No importa la edad para ser princesa, y si no lo eres, puedes aprovechar los cumpleaños para serlo por un día, tu cumpleaños, el de tus hijas, el de tus nietas, biznietas, etc. ¿Qué mira la niña de reojo?, ¿la tarta en forma de castillo de hadas o el cuchillo jamonero?

A este niño le dieron una sorpresa por su cumpleaños. Me surgen varias preguntas. La tarta cutre dentro del molde para hornear y las velas de vela de toda la vida para apagones domésticos, usadas, además… ¿sus padres se olvidaron de su cumpleaños y esto es una improvisación así a la carrera?, o por el contrario ¿sus padres eran unos cachondos mentales y le hicieron la tarta más cutre en plan gracioso?. Sea como sea, este niño tardará en olvidar su cuarto cumpleaños. Le durará hasta que llegue el quinto, porque viendo tanto derroche de tarta, no me quiero imaginar cómo serán las siguientes. Por cierto, ¿la tarta está cruda?.

Esta foto no tiene desperdicio. La abuela con los rulos puestos y la redecilla para que no se suelten, que digo yo… si se pone los rulos para obtener un peinado más elegante para estar guapa en el cumpleaños de su nieta ¿por qué no se los quita antes de que empiece la fiesta?. ¿Se habrá olvidado?. La niña con la corona de feliz cumpleaños, siendo la única que lleva corona, debe ser la cumpleañera, no digo feliz, porque no lo parece. ¿No quería un disco de los Kiss?, tal vez lo prefería de los Pecos. El cuadro de la pared con el floripondio de adorno, minimalista, debe tener luz porque hay un cable, ¿o ese cable es de vete a saber qué y lo sujeta el cuadro?. Y qué me decís de la colección de figuritas encima de la televisión, se agradece que no tengan la típica flamenca con el toro, porque aunque el señor de la foto parezca el primo de los Chichos, la foto no es de por aquí. ¿Y el niño con pocos dientes qué lleva en la mano? ¿Un bote con hormigas?.

Esta foto es muy bonita y artística, pero me llena de incertidumbre. ¿De dónde habrán sacado esas botellas largas de 7up, que por otro lado quedan muy bonitas con las flores de papel?. ¿Por qué la botella de ketchup no tiene flores?. ¿El ketchup es para la tarta, pero no era dulce?. ¿Qué hace en la mesa un cepillo sin púas?. ¿O es un espejo puesto del revés?. ¿Y la boa de peluche rosa?. ¿Y la azul?. ¿Qué mira la madre en el techo?. ¿O es la hermana mayor?. ¿De quién es el cumpleaños?. Yo cuento 16 velas…

De todas, esta es mi favorita. Sí, lo habéis adivinado, por el bonito paisaje del fondo. Una manera original de celebrar tu cumpleaños, al aire libre, en el campo… santo, porque las lápidas del fondo no dejan lugar a dudas, eso es un cementerio. Pero mira qué felices están todos disfrutando de la comida casera. La tarta mejor dejarla en la caja, no sea que la ataquen las hormigas. O los gusanos.

Esta madre se merece un diez por la tarta. Pero, ¿para quien es?, hay espacio para dos velas, pero también hay un 50 escrito. Ésta si que es una familia con las ideas claras y en su sitio, que el abuelo cumple 50, vamos a regalarle una tarta que a él le guste y se la coma ilusionado. Aunque más ilusionados están los niños con esta lección de anatomía. ¿La señora lleva un cuchillo?. ¿O va a encender las velas?

Si es que ser adolescente es algo muy duro, tienes que poner cara de disgusto por todo lo que hagan tus padres, y ellos se esforzarán por complacerte. De pequeño seguro que le gustaban las natillas, ¿qué tarta hacer para el chavalín que cumple esos difíciles 17 años?, ¡las natillas de mamá!. ¿Y no va a ser poco?. Pues ponlas en la fuente de hacer la lasaña.

Tienes que tener mucho cuidado con quién invitas a tu cumpleaños, si tus primos pequeños quieren lincharte y ves al tío gracioso con una cámara, no esperes ninguna ayuda de él. Huy, el muñeco peloncete, recuerdo que de pequeña me regalaron uno, me daba grima así que le até en el cuello la cuerda de tender la ropa y lo colgué por la ventana. Lo tuve que subir corriendo cuando oí gritar a la vecina de abajo. Yo es que era más de peluches.

No hace falta derrochar para disfrutar de un cumpleaños feliz. Mirad la cara de alegría del pequeñín. Y la de circunstancias del resto. Parece que los manteles de servilletas y el pollo del KFC no es del agrado de todos. Pero oye, se han puesto gorrito y hay dos globos, que mis cumpleaños eran así, (sin el pollo frito estilo coronel), pero sin gorritos y globos.

Lo cierto es que mis cumpleaños eran más parecidos a éste, pero sin señor pecholobo con barriguita cervecera, que en mi familia hemos sido siempre todos muy guapos. Pero la ausencia de adornos y de sonrisas, el plato de duralex verde y la tarta que parece que la han tirado de un sexto piso, ¡qué tiernos recuerdos me traen!. Yo tenía un mantel igual, mi madre me hizo un vestido con la misma tela.

También es mala suerte que el día de tu cumpleaños te arreen un garrotazo en toda la cabeza y tengas que posar con la cara hinchada, un ojo cerrado y la camiseta manchada de sangre. Por lo menos este niño tuvo suerte dos veces, una mala por el golpe y otra buena, cuando volvió del hospital después de los puntos de sutura de la frente, se encontró la tarta entera.

Y algo inevitable cuando acaban las fiestas, es que la tía de tu madre que siempre aparece en chándal de colores pastel con el bolso colgado al cuello porque no se fía de nadie, te robe las copas y lo que queda de la botella de sidra.

Cuando tu cumpleaños es el 29 de febrero, tienes regalos cada cuatro años, pero no tienes que sufrir las fiestas que sufrieron los de las fotos de arriba. Si quieres más regalos, espera al Hada de los Dientes. Es esa tía tuya tan simpática que se sienta en la escalera y te pone la zancadilla. A juzgar por el impulso que lleva el niño, el Hada de los Dientes le va a dejar muchos regalos. Bueno, los que son leche ya saldrán otra vez.

Angelika.

Fotografías: AwkwardFamilyPhotos.com.