo contar con contribuciones de grandes filósofos y psicólogos como Hegel, Freud, Jung, Alfref Adler, Erich Fromm, entre otros, en realidad se considera a William James como el padre fundador de la Psicología de la religión. Según el pensamiento de este psicólogo dentro de la relación del hombre con la religiosidad podían encontrarse dos tendencias: una sana, en donde el individuo que experimentaba el deseo psicológico, sentía igualmente el impulso por relacionarse y ejercer el lado positivo de sus creencias, es decir, practicar el bien, alejándose lo más posible de la maldad; sin embargo, William James consideraba que existía también un lado enfermizo, en donde el individuo que se relacionaba desde lo enfermizo, que necesitaban constantemente del sufrimiento y el contacto con el mal, para reafirmar su sistema de creencias.

Por último, James consideraba que la experiencia religiosa sana, en realidad no representaba un peligro para el individuo, y que por el contrario, desde un punto de vista bastante pragmático podría incluso beneficiarle tanto a él como a la sociedad en la que actuaba el individuo. Empero, si la experiencia religiosa acercaba al individuo al sufrimiento, al padecimiento y al contacto con la maldad, lo mejor era reconocer que era un proceso o relación enfermiza, y tratar de abandonarlo.

El aporte de Freud

Otra de los grandes aportes que siempre se destaca en la Historia de la Psicología de la Religión fue el protagonizado por el padre del Psicoanálisis Sigmund Freud, para quien la Religión era la materialización, a través del ritual y de su sistema de creencias, de las fijaciones infantiles colectivas.

En este orden de ideas, Freud sostenía que la Religión no debería ser entendida de otra forma que no fuese una proyección inconsciente de los conflictos familiares generales, que afectan a los individuos como miembros de una sociedad. De ahí que la base de algunas religiones, por ejemplo la cristiana estuviese totalmente enfocada en el complejo de culpa por el asesinato del padre, sentimiento que daría como consecuencia la creencia de que a través del sacrificio religioso y la penitencia esta culpa podría expiarse.

Por otro lado, Freud era también de la opinión de que la Religión, a nivel Psicológico, debería ser entendido como el resultado directo de las neurosis infantiles, es decir, la conformación de una simbología, que se basa en los símbolos inconscientes de un pensamiento infantil que no logra superar las fijaciones que tiene respecto a ciertos aspectos, y que son originados directamente por su experiencia familiar no satisfactoria.

De esta manera, aunque desde el punto de vista social aceptaba que la Religión podía tener una influencia positiva, en realidad creía que lo más sano era alejarse de la neurosis y la simbología religiosa, para iniciar entonces un camino hacia la realidad y la resignación, pasos que para este Psicoanalista resultaban mucho más positivos para la salud psicológica del individuo.

Imagen: retrato de William James, padre de la Psicología de la religión / Fuente: wikipedia.org