El edén Brasileño
Hoy os traigo otro rincón mágico de nuestro maravilloso planeta. Los Lençóis Maranhenses, o Sábanas de Maranhâo, son un desierto brasileño de arenas blancas que posee la peculiaridad de ser el desierto donde más llueve del planeta. Entre los meses de Junio y Septiembre, las intensas precipitaciones convierten las 155000 hectáreas de desierto en un lugar literalmente mágico. Miles de lagunas de agua dulce se forman en las hondonadas de las dunas para el disfrute de los pocos turistas que hasta allí llegan.
El Parque se ubica en el litoral de Maranhão, entre las municipalidades de Barreirinhas y Primeira Cruz. Para llegar hasta allá, se puede ir en automóvil o tomar un ómnibus en un viaje de 10 horas, o por avión fletado en un vuelo de 40 minutos desde São Luís (la capital del Estado de Maranhão) rumbo a Barreirinhas.
Durante la época seca, la mayoría de las pozas desaparecen y el paisaje vuelve a ser el típico desierto. Pero cuando vuelven las lluvias y se vuelven a llenar, el milagro de la vida retorna, y sin saber muy bien como, peces, crustáceos y tortugas aparecen como por arte de magia.
Este, sin duda, es uno de esos lugares que uno debería de visitar antes de morir, pero ojo, si lo hacéis no olvidéis ir provistos de protección solar y buenas provisiones de agua, pues pese a lo idílico de los paisajes, perderse en aquel lugar puede ser vuestra última visita turística.
Por Sinuhé Gorris. Tejioendo el Mundo.
CONSEJOS:
La mejor época para ir a conocer los Lençóis va de junio a septiembre, cuando termina la estación de lluvias y las lagunas están llenas de agua. De septiembre hasta el fin de año llueve poco y por esa razón las lagunas se van secando hasta quedarse muchas de ella sin agua. En enero comienza la lluvia, que es muy intensa durante los meses que van de febrero a mayo, que es cuando se van llenando las lagunas.
Los lugares imprescindibles que no podéis dejar de visitar son: los Lençóis cerca de Barreirinhas (hay excursión); los Pequenos Lençóis, en el camino hacia Atins; Caburé, Atins y los Lençóis cerca de Atins. También se pueden visitar los Lençóis desde Santo Amaro, que está en la parte occidental del parque y supone dar un gran rodeo.
Intentad huir de Barreirinhas cuanto antes, y subid para alojaros en Caburé. Barreirinhas sólo os hace falta para dos dos excursiones: la que lleva a la parte de los Lençóis más cercana a la población, y el sobrevuelo en avioneta de la región, absolutamente recomendable si entra dentro de vuestras posibilidades económicas.
En Caburé hay varias pousadas que ofrecen alojamiento bastante básico. Las pousadas cuentan con generadores de electricidad, ya que a la zona no llega el tendido eléctrico.
En Atins hay alguna posibilidad muy económica de alojamiento. En el Canto de Atins, otro alojamiento todavía más barato, al pie de los mismísimos Lençóis.
Cuando caminéis por las dunas, y para evitar agotaros rápidamente, intentad hacerlo por la parte superior de las dunas, evitándoos las continuas subidas y bajadas.
Si podéis evitarlo, no vayáis a una región tan maravillosa y remota para quedaros únicamente dos noches y hacer todo a prisa y corriendo.
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Os dejo un vídeo con música de Enya, que le viene de maravilla 🙂
https://www.youtube.com/watch?v=UjD96zmL1oo
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El pensante.com (abril 6, 2009). Rincones mágicos del mundo. Los Lençóis Maranhenses de Brasil. Recuperado de https://elpensante.com/rincones-magicos-del-mundo-los-lencois-maranhenses-de-brasil/