Sinopsis
Titulado originalmente Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (An inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations) esta obra constituye una de las más reconocidas del investigador Adam Smith, la cual se publicó por primera vez en marzo de 1776.
La relevancia de esta obra, conocida generalmente con el nombre de La riqueza de las naciones, se debe a que en ella –de acuerdo sus estudiosos- Smith logra sintetizar un tratado sobre el porqué de la riqueza económica, reflexionando sobre diversos aspectos como la división del trabajo, la naturaleza del mercado, la noción de moneda, la función del salario, entre otras cuestiones que convierten a este trabajo en la primera obra de economía política de la Historia y en la biblia del sistema económico liberal, que derivaría en lo que hoy se conoce como Capitalismo. De esta forma Adam Smith es considerado el padre ideólogo de esta doctrina.
Resulta entonces pertinente presentar un breve resumen, por capítulo, de la obra que cambió para siempre la forma de entender la Economía de las naciones:
Capítulo I, La División del Trabajo
El primer capítulo de esta obre de Adam Smith comienza por hacer una reflexión sobre la división del trabajo en la era moderna. De esta forma, Smith plantea el concepto de especialización en el trabajo, indicando que en la medida en que un obrero repita una y otra vez un mismo trabajo, se volverá mucho más eficiente para él, incrementando además su velocidad. Así mismo, este autor advierte sobre el ahorro del tiempo que provee que un trabajador se dedique todo el tiempo a la misma actividad, en lugar de estar pasando de una a otro. En este sentido, Smith parece abogar entonces por la especialización de labores y la fabricación en serie, donde cada empleado es un engranaje, que junto a la máquina cumple siempre una función determinada.
Capítulo II, Del Principio que motiva la División del Trabajo
Así mismo, la obra dedica un momento a tratar también las causas sociales y económicas que motivan esta división del trabajo, colocando a la necesidad humana de comercializar como centro de todos los desarrollos y adaptaciones que ha seguido la industria. Así mismo expone la necesidad de ganancia que hay detrás de toda transacción financiera, argumentando que nadie comercializa una mercancía para no ganar algo con ello. De esta forma Smith también introduce el tema de la oferta y cómo debe presentarse esta, y cómo la necesidad de ofertar y tener productos con qué hacerlo derivó en la especialización del trabajo.
Capítulo III, Del origen y uso de la moneda
Igualmente, La Riqueza de las naciones aparta un capítulo para analizar y explicar el origen y uso de la moneda, la cual nace principalmente para cumplir las necesidades originadas del proceso de creación de oferta y división de trabajo. De esta forma, la moneda se convierte en el medio por el cual el hombre intercambia su fuerza de trabajo. Esto origina que el hombre además nazca a una nueva situación en el mundo moderno: se convierte en mercader.
La institución de la moneda como objeto de cambio también harían nacer conceptos como el precio real y el precio nominal de las mercancías a mercadear, es decir, cuál sería el precio de su trabajo, y cuál el precio pensado en moneda, haciendo que surgieran posteriormente las nociones de costo y precio. Así mismo, Smith aprovecha la reflexión del origen de la moneda, para exponer cómo el dinero puede darle poder a una persona, o al menos los medios para conseguirlo. De la misma forma, este autor señala que el trabajo comenzó a ser tomado también como un bien.
Capítulo IV, Del precio real y nominal de las mercancías
Continúa entonces esta obra reflexionando sobre la noción de la mercancía y los elementos que la componen. En este sentido, el trabajo debería ser el único valor, sin embargo éste solo corresponde al trabajador. No obstante, éste usa bienes acumulados para trabajar, haciendo que el empresario deba obtener una ganancia, asunto que se resuelve con el pago de salarios, de ahí el origen de estos. El empresario también puede ofrecer algunos beneficios al trabajador, que casi siempre se resuelven con trabajo estable y dirección. Así mismo, la tierra se vuelve propiedad privada y surge la figura del terrateniente.
Capítulo VI, Sobre lo elementos componentes del precio de las mercancías
Por otra parte, Adam Smith expone también en su obra los procesos de cómo se crea la oferta y la demanda, y cómo los grandes monopolios juegan a crear una oferta limitada cuando la demanda es alta, a fin de poder cobrar mucho más por un producto, cuyo precio ya no es dado en noción de lo que costó fabricarlo, sino en correspondencia con lo que se quiere ganar con él, es decir, de cuánto cuesta para el mercado de bienes.
Capítulo VII, Del precio natural y del precio de mercado de los bienes
De igual manera, Smith explica cómo este sistema de salarios y trabajo especializado puede originar a la larga riqueza para la nación, la cual irá descendiendo como una cascada, dejando beneficios de forma vertical a todos los implicados en el mercado de bienes, incluso a los trabajadores.
Capítulo IX, De los Salarios del Trabajo
En este capítulo, Adam Smith plantea que el salario es un hecho que depende principalmente del contrato que haya firmado el trabajador con su jefe. Sin embargo plantea que lo devengado por el trabajador, debe servirle para vivir, es decir ser igual o superior a sus gastos, a fin de que el salario venga a introducirse en una «recompensa lineal del trabajo», garantizando en efecto el aumento de la abundancia de una nación.
Capítulo X, De los beneficios del capital
En sintonía con esto, Adam Smith también escoge un capítulo de esta obra para exponer cuáles son los beneficios del capital, pues entre mayor capital mayores serán los salarios, confirmando la tesis de que a mayor riqueza mayor será el número de beneficiados.
Capítulo XI, De la Renta de la Tierra
Smith continúa su obra entonces tocando otro tema, que en su momento histórico era de relevancia: la renta producida por la tierra, la cual comenzaba a ser privada, pasando bajo el poder de quien podía pagarla, sujeto que además decidía a quien arrendársela, viviendo así de las rentas. La tierra pasa también a ser mercancía.
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