Leyendas de la Edad Media
El día de hoy vamos hablar de una figura mítica que hace parte del folclor del medievo: los Revenants.
La palabra significa fantasmas visibles o cadáveres animados, y se podría comparar con lo que se conoce actualmente como zombis. Al igual que éstos se trata de cuerpos con avanzado estado de descomposición, pero que conservan algunas características que los hacen fácil de reconocer: tienen ojos brillantes, dientes podridos y les faltan partes del cuerpo.
Su olor es nauseabundo: en varias partes de su cuerpo hay gusanos que se agrupan y las uñas están rotan por el esfuerzo de salir de la tumba. También hay muchas leyendas de los avistamientos de estas criaturas en varios países como Francia y Alemania.
Fugitivos que volvieron a vengarse
Se dice que dos campesinos fueron condenados a morir por sus crímenes, pero luego en la noche se les vio paseando cargando con su ataúd por los alrededores. La gente del pueblo comenzó a enfermarse y la única forma de terminar la peste fue desenterrando a los campesinos, cortando sus cabezas y extrayendo sus corazones. Las cosas volvieron a la normalidad después de eso.
En Alemania también existió un caso muy parecido. En esta ocasión los culpables fueron nombrados los Wiedergänger: el incidente ocurrió a principios del siglo XX y se cuenta que los muertos salían de sus tumbas y absorbían la energía vital de los vivos, en algunos casos incluso llegaban a brincar en la espalda de sus víctimas hasta dejarlos totalmente secos.
El engañado que volvió de su tumba
Se cuenta que en el poblado de York hubo un hombre muy malvado que después de huir de la justicia decidió que lo mejor era establecerse y casarse. Sospechando que su mujer lo pudiera engañar, se escondió entre las vigas de su casa y pudo presenciar como ella yacía con un hombre más joven. Cuando se disponía a salir de su escondite perdió el equilibrio y se rompió el cuello, a pesar de no merecerlo, las personas le dieron un entierro cristiano.
Sin embargo, de poco le sirvió la santa homilía al incauto, pues el mismo diablo vino desde el infierno a levantarlo de la tumba. El traicionado llenó de terror a la gente a su alrededor, hasta que un grupo de valientes hombres le dieron exterminio, arrancando su corazón y quemándolo en una pira.
Fuentes:
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Imagen: historiasperdidaseneltiempo.com